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Camilo y Luis Cortés lanzan 'Desarmarte' una canción sobre soltar cuando se ama

El tema habla de esos recuerdos que se vuelven dolorosos en la vida cotidiana.

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Pamela Andrea Avendaño Parra

PERIODISTA11.05.2025 11:37 Actualizado: 11.05.2025 11:39

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Luis Cortés y Camilo unen sus voces por primera vez en Desamarte, una canción que pone palabras al duelo amoroso y a ese proceso complejo de dejar ir a alguien que todavía duele. El tema habla de esos recuerdos que se vuelven puñales cotidianos: el ruido por la mañana, el olor a café, la presencia que ya no está.

Luis ha querido retratar ese momento en el que el corazón quiere seguir creyendo y la razón pide protegerse. A través de una letra honesta y una interpretación vulnerable, 'Desamarte' se convierte en un espejo para cualquiera que haya amado y haya tenido que aprender a “desamar”.

La producción del tema ha estado en manos de Nerso y Scorpion, y la composición ha sido firmada por Luis Cortés, Camilo y Juan Muñoz Avilés (Avi).

La colaboración entre Luis Cortés y Camilo surgió de una bonita casualidad. La hija de Camilo, Índigo, escuchaba con frecuencia las canciones del primer EP de Luis, Dolores, hasta el punto de preguntarle a su padre por qué ese chico cantaba con tanta tristeza.

Esa inocente curiosidad fue el detonante para que Camilo conectara con Luis a través de redes sociales, así su hija resolvería sus dudas. Al tiempo, coincidieron en Miami y, tras compartir una sesión de estudio nació Desamarte.

El videoclip, dirigido por Camila Araya, presenta una narrativa simbólica. Ambientado en 'La sala del desamor', vemos a Luis Cortés y Camilo en un espacio minimalista y cálido donde reciben una caja de piezas de Lego y un manual de instrucciones para construir un corazón.

Cada uno atraviesa el proceso de forma distinta: Camilo avanza con fluidez, mientras que Luis tropieza, duda y acaba dejando a un lado el manual para reconstruir su corazón a su manera.

La idea del vídeo surgió tras una lluvia de ideas sobre lo que las personas hacen para desenamorarse.

Se quiso llevar el concepto de “reconstruirse” a lo físico, literal, representando ese trabajo emocional con algo tan tangible como un corazón de LEGO. El resultado es una metáfora visual de gran carga simbólica que representa que no hay una única forma de sanar: cada persona encuentra su propio camino.

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