Una librería de segunda mano, en 1961, transformó la realidad de todo un pueblo en Reino Unido. Es un historia particular, que inició con Richard Booth y una serie de libros que tenía olvidados en casa. Decidió, entonces, venderlos abriendo una librería llamada ‘The Old Fire Station’, lugar al que curiosos visitaban para recordar viejas historias.
Se popularizó a tal punto que su pueblo, ‘Hay on Wye’, ubicado en Galés, es conocido como ahora como 'La ciudad de los libros' y en el que se creó una tradición que recorre varios países del mundo: ‘El Hay Festival’.
Este rincón europeo, al que se llega luego de tomar dos trenes desde Londres y un bus, está repleto de librerías, al punto de convertirse en el único lugar del mundo en el que existe una librería por cada 74 habitantes.
Quien pase las colinas que rodean a ‘Hay on Wye’ y el rótulo de 'Bienvenidos', se encontrará con librerías y bibliotecas abiertas, que, en realidad, parecen casas, con repisas llenas de ejemplares en su fachada y que hicieron que intelectuales (a medidos de los 80) se dieran cuenta que el poder las historias están fuera del papel y empezaran a hacer reuniones para discutir temas de interés público, desafíos de la humanidad, cine, música y más.
En ese entonces, en el que todavía no se pensaba en los Kindle o iPad, en el futuro de la literatura o en las redes sociales, Norman y Peter Florence, padre e hijo, apasionados por las tertulias en el comedor de su casa, dieron origen al 'Hay Festival', tras leer las obras mejor guardadas en los rincones del pueblo.
Pues, fácilmente, entre las reliquias ocultas en estas librerías abiertas, se puede encontrar la primera edición de las memorias de Brian Epstein (el mánager de los Beatles) y justo al lado un tratado de botánica del siglo XVIII. Lo mejor, por un precio que es más simbólico que justo, porque el objetivo de que cualquiera pueda acceder a las historias se mantiene.
Con la excusa de reunirse anualmente para hablar sobre lo que leían y enriquecerlo entre charlas, en 1987 se creó oficialmente el festival. En 2001, Bill Clinton asistió a su edición número 14 y la nombró el "Woodstock de la mente". Y este 2025, las carpas, expertos y el ánimo de seguir haciendo tertulia viajará a más de 7.000 kilómetros, como todos los años desde 2005, para aterrizar en Cartagena, desde el jueves 30 de enero hasta el domingo 2 de febrero.
“La primera parada internacional del ‘Hay’ (como le dicen al evento cultural coloquialmente) fue Colombia. Luego fue en España, México, Perú y más recientemente en Panamá”, dice a EL TIEMPO Constanza Escobar, directora de desarrollo del Hay Festival Colombia.
Arequipa es la ciudad peruana a la que llega el Hay todos los años, también porque el Nobel peruano Mario Vargas Llosa, en 1991, visitó este evento y desde entonces quedó enamorado. Así que sugirió este lugar, en el que nació, como el destino ideal para que el evento se instalara desde 2015.
“Centenares de estantes que cubren las paredes, las escaleras, los vestíbulos, los entretechos, los establos y, se diría, todo espacio protegido de la lluvia y el viento en esta inesperada encarnación del cuento borgiano", reflexionó el escritor peruano sobre el evento hace varios años para El Comercio.
Lo que ocurrió con Colombia fue un poco más romántico. Para Adaptar este formato a la realidad del país -según cuenta Escobar- Cristina Fuentes, la directora internacional del ‘Hay’, realizó varios viajes para explorar Cartagena, por recomendación de Carlos Fuentes, el escritor mexicano. Encontró, entonces, que este era un lugar en que se necesitaban conversaciones difíciles, en las que no hubiera censura, se hablara sobre conflicto y los desafíos de la sociedad.
Lo que reafirmó cuando, en una de sus tantas visitas, le robaron de una forma violenta todo lo que llevaba con ella, hasta su pasaporte. “No se asustó, sino que, tras del hecho, se convenció de que se necesitaba un lugar para hablar sobre cultura y literatura”, concluyó Constanza.
La idea de traer el festival literario llegó a oídos de Gabo, Belisario Betancur, Juan Manuel Santos y a empresarios como Carlos Julio Ardila, Raimundo Angulo, quienes empezaron a notar lo trascendental del proyecto.
“Los encuentros con Cristina siempre fueron muy familiares. Por un tiempo, tuvieron la intención de que Gabo fuera a Gales, pero siempre le tuvo mucho miedo a volar, nadie lo sacaba de su casa. Finalmente, le dio una cita en Cartagena y en las primeras reuniones que tuvieron surgió una cadena de os con los que se podría hacer el festival. Cristina era la mejor amiga de la hija de la poeta Cecilia Balcázar, ella la puso en o con Raimundo y así creció. En su momento, Jaime Bermúdez que -en ese entonces- era canciller, le dio apoyo y la forma en que la recibieron los Ardila fue importante, porque pusieron los recursos necesarios para ejecutar la idea”, cuenta Escobar.
Además de ‘La Heroica’, este encuentro, que principalmente convoca escritores, también se lleva a cabo en Jericó (pueblito antioqueño), Medellín y algunas charlas se realizan en Barranquilla, gracias a una alianza que se ejecutó hace algún tiempo con la Universidad del Norte.
Tras llegar a la ciudad costera, el festival también se empezó a hacer en Medellín y, de ahí, subió a las montañas del suroeste antioqueño para transformar el ambiente de Jericó, que con casi 14.000 habitantes resalta en la lista, porque llamó la atención de la caja de compensación Comfama.
“Cuando contamos de la iniciativa a Comfama, algunas personas viajaron a Gales y llegaron convencidos de que el sitio que más podría parecerse a lo que ocurría en Europa es Jericó. En Hay on Wye, que tiene cerca de 5.000 habitantes, recibe a más de 300.000 personas cuando se realiza el festival, se adornan las montañas con cartas y las personas llevan sus carros casa. Lo que pasa en Antioquia genera un ambiente similar: se moviliza mucha gente y llegan al pueblo unas 9.000 personas, la plaza pública se llena y más”, agrega Escobar.
El ‘Hay’ es el resultado de una exitosa unión entre la colaboración público-privada. A lo largo de los 20 años, el Miniesterio de las Culturas y el de Educación, Sura, Bancolombia, RCN y la Casa Editorial EL TIEMPO han promovido la realización de un encuentro que ha tomado relevancia nacional, en el que se sientan a hablar personas de muchas disciplinas sobre “las diferentes Colombias” que hay en el país.
Para la edición que se hará en Cartagena, están invitados más de 190 participantes procedentes de 28 países. Algunos de los más reconocidos son: Salman Rushdie, considerado como una leyenda viva de la literatura contemporánea; Nicola Lagioia, autor italiano que ha publicado libros en 20 países y escribe en periódicos como La Repubblica y La Stampa; Piedad Bonnet, escritora colombiana y autora de ocho libros de poemas, además de obras de teatro como 'Gato miedo liebre'; entre otros talentos.
El Hay Festival también es la muestra de cómo las tradiciones se adaptan a las comunidades y cruzan océanos, en este caso, para conquistar al público colombiano con autores, pláticas honestas y buena literatura.
María Jimena Delgado
Periodista de Cultura
@mariajimena_delgadod