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La tecnología actual no ha podido eludir una predicción sobre agua hecha hace un siglo
William Jevons describió cómo el uso de herramientas más eficientes no reduce el consumo de energía.
William Jevons realizó describió cómo el uso de herramientas más eficientes no reduce el consumo de energía. Foto: iStock/Twitter: @ucleconomics
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que en la Tierra existe agua suficiente para satisfacer las necesidades de toda la población.
Sin embargo, aproximadamente 2.000 millones de personas enfrentan escasez de agua debido a la falta de físico o infraestructura adecuada para su aprovechamiento.
Investigaciones recientes publicadas en 'Nature' en agosto de este año revelan avances significativos en la generación de agua en condiciones extremas.
Por ejemplo, se logró generar agua en el Valle de la Muerte, uno de los lugares más calurosos del mundo en el desierto californiano de Mojave.
También se desarrolló una tecnología para captar y purificar agua de la niebla, así como estrategias inspiradas en la naturaleza, como la recolección de agua emulando a arañas y escarabajos.
Sin embargo, estos avances se enfrentan a una paradoja planteada por William Stanley Jevons hace dos siglos: a medida que mejora la eficiencia en el uso de un recurso, en lugar de reducirse, su consumo tiende a aumentar.
Esto se refleja en el aumento del consumo de agua en las ciudades a medida que mejoran las tecnologías de distribución, a pesar de los esfuerzos por hacer un uso más eficiente.
Predicción de Jevons
La predicción de William Stanley Jevons, economista británico del siglo XIX, resuena aún con fuerza en el contexto de las soluciones tecnológicas actuales para abordar la crisis del agua.
Hace más de dos siglos, Jevons observó un fenómeno paradójico: la mejora en la eficiencia en el uso de un recurso no necesariamente conlleva una disminución en su consumo, sino más bien lo contrario.
Esto se ilustra claramente en su ejemplo sobre las máquinas de vapor más eficientes, que en lugar de reducir el consumo de carbón, llevaron a un aumento en el número de máquinas utilizadas.
Algunas de las predicciones William Jevons. Foto:Twitter: @mattsnyer
Esta paradoja también se refleja en situaciones modernas, como el aumento del tráfico cuando se amplía la red de carreteras, lo que sugiere que la eficiencia en el transporte puede incentivar un mayor uso del mismo en lugar de reducirlo. A pesar de los avances tecnológicos, esta advertencia de Jevons plantea importantes cuestionamientos sobre cómo las soluciones tecnológicas pueden influir en el consumo de recursos.
Los avances tecnológicos en la gestión del agua
Cristina Monge Lasierra, politóloga de la Universidad de Zaragoza, destaca la importancia de las ciudades en la batalla por la sostenibilidad, ya que se prevé que el 75 por ciento de la población mundial y entre el 80 por ciento y el 85 por ciento de la riqueza se concentren en las áreas urbanas.
Aunque la agricultura y la ganadería representan el 80 por ciento del consumo de agua, su uso está directamente relacionado con la demanda de alimentos en las ciudades, donde vive la mayoría de la población. Los restantes grandes consumidores son la industria y el uso urbano.
La urgencia de integrar el agua como un elemento esencial para repensar las ciudades se hace evidente en episodios extremos como la sequía que ha experimentado España en los últimos años.
La desalinización del agua de mar, aunque eficaz, consume grandes cantidades de energía y genera residuos, lo que plantea desafíos ambientales. Además, aprovechar el agua atmosférica en regiones con humedad inferior al 70% también requiere una cantidad sustancial de energía, lo que hace que esta solución sea ineficiente en muchas áreas.
A pesar de los avances tecnológicos, persisten los desafíos en la gestión del agua, y es esencial abordar el aumento de la demanda y garantizar el a agua potable en regiones con menos recursos y saneamiento.
La inversión en mejoras y soluciones tecnológicas, junto con un enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia, es fundamental para abordar la crisis global del agua. La tecnología puede ser una aliada, pero la gestión inteligente y responsable del recurso sigue siendo un desafío crucial en el siglo XXI.
Temperatura récord: el valle de la Muerte de California registra 54,4 °C a la sombra
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por La Nación, y contó con la revisión de la periodista y un editor.