Matrimonio: ¿por qué los seres humanos deciden casarse? Le contamos

En un mundo en constante evolución, donde las dinámicas sociales y las estructuras familiares han experimentado transformaciones significativas, el matrimonio sigue siendo una institución arraigada en la sociedad humana. La pregunta que persiste a lo largo del tiempo es: ¿por qué los seres humanos deciden casarse?

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De acuerdo con el portal web 'Concepto', el matrimonio o unión conyugal es una institución social fundamental, que involucra a dos personas físicas y naturales. Es la forma de oficializar un vínculo de pareja y someterlo a las normativas legales, sociales, morales e incluso religiosas dictaminadas por la sociedad.

El matrimonio, con existencia milenaria, se remonta a sociedades con estructuras legales y estatales muy distintas a las contemporáneas. La palabra 'matrimonio' proviene del latín 'matrimonium', fusionando 'madre' y 'monia', término utilizado para ceremonias o situaciones legales. La institución matrimonial ha evolucionado, pero su esencia como vínculo significativo perdura.

El matrimonio, comúnmente regulado por la ley, se considera la base de la sociedad. La necesidad de perpetuar la especie y proteger a las generaciones futuras impulsa la unión matrimonial, convirtiéndola en un pilar esencial para el desarrollo de la sociedad humana.

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El portal web 'Zankyou' explora las razones detrás de la decisión de casarse, desmitificando la idea de que el matrimonio es simplemente una tradición o una obligación. Aquí se destacan algunos motivos que llevan a las parejas a dar el paso hacia el matrimonio.

En el pasado, casarse era una obligación que marcaba el camino hacia el futuro. Hoy, el matrimonio ha evolucionado hasta convertirse en una elección consciente. Las parejas maduras toman esta decisión con independencia de las expectativas sociales, buscando unir sus vidas con aquellos que entienden que el amor implica libertad y un compromiso diario para nutrir la relación.

Contrariamente a las percepciones pasadas, el matrimonio tiende a elevar los niveles de felicidad. La conexión basada en la amistad, según el psicoterapeuta Joel Aceves, ofrece la posibilidad de aumentar la felicidad al encontrar a alguien que complemente desde la perspectiva de pareja, convirtiéndose en el mejor amigo.

El impulso humano hacia la compañía se traduce en la elección de compartir la vida con alguien amado. Esta decisión va más allá de buscar la felicidad personal; compartir experiencias con otro individuo contribuye a la integridad personal, proporciona fortaleza, bienestar y un apoyo mutuo fundamental en los momentos difíciles.

A medida que la vida avanza, se experimentan diferentes etapas. El matrimonio se presenta como un paso natural en la evolución personal, un proceso que se siente como una progresión natural hacia niveles más profundos de compromiso. Los cambios en gustos, necesidades y afectos impulsan este avance.

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La experiencia de haber tenido relaciones previas lleva a reconocer 'el amor de tu vida'. Joel Aceves señala que este momento impulsa el deseo de formalizar la relación, ya que se percibe una fortaleza inquebrantable entre ambos, donde incluso las diferencias contribuyen al vínculo.

El acto de contraer matrimonio no solo estabiliza la vida emocional sino que también establece cimientos sólidos en varios aspectos. Contar con un respaldo económico compartido genera seguridad, fortaleza y libertad, reduciendo el estrés financiero al gestionar los recursos de manera conjunta.

El envejecimiento y las inevitables enfermedades que acompañan a esta etapa de la vida refuerzan la comprensión de que el tiempo transcurre de manera conjunta. A pesar de la edad y los desafíos físicos, las parejas que han construido una vida juntas encuentran apoyo mutuo y comprensión durante esta fase de la relación.

En la actualidad, la decisión de formar una familia se toma de manera más autónoma. La investigación de Stephen McKay y Harry Benson destaca que esperar a casarse antes de tener hijos reduce significativamente las probabilidades de divorcio, subrayando la importancia de decisiones conscientes.

La madurez lleva a comprender que la felicidad no se busca en otra persona, sino en un compañero de vida que sea un aliado fundamental. Más allá de la dependencia, el matrimonio se percibe como una oportunidad de crecimiento, donde el amor va más allá de las representaciones convencionales y se adentra en valores, la importancia de la familia y la búsqueda conjunta de metas, experimentando tanto sacrificios como recompensas significativas.

El matrimonio va más allá de las tradiciones y obligaciones; es una elección que refleja la búsqueda de conexión, estabilidad y crecimiento compartido en la complejidad de las relaciones humanas.

MARÍA CAMILA SALAS V

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO