¿Se le cae el cabello? Conozca tres enfermedades que podrían detectarse por la pérdida de pelo

La pérdida de cabello es una parte natural del ciclo de renovación capilar. Según información del Ministerio de Salud de Brasil, es habitual perder entre 50 y 100 cabellos diarios. 

Sin embargo, cuando esta caída se vuelve excesiva, podría ser una señal de advertencia de enfermedades más serias e incluso potencialmente mortales.

(Lea también: ¿Cuál es la mejor fruta para el cuidado del cabello? Evita la caída y ayuda al crecimiento).

A continuación, se describen tres condiciones de salud que pueden estar asociadas a la pérdida anormal de cabello:

El Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva que afecta principalmente la motricidad. Esta afección neurológica deteriora las células en la sustancia negra del cerebro, una región que produce dopamina, neurotransmisor esencial para el control del movimiento. Su disminución afecta la coordinación motora y puede originar síntomas como temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y problemas oculares. Estos signos suelen aparecer después de los 65 años, aunque la enfermedad comienza a desarrollarse décadas antes.

Además, la dermatitis seborreica, común en personas con Parkinson, puede generar una "caspa amarilla", un síntoma menos conocido. Esta condición inflamatoria provoca enrojecimiento, picazón y descamación en áreas con glándulas sebáceas, incluido el cuero cabelludo. Según Parkinson’s UK, aunque existen tratamientos para manejar esta afección cutánea, actualmente no se dispone de una cura para el Parkinson.

(Siga leyendo: ¿Cómo puede evitar la caída de cabello? Dermatóloga explica el sencillo hábito que debería seguir).

La alopecia es una alteración del ciclo de crecimiento capilar que puede provocar pérdida temporal o permanente del cabello. Un síntoma temprano son las manchas circulares en zonas pilosas, lo que puede indicar su relación con otras enfermedades subyacentes. 

Entre los tipos más frecuentes está la alopecia areata, una enfermedad autoinmune que afecta aproximadamente al 2 por ciento de la población global. Esta puede manifestarse en áreas pequeñas o incluso en todo el cuerpo.

Otra forma común, la alopecia androgenética, también es autoinmune y produce un adelgazamiento progresivo del cabello, especialmente en la coronilla y las entradas de los hombres. Factores genéticos, inflamaciones locales o enfermedades sistémicas suelen ser desencadenantes. La Sociedad Brasileña de Dermatología (SBD) explica que "factores emocionales, traumas físicos y condiciones infecciosas pueden desencadenar o empeorar la afección".

Aunque la alopecia no supone riesgos graves para la salud más allá de la pérdida capilar, su tratamiento adecuado permite controlarla y prevenir daños adicionales. Reducir el estrés es clave para evitar episodios agudos.

(De interés: Estas son las vitaminas que debe consumir para evitar la caída del cabello, recomendadas por una experta).

El cáncer es una de las causas más conocidas de pérdida severa de cabello. En algunos casos, la caída se asocia con angiosarcomas, lesiones que surgen en los vasos sanguíneos y linfáticos, manifestándose como manchas rojas o moradas en el cuero cabelludo y áreas cercanas. Según la Clínica Cleveland, estas lesiones aparecen como "nódulos o placas únicas, agrupadas, de color rojo azulado que pueden desarrollarse en el cuero cabelludo, la cara o las orejas".

El angiosarcoma puede extenderse a órganos vitales como el hígado, los riñones y el corazón. Los tratamientos, que incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia, no siempre provocan pérdida de cabello, y la intensidad de este efecto varía en cada persona.

La caída del cabello no debe tomarse a la ligera, ya que puede ser un indicador de problemas de salud más profundos. Consultar a un especialista es clave para identificar y tratar cualquier afección subyacente.

O Globo (Brasil) / GDA