La mansión Playboy tiene nuevo dueño, quien ya tiene planes para ella: esto le hará

La mansión Playboy, situada en el prestigioso barrio de Holmby Hills, Los Ángeles, fue adquirida por el magnate griego Daren Metropoulos, por una suma de 100 millones de dólares.

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Este lugar, que durante décadas fue el epicentro de las fiestas más exclusivas y salvajes de Hollywood, había sido propiedad de Hugh Hefner, fundador y editor de la famosa revista 'Playboy', hasta su fallecimiento en septiembre de 2017.

La compra de la mansión incluyó una cláusula que estipulaba que el nuevo propietario solo podría hacerse cargo de la propiedad una vez que Hefner falleciera, lo cual finalmente ocurrió en 2017, a la edad de 91 años.

Después de la adquisición, Metropoulos expresó su entusiasmo por la oportunidad de transformar una de las mejores propiedades del país y restaurar meticulosamente la mansión, manteniendo los más altos estándares de calidad.

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Sin embargo, la restauración no comenzó de inmediato, y tras la muerte de Hefner, la mansión Playboy fue saqueada. Se sustrajeron objetos como juguetes sexuales, estatuas doradas, sábanas usadas, lencería y obras de arte valiosas, según lo reportó 'The Us Magazine Globe' en su momento.

Incluso se llevaron partes de la mampostería y piedras de la icónica gruta con estanque que era una característica distintiva de la residencia.

Finalmente, llegó el momento de la remodelación, bajo la dirección del arquitecto Richard Landry, conocido como el "rey de la megamansión". Landry ha trabajado para celebridades como Tom Brady, Giselle Bündchen, Sylvester Stallone y Mark Wahlberg, entre otros.

La mansión Playboy cuenta con 29 habitaciones y aproximadamente 1300 metros cuadrados de espacio interior. Según testimonios de ex 'conejitas' que vivieron allí en los últimos años de Hefner, la residencia estaba en un estado bastante deteriorado, ya que su propietario prefería mantener el diseño de los años 80 sin aplicar ninguna innovación.

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Por lo tanto, la remodelación abarca no sólo la modernización, sino también la restauración de este lugar que ha sido testigo de numerosas leyendas de Hollywood y que ahora, bajo la dirección de Daren Metropoulos, se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia.

La mansión se prepara para una transformación que abarcará desde la construcción de un sótano hasta cambios significativos en su interior y jardín, según reveló el medio británico ‘Daily Mail’, que tuvo al plan de obra registrado en el Departamento de Planificación Urbana de Los Ángeles.

Entre los cambios más notables se encuentra la creación de un nuevo sótano bajo la construcción original de la mansión, ampliando aún más sus dimensiones. Además, se llevará a cabo una minuciosa revisión de cada rincón de la residencia, incluyendo la suite de invitados del segundo piso, para asegurarse de que todo esté a la altura de las expectativas.

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La remodelación también contempla la renovación de la cocina, la sala familiar, los baños y los tocadores. Se incorporarán tragaluces para inundar de luz el interior de la mansión, y se instalará un nuevo montaplatos para agilizar la entrega de comida a los residentes de diferentes pisos. Además, el hueco del ascensor existente será modificado para albergar una cabina más moderna.

La sala de cine, en la que Hefner solía disfrutar de películas clásicas en compañía de sus conejitas e invitados, será ampliada, y se construirá una nueva zona destinada a un "simulador de golf", agregando un toque de entretenimiento adicional.

La mansión también planea expandirse en su espacio exterior. Parte de las renovaciones incluirán la renovación del estanque con su emblemática gruta, que solía ser el epicentro de las candentes fiestas de Hefner. Se construirá una nueva cabaña cerca del estanque, que contará con una piscina de natación.

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Además, se agrandará la terraza trasera para ofrecer más espacio para el entretenimiento al aire libre. También se incluirá un lujoso solarium con un spa-jacuzzi, que permitirá a los residentes disfrutar de la tendencia actual de la zambullida fría, una práctica que celebridades como Gwyneth Paltrow, Madonna y Lady Gaga han adoptado.

Tras todas estas remodelaciones, la mansión principal tendrá una superficie residencial de aproximadamente 1670 metros cuadrados, lo que equivale a ocho veces el tamaño de una casa promedio en Estados Unidos.

En consonancia con los informes previos sobre el deterioro del predio en general, se iniciaron trabajos de restauración en la mansión Playboy. Estos incluyen la reparación de la estructura de madera original, que había sufrido daños debido a termitas y podredumbre seca.

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Estas remodelaciones, que buscan devolver el esplendor a la residencia, conllevan un costo total de 10 millones de dólares. A pesar de los cambios realizados, la exmansión Playboy seguirá siendo un lugar lleno de lujos y comodidades, manteniendo el legado del legendario Hefner, aunque es evidente que la era de las conejitas quedó atrás en el tiempo.

La casa que hoy está siendo sometida a una profunda renovación fue originalmente construida en 1927 por el arquitecto Arthur Kelly para Arthur Letts Jr., hijo de un adinerado británico propietario de vastas tierras en los Estados Unidos.

Este terreno, que fue adquirido y bautizado como Holmby Hills en honor al pueblo natal inglés de Letts, se convertiría en el escenario de la mansión Playboy.

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Lamentablemente, el padre de Letts falleció en 1923 antes de poder realizar su sueño de construir una casa con un estilo similar al de su patria, por lo que su hijo decidió erigir una residencia de estilo gótico tudor inglés como homenaje a su progenitor.

Después de la muerte de Arthur Letts Jr. en 1959, la casa fue adquirida por el inventor y maestro del ajedrez Louis Statham, quien residió allí hasta 1971. Fue entonces cuando un singular empresario originario de Chicago llamado Hugh Hefner compró la propiedad por un millón de dólares, transformándola en una de las mansiones más famosas del mundo.

Recientemente, la mansión y la vida de Hefner volvieron a ser noticia gracias a la publicación de un libro escrito por su viuda, Crystal Hefner, titulado ‘Only Say Good Things: Surviving Playboy and Finding Myself’ (Solo di cosas buenas: sobreviviendo a Playboy y encontrándome a mí misma). En este libro, la tercera esposa del dueño de la mansión Playboy desmitifica la idea de que la residencia era un paraíso de diversión, revelando sus experiencias durante su estancia en la famosa residencia.

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Crystal Hefner narra cómo, con el tiempo, su sueño de vivir en la mansión se convirtió en una rutina de sometimiento al narcisismo del propietario de la casa.

También describe los encuentros sexuales en la mansión y revela los hábitos controvertidos de Hefner, como la grabación de fiestas sexuales con cámaras ocultas, muchas de ellas con invitados famosos.

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