Violencia por parte de sus contrincantes políticos e incluso de sus propios compañeros de partido, 'favores sexuales' a cambio de avalar candidaturas, aspirantes que ganan un salario mínimo y deben acudir a fuentes de financiación que los ponen en riesgo y desconfianza en el proceso electoral son algunos de los alarmantes hallazgos de una encuesta elaborada por la Misión de Observación Electoral (MOE), la Universidad de los Andes y Uppsala University de Suecia.
El estudio, que será presentado el próximo 27 de noviembre pero que fue conocido en exclusiva por
la Unidad de Datos de EL TIEMPO,
se hizo a una muestra correspondiente al 10 por ciento del total de candidatos que se presentaron a los comicios electorales del año 2023.En total, a través de encuestas enviadas a los aspirantes, se recabaron un total de 9.580 respuestas completas de un total de 128 mil candidatos lo que, a juicio de la MOE, al representar un 10 por ciento del total de la población objetivo, tiene validez estadística.
“La muestra de esta encuesta alcanzó altos niveles de representatividad para la población nacional de candidaturas. Se tienen resultados de todos los departamentos del país y se tienen respuestas de candidatos de más de 1000 municipios. Esto hace que nuestra encuesta sea tal vez la más grande que se haya hecho a candidatos y candidatas en el país”, señaló la ONG de vigilancia y seguimiento electoral.
Violencia entre candidatos y de los votantes
Uno de los temas más relevantes de la encuesta es que gran parte de los aspirantes que compitieron en las elecciones territoriales de 2023, donde se eligen gobernadores, alcaldes, concejales, diputados y de las Juntas as Locales, aseguraron haber tenido que hacer campaña en un ambiente permeado por la violencia en sus regiones.
Pero lo más preocupante es que la violencia no provino en su gran mayoría de actores armados ilegales, sino de otros actores políticos en contienda. Según revela la encuesta, el 62 por ciento de los consultados, es decir alrededor de tres de cada cinco candidatos, aseguraron que los actos de violencia provinieron de de otros partidos.
En segundo lugar aparecen las conductas de hostilidad provenientes de votantes insatisfechos, con el 43 por ciento del total de encuestados. Los grupos ilegales sin identificar ocupan el tercer lugar con un porcentaje del 22 por ciento.
El estudio indagó sobre ocho tipos de conductas consideradas agresivas, intimidatorias o violentas que pudieron sufrir los candidatos: atentados contra la vida, ataques físicos, intimidación, amenazas, vandalización de propiedades, daños al material de campaña, comentarios ofensivos en redes o mensajes de texto y abuso sexual. Frente a estos comportamientos la encuesta mostró que:
- El 60 por ciento reportó ser víctima de al menos uno de los ocho hechos de violencia.
- El 42 por ciento reportó que su propaganda electoral fue vandalizada.
- Los comentarios ofensivos o agresivos y los actos intimidatorios fueron reportadas en tasas de un 38 por ciento en ambos casos.
- El 20 por ciento de las personas candidatas afirmó haber recibido amenazas, ya sea hacia ellas o a sus familias.
Además de eso, la encuesta revela que gran parte de esa violencia obedece al clima de polarización que vive actualmente. En el 25 por ciento de los casos, los candidatos aseguraron haber sido violentados por ser de izquierda o de derecha y en el 24 por ciento señalaron que esto ocurrió particularmente cuando se sabía que tenían altas posibilidades e ganar.
Preocupantes niveles de acoso a las candidatas
Frente a los actos de violencia, la MOE hizo énfasis en los preocupantes niveles de acoso o violencia sexual que reportaron las candidatas que hicieron parte de las listas para los comicios del año 2023.
Según el estudio, el 89 por ciento de las mujeres que respondieron la encuesta aseguraron haber recibido bromas o burlas sexuales ofensivas. Además de eso, en el 85 por ciento de las respuestas manifestaron haber recibido comentarios sobre su cuerpo que las hicieron sentir incómodas.
Igualmente la mitad de las candidatas encuestadas aseguraron que, durante su campaña o en ejercicio de la actividad política, intentaron besarlas o tocarles alguna parte de su cuerpo sin su consentimiento.
El 89 por ciento de las mujeres que respondieron la encuesta aseguraron haber recibido burlas sexuales ofensivas
Pero también se registraron otras conductas muy preocupantes, como ser invitadas a reuniones íntimas tras negarse sistemáticamente (40 por ciento), dinero para la campaña a cambio de ‘favores sexuales’ (30,7 por ciento) y prometer beneficios políticos a cambio de acceder a propuestas de tipo sexual (27 por ciento).
Al respecto, el informe afirma que “las mujeres jóvenes fueron quienes tuvieron mayor probabilidad de reportar ser víctimas de abuso o acoso sexual. Particularmente, las mujeres tienen un 72 por ciento más de probabilidades de reportar una situación de abuso o acoso sexual en comparación con los hombres”.
Amigos y parientes, los principales financiadores
En el documento de análisis de la encuesta también queda de manifiesto que quienes se presentan a cargos en las elecciones locales suelen tener serios problemas a la hora de financiar sus campañas, en especial los que se presentan a cargos plurinominales (concejos, asambleas, JAL).
Por lo general, se trata de candidatos y candidatas que no cuentan con recursos económicos suficientes y, según la MOE, terminan endeudados y para recuperarse dependen del dinero de reposición de votos que puede demorar hasta tres años en ser consignado.
En la encuesta queda de manifiesto que la gran mayoría de los candidatos (el 57 por ciento del total) viven con un ingreso igual o inferior a un Salario Mínimo Legal Vigente. “Muchos llegan, incluso, a vender sus casas o a acudir a familia y conocidos para financiar su campaña y el escenario, en el mejor de los casos, es que deben esperar la reposición de votos para recuperarse económicamente”, señalaron voceros de la MOE.
En ese sentido se puede ver que en estos comicios territoriales hubo una enorme proporción de candidatos que financiaron su campaña con recursos propios, de familiares o conocidos. En total, esta fuente de dinero fue usada por el 80 por ciento de los candidatos de sexo masculino y por el 79 por ciento de las aspirantes de sexo femenino.
La segunda fuente de financiación usada por quienes compitieron en los cargos de elección popular del año pasado fue la que provino de los partidos políticos. A esos recursos acudieron el 37 por ciento de los candidatos hombres que contestaron la encuesta y el 52 por ciento de las mujeres que lo hicieron.
Este resultado, subraya la MOE, muestra una tendencia interesante por parte de los diferentes partidos políticos que participaron en los comicios: “Podría reflejar un cambio en las estrategias de los partidos y un esfuerzo de las organizaciones de la sociedad civil para incentivar la inversión en la participación femenina dentro de sus filas”, señala la ONG en su informe.
Y añade que también “puede responder a los menores ingresos personales que muchas mujeres candidatas tienen, lo que las impulsa a estar más activas en la búsqueda de respaldos económicos dentro de sus partidos y a depender en mayor medida del apoyo económico externo, en este caso, de los partidos políticos”.
RAFAEL QUINTERO CERÓN
Editor Unidad de Datos de EL TIEMPO
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