En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Colombia: el regalo perfecto para el cosmos
Parques Nacionales Naturales de Colombia publica libro de fotografías de gran formato.
Formación rocosa del parque de El Tuparro, en la zona de los Llanos Orientales. Foto: cortesía Gabriel Eisenband/Villegas Editores
"Colombia, se diría, fue un regalo calculado y primorosamente diseñado por los dioses como modelo digno de proponer al cosmos. Dividido en cuatro regiones, una corresponde a las cordilleras; otra, a los Llanos Orientales y la selva amazónica, y las dos restantes, a las vertientes del Pacífico y del Atlántico. ¡Distribución perfecta!”.
Mejor no podría describir Andrés Hurtado el potencial y la riqueza natural de este país, en sus textos del libro de gran formato Parques Nacionales Naturales de Colombia, con fotografías de Gabriel Eisenband Gontovnik, con apoyo de Andrés Mauricio López, y editado por Benjamín Villegas.
El proyecto nació hace algunos años, cuando el barranquillero Gabriel Eisenband quiso darse un alto en el camino de su vida empresarial para tomarse un año sabático, con el propósito de cumplir un sueño aplazado: la fotografía.
“Yo estudié cine y istración, pero por cosas de la vida me dediqué al mundo corporativo. En el 2001 comencé como hobby la fotografía de paisajes, que era una pasión y una necesidad para mí. Era mi sueño”, cuenta Eisenband.
Y, como él mismo anota, su vida completó 20 años metido en el mundo comercial, “viviendo no de la fotografía, pero sí para la fotografía. Porque todos mis recursos económicos, así como mi tiempo libre, se los dedicaba a esa actividad”.
Por eso, cuando cumplió 40 años, Eisenband hizo un balance de ese “primer tiempo” de su vida y se dio cuenta de que iba empatado: “No voy ganando ni perdiendo y estoy jugando a lo seguro”.
Entonces quiso tomar un riesgo y regalarse ese año sabático, que al final –como él dice con humor–, “de sabático no tuvo nada”, pues aunque no permanecía en una oficina encerrado, recorrer el país no resultó tan fácil.
Hizo una lista inicial de lugares que quería visitar de Colombia y comenzó su viaje, con la cámara como única compañera.
En el 2016, Eisenband montó una exposición en una galería capitalina con las imágenes de ocho parques naturales del país. Esa noche coincidieron Julia Miranda Londoño, la directora de Parques Naturales, y el editor Benjamín Villegas, quienes le propusieron hacer el libro.
Las algas de colores de Caño Cristales, en el parque La Macarena. Foto:cortesía Gabriel Eisenband/Villegas Editores
La travesía del país
Con la idea de ese nuevo proyecto en el radar, Eisenband se aventuró nuevamente a terminar de recorrer los principales parques del país. De los cerca de 60 que hay en el país, él propuso incluir unos 50.
“Finalmente, muchos tienen características similares, paisajísticamente hablando, pues tenemos muchos páramos y selvas, y yo quería también enfocar mi tiempo y mis esfuerzos en los que me interesaban. Pues uno como fotógrafo de paisajes depende del clima y necesita tiempo para trabajarlos”, explica el artista.
Finalmente nos faltaron como cuatro parques, que lastimosamente no se pudieron visitar por el conflicto, como Catatumbo y Paramillo
Entonces, para poder cubrir el país entero, se unieron al proyecto el fotógrafo Andrés Mauricio López y Sandra Bessudo, quien aportó las imágenes de la isla de Malpelo.
“Finalmente nos faltaron como cuatro parques, que lastimosamente no se pudieron visitar por el conflicto, como Catatumbo y Paramillo”, explica Eisenband.
Las imágenes se caracterizan por una propuesta estética particular, que los autores tuvieron presente. “Yo defino mi fotografía como expresiva. No es documental, ni se trata de llegar a un sitio y tomar cincuenta mil fotos para escoger diez que me parecen chéveres. Para mí, el verdadero trabajo consiste en llegar al sitio, sumergirse en él, y uno ser un instrumento a través del cual el paisaje habla. Y eso es lo que yo quería con este libro”, comenta Eisenband.
De allí que el libro esté organizado por ecorregiones. “Yo no quería que nosotros habláramos, sino que fueran los propios parques los que le hablaban al lector y los que se conectaban con la gente de una manera emocional, más allá de lo intelectual”, acota.
Para lograr alguna de las fotos del libro, Eisenband cuenta que podía tardar un día entero “buscando qué sobresalía del sitio o qué elementos podía juntar para expresar realmente lo que el lugar significa”.
Los imponentes tepuyes, del Parque Serranía de Chiribiquete. Foto:cortesía Gabriel Eisenband/Villegas Editores
A esto se suma ese elemento mágico para los fotógrafos: la luz. “En general, las horas de mejor luz son el amanecer o el atardecer”, explica el artista.
Hubo lugares en donde las montañas parecían saber que, cual modelos, debían “ponerse su mejor traje” para ser inmortalizadas por la lente. Como el día que Eisenband llegó al volcán Galeras, en Pasto, Nariño. “Subimos con todo el equipo de fotografía, y el volcán estaba nublado por completo. Y a los pocos minutos de estar allá, comenzó a despejarse y a despejarse hasta regalarnos le atardecer más inolvidable. Tuvimos todo el cráter del volcán despejado y, debajo de nosotros, un manto de nubes”, comenta.
En mula, en lancha y caminando muchas horas, Eisenband llegó a sitios majestuosos de este país, que parecen como de otro lugar del mundo. Allí montaba su carpa durante cuatro días y comenzaba el estudio visual del lugar. Un desafío a veces difícil. “Hay que tener en cuenta que algunos de estos lugares no tienen vocación turística ni senderos, pues son de conservación”, concluye.