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Papa Francisco explicó el significado de la virtud de templanza: ‘Poder sobre sí mismo’

Esta costumbre no solo fue practicada por los cristianos, sino también por griegos como Aristóteles.

El pontífice hace un llamado a pensar antes de actuar y hablar. Foto: iStock

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Leidy Estefanía Rico Arboleda

PERIODISTA17.04.2024 15:40 Actualizado: 17.04.2024 15:49

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La virtud de la templanza es una de las cuatro virtudes cardinales que deben aprenderse, practicarse, convertirlas en costumbre para que se vuelvan hábitos de los padres, quienes deben explicarla a los fieles creyentes para ayudar a dominar sus impulsos, según la página web religiosa ‘Catholic.net’.

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La virtud mencionada, asegura el dominio sobre los instintos, el abuso, desenfreno, exceso, gula, imprudencia, incontinencia, indiscreción, intemperancia, ligereza y la temeridad. Simboliza el término medio, entre el libertinaje y la insensibilidad.

El miércoles 17 de abril de 2024, el papa Francisco realizó su catequesis a la Audiencia General, dedicando ese espacio para hablar precisamente de la cuarta y última virtud cardinal: la templanza.

¿Para qué sirve la virtud de la templanza?

El pontífice explicó un poco del origen de las virtudes cardinales, ya que también las practicaron los griegos con el fin de obtener la felicidad. Puesto que en sus inicios, Aristóteles se preguntaba: “¿Por qué todos buscamos la felicidad y, sin embargo, tan pocos la alcanzan?”, de acuerdo con ‘Aciprensa’.

Como solución a esa duda, el filósofo: “aborda el tema de las virtudes, entre las que ocupa un lugar de relieve la enkráteia, la templanza. El término griego significa literalmente ‘poder sobre sí mismo’, la capacidad de autodominio, el arte de no dejarse arrollar por las pasiones rebeldes, de poner orden en lo que Manzoni llama el ‘revoltijo del corazón humano’”, dijo el Papa.

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San Benito falleció en el año 547 d.c, en la Abadía de Montecasino, Italia. — No realice promesas que no podrá cumplir. Foto:iStock

Francisco continuó con su discurso: “La templanza, como dice la palabra italiana, es la virtud de la justa medida. En cada situación, se porta con sabiduría, porque las personas que actúan movidas por el ímpetu o la exuberancia son, en última instancia, poco fiables”.

Por lo que el Papa hace un llamado a pensar antes de actuar y de prometer cosas, como lo haría una persona temperamental: “No decir lo primero que piensa, sino pensar lo que debe decir. No hace promesas vacías, sino que se compromete en la medida en que puede cumplirlas”.

“La persona temperamental sabe pesar y dosificar bien las palabras. No permite que un momento de ira arruine relaciones y amistades que luego solo pueden reconstruirse con gran esfuerzo”.

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“Si la persona temperamental sabe controlar su irascibilidad, esto no significa que siempre se la vea con un rostro pacífico y sonriente. De hecho, a veces es necesario indignarse, pero siempre de la manera correcta”.

“No es cierto que la templanza nos vuelva grises y sin alegría, al contrario, hace que uno disfrute mejor de los bienes de la vida: estar juntos en la mesa, la ternura de ciertas amistades, la confianza de las personas sabias, el asombro ante la belleza de la creación”.

“Oremos al Señor para que nos dé este don, el don de la madurez, de la madurez de la edad, de la madurez afectiva, y madurez social. El don de la templanza. Gracias”, culminó su mensaje el papa Francisco.