Explicativo

Poderosa oración para pedir por un familiar enfermo en el mes de diciembre

No debe dejar que la angustia y la desesperación se apoderen de su fe en Dios.

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Leidy Estefanía Rico Arboleda

PERIODISTA05.12.2024 18:24 Actualizado: 05.12.2024 18:31

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Durante diciembre se llevan a cabo algunas de las festividades religiosas más importantes para la iglesia y sus fieles creyentes, como el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, en el que las familias salen de sus casas para encender algunas velitas para dar gracias y pedir por los sueños del siguiente año.

(Lea también: Calendario de Adviento: días de ayuno, oración y reflexión, siga el día a día).

Pero, sin duda, la más importante de estas es la Navidad, que tiene como fin festejar el nacimiento del Niño Jesús, renovando la fe de los creyentes. Aunque no se conoce la fecha exacta en la que nació el hijo de Dios, la religión se basó en el calendario litúrgico filocaliano del año 354, según ‘Opus Dei’.

Son fechas que están pensadas para compartir en familia, renovar la fe y crear momentos inolvidables antes de que termine el año, pero algunos pasan por situaciones difíciles en los que les puede costar sentirse agradecidos por las bendiciones del año, como en el caso de quienes tienen un ser querido enfermo.

(Siga leyendo: Oración a San Juan XXIII para pedirle a Dios el don de la paz y por sus necesidades).

Aunque la enfermedad lo puede conducir a la angustia, al repliegue sobre sí mismo e incluso a la desesperación o rebelión contra Dios, debe mantenerse fuerte y recordar que el todopoderoso siempre está con usted en la oración, por esto le traemos una que pide especialmente por un familiar enfermo, de acuerdo con ‘Catholic.net’.

Oración para pedir por un familiar enfermo en diciembre

Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás realmente presente en el santísimo sacramento del altar y en cada uno de nosotros.

Te alabamos y te adoramos por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo.

Tú eres la plenitud de la vida.

Tú eres la resurrección y la vida.

Tú eres, señor, la salud de los enfermos.

Hoy queremos presentarte a todos los enfermos, porque para ellos no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.

Tú eres el eterno presente y tú los conoces. Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos, para que todos reconozcan que tú estás vivo en tu Iglesia hoy; y que se renueve su fe y su confianza en ti; te lo suplicamos, Jesús.

Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma que están orando y oyendo los testimonios de lo que tú estás haciendo por tu Espíritu renovador en el mundo entero.

(De interés: El poder de rezar el 'Padre nuestro' en arameo, como Jesús nos los enseñó: así lo puede recitar en su lengua original y su significado).

Ten compasión de ellos, señor.

Desde ahora te lo pedimos.

Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión.

Te lo pedimos, Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre. Sánalos, señor, sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón, sánalos en su alma, dales vida en abundancia.

Te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz. La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre.

Tú nos has revelado que ya has tomado sobre ti todas nuestras dolencias y por tus santas llagas hemos sido curados.

Hoy, señor, te presentamos en fe a todos los enfermos que nos han pedido oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la salud.

Te pedimos por la gloria del padre del cielo, que sanes a los enfermos que van a leer esta oración. Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de tu nombre.

Para que tu reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor. Todo esto te lo pedimos, Jesús, porque tú eres Jesús, tú eres el buen pastor y todos somos ovejas de tu rebaño.