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Noticia
Vendedor de 'chuzos callejeros' en Bogotá reveló dónde compra la carne a $ 1.200
La materia prima se consigue en lugares en donde se procesa el cuero para calzado y carteras.
El precio puede variar según el cliente. Foto: iStock
Es muy común encontrar puestos y carritos de comida callejera en la ciudad y a la salida de eventos importantes como conciertos y partidos de fútbol. Algo que siempre ha sorprendido a los ciudadanos es el precio económico de estos productos, ya que el cliente suele recibir porciones grandes. Un vendedor ambulante contó el secreto detrás de este valor.
Uno de los platos más comunes de la gastronomía callejera es el chorizo. Se suele vender acompañado de una arepa o con papas criollas. También, el chuzo desgranado es un clásico. Este plato de comida rápida, típico de Barranquilla, combina la carne, queso costeño, maíz, papas fósforo y salsa tártara, entre otros.
Un vendedor ambulante, dueño de 10 puestos de este estilo, le reveló a ‘Semana’ en dónde consigue la carne barata para preparar sus productos. “La gente siempre ha tenido duda de con qué carne se hace, pero el hambre puede más que la desconfianza”, dijo.
El señor consigue la materia prima en las curtiembres. En estos sitios se transforma la piel de los animales en cuero a través de los respectivos procesos químicos. Suministran el material para la industria textil, pero también a restaurantes dueños de negocios de comida.
La ‘mota’ es la carne que sobra al raspar los cueros. Estos restos se venden a precios económicos y las personas la usan para preparar empanadas y otros platos que se pueden encontrar en los puestos de comida callejera.
“Cuando raspan todo ese cuero sacan la carnecita que me sirve a mí para preparar este manjar”, explicó el hombre. “Nos toca arreglárnoslas, igual el sabor lo da es el adobo”.
Este tipo de carne puede costar entre $ 900 a $ 1.500 pesos colombianos, si está compuesta de rila. De acuerdo con el ‘Diccionario Abierto de Español’ es “una tira de carne de baja calidad o que posee mucho tendón o nervios”.
Por otro lado, la falda de sobrebarriga es más costosa y una libra puede valer $ 3.500 pesos colombianos.
El precio puede variar según el cliente y la carne no se refrigera. Se guarda en canastas el suelo que los trabajadores pueden pisar a lo largo de la jornada.
De estos sitios, se destacan las malas condiciones de salubridad. Por lo tanto, el vendedor de chuzos y chorizos prefirió mantener privada su identidad, ya que su negocio podría correr riesgo y ser clausurado.