Salvatore Totó Riina: la historia del ‘capo de capos’ de la Cosa Nostra

Es considerado el padrino más sanguinario de la historia. Murió en 2017 privado de la libertad.

Salvatore Totò Riina Foto: AFP / Alessandro FUCARINI

03.01.2022 17:15 Actualizado: 04.01.2022 00:00

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Para hablar de la Cosa Nostra o de la denominada Mafia siciliana hay que remontarse a una historia de casi 200 años. Se inició en el siglo XIX con el abandono estatal del gobierno Italiano a las regiones campesinas y con el auge del capital en ese país.

El respeto por la propiedad privada no se ejercía en la isla de Sicilia, al sur de Italia, en el siglo XIX y los empresarios empezaron a formar pequeños ejércitos privados para salvaguardar sus propiedades. Así, estos pequeños grupos de hombres armados empezaron a ser más eficientes que las autoridades italianas y comenzaron a ganarse el respeto entre la alta sociedad del sur.

Por lo que se podría decir que se gestó una aristocracia mafiosa, que dominaba algunos ámbitos de la sociedad italiana.

De a poco se fueron introduciendo en la política, extorsionando dirigentes para ejercer presiones en algunos votantes y poner a gobernantes adrede, que fueran en concordancia con los negocios que ellos mismos protegían. Sin embargo, esto produjo un roce entre mafias, que desencadenó una guerra que duró hasta 1981.

Vista de una esquela del ex jefe supremo de Cosa Nostra, la mafia siciliana, Totó Riina, que contiene el nombre de varias personas asesinadas por la mafia en Ercolano (Italia). Foto:EFE

Ascenso de Totó Riina

Nació en 1930 en Corleone, al sur de Italia, un pequeño pueblo campesino, que inspiró al director Francis Coppola a realizar las películas inspiradas en la Cosa Nostra, ‘El Padrino’ (1972).

querían mandar en la política, conquistar Italia. Ese fue su error

A los 13 años se convirtió en la cabeza del hogar, pues su padre y su hermano murieron luego de intentar sacar la pólvora de una bomba de la Segunda Guerra Mundial que no había estallado. Tras la explosión, la vida de Salvatore no volvió a ser la misma, ya que se dedicó al mundo delictivo para conseguir comida que sostuviera a su familia, informó el diario ‘El País’.

Totó Riina fue uno de los delincuentes más buscados en el mundo Foto:Archivo Particular

Sus primeros asesinatos los realizó tan solo un par de años después, con 15 años. Con el tiempo y demás atrocidades a sus espaldas, logró entrar a la ‘Corleonesa’, un clan de la Cosa Nostra dirigido por Luciano Leggio, reconocido mafioso sisciliano, quien caería preso en 1974.

Con Leggio tras las rejas, el poder de la ‘Corleonesa’ quedó en manos de Salvatore Totó Riina, quien pudo apoderarse de toda la mafia tras el asesinato de Estefano Bontade, miembro de la comisión reguladora del organo delictivo y con quien se encontraban en guerra.

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Desde entonces, se desató un conflicto a muerte con clanes rivales que duró hasta entrados en la década de los 90. Según informó el diario ‘El País’, de 1981 a 1983 Riina y sus colegas Giuseppe Madonia y Loluca Bagarella, desaparecieron y asesinaron más de 1.700 opositores.

“Fue un exterminio étnico, suprimieron de la faz de la tierra a la aristocracia mafiosa y luego fueron a por el Estado: funcionarios, policías, militares, magistrados... querían mandar en la política, conquistar Italia. Ese fue su error”, recuerda el periodista Atilio Bozzoni en conversación con el medio citado.

Su lucha contra el estado italiano y la caída de su reinado

Su estrategia de sangre llevó a la organización criminal más potente del mundo a un callejón sin salida. Desnaturalizó su ADN

Tras tomar el poder de la Cosa Nostra Totó Riina decidió emprender una campaña sanguinaria contra todo aquel que fuera en contraposición de sus intereses incluídos magistrados, generales y dirigentes políticos.

En 1982, un año después de coronarse como Padrino, Riina ordenó asesinar al general Carlo Alberto Dalla Chiesa, quien se había posicionado como coronel de la policía de Sicilia para hacerle frente a la mafia.

Chiesa murió junto a su esposa seis meses después de haberse posicionado en el cargo, luego de que Giuseppe Pino Greco, de la Cosa Nostra, lo asesinara a tiros en su carro.

Lo propio hizo la mafia con Giovanni Falcone y de Paolo Borsellino, los magistrados que habían enjuiciado a más de 300 hombres de Totó Riina, en lo que se llamó los enjuiciamientos del ‘Maxiproceso’, en 1986. Como consecuencia, la mafia hizo explotar sus vehículos y murieron.

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Magistrado Giovani Falcone (segundo a la izquierda), junto a su grupo de guardaespaldad antes de ser asesinado por la Cosa Nostra Foto:AFP

Tras los atentados a estos mandatarios de la justicia italiana, el gobierno decidió llegar a un acuerdo con Riina, en el cual se estipula un cese al fuego y otras condiciones un tanto surrealistas como la baja del precio de la gasolina en Sicilia.

Aunque logró un acuerdo, fue capturado en enero de 1993 en el centro de Palermo cuando estaba esperando al cambio de un semáforo en rojo.

Murió enjuiciado a los 87 años de edad y con una condena de 26 cadenas perpetuas por perpetrar cientos de asesinatos y declararle la guerra al estado italiano.

“Su estrategia de sangre llevó a la organización criminal más potente del mundo a un callejón sin salida. Desnaturalizó su ADN, una invisibilidad que perdió con las bombas (...) Con los atentados de 1992, Riina provocó la reacción de todo un país contra su organización, un hecho insólito en la historia de Italia”, menciona el periodista Bolzonni.

“Un fenómeno que causó la ruina económica y militar de la organización y permitió a la ´Ndrangheta, la mafia calabresa, convertirse en la potencia criminal más importante y rica del mundo”, finaliza.