Murió el cronista Pedro Claver Téllez

Su pluma fue un cuidadoso trabajo de registro de la historia del bandolerismo en el país.

Pedro Claver Téllez, veterano periodista. Foto: Claudia Rubio / EL TIEMPO

18.10.2022 14:03 Actualizado: 18.10.2022 14:37

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A través de su pluma singular, el escritor y cronista Pedro Claver Téllez, fallecido el fin de semana pasado en Bogotá, a los 81 años, supo hacer un cuidadoso registro del ‘bandolerismo’ colombiano. Así dan cuenta más de diez libros.

(‘Argentina, 1985’: el juicio histórico sobre las atrocidades de la dictadura)

Claver había nacido en Jesús María, Santander. Como lo recordó en este diario la periodista Myriam Bautista, en un perfil que le hizo al escritor, desde la escuela se aficionó por la historia y se interesó por llegar al corazón de los violentos.

Visitó varias veces los campamentos y a los integrantes de todos los grupos guerrilleros; indagó sobre las secuelas del bandolerismo y entrevistó a muchos de ellos, ya ancianos, o a quienes los conocieron; se volvió en asiduo visitante de la zona en la que se libró la guerra de las esmeraldas y conoció a todos sus protagonistas.

Trabajó en Cromos. Dos directores le dieron vía libre para hacer sus reportajes: Fernando Garavito y Margarita Vidal. De esa época recordaba a colegas como Ligia Riveros, Antonio Morales y Laura Restrepo. También fue reportero de Cambio 16 y de EL TIEMPO, siendo muy joven.

(Lea además: Las obsesiones de Pedro Claver Téllez, un avezado cronista)

Fue profesor de historia, por años, en el colegio Mariscal Sucre, que ya no existe, en Bogotá. Y de ahí pasó a la cátedra universitaria. Estuvo por una década vinculado a las universidades Central, Javeriana, Jorge Tadeo Lozano y El Rosario.

Entre sus libros, se recuerdan: Verde: La historia secreta de la guerra entre los esmeralderos, Efraín González: la dramática vida de un asesino asesinado, El mito del sietecolores, o Punto de quiebre: el asesinato que marcó el comienzo de las Farc.

“Para muchos, es un carretudo. Para otros, un investigador nato que conoció más que nadie sobre la guerra de las esmeraldas y sobre los bandoleros. Ahí está La Sargento Matacho, a la que sacó del anonimato”, recordó Bautista.