En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Contenido automatizado
Ganó el premio mayor de ‘¿Quién quiere ser millonario?’, pero descubrieron que hizo trampa y terminó debiendo millones al programa
El fraude fue descubierto gracias a un sonido clave: toses estratégicas desde el público que guiaron al concursante hacia las respuestas correctas.
Charles Ingram ganó el premio máximo de un millón de libras en el programa británico ¿Quién quiere ser millonario? pero fue acusado de hacer trampa durante la grabación. Foto: Captura de Pantalla YouTube: Who Wants To Be A Millionaire?
Charles Ingram, un exmayor del ejército británico, logró lo que parecía imposible al responder correctamente cada una de las preguntas del programa de televisión '¿Quién quiere ser millonario?' y llevarse el premio máximo de un millón de libras esterlinas en esa época (aproximadamente más de $ 5.552 millones de pesos colombianos).
Sin embargo, su victoria rápidamente se convirtió en un escándalo cuando se reveló que había hecho trampa para alcanzar el triunfo.
Desde el inicio, la participación de Ingram en el popular concurso televisivo estuvo marcada por su actitud dubitativa. Durante la grabación, el concursante repetía cada una de las opciones, se tomaba largos silencios y parecía incierto en sus respuestas. Pese a ello, lograba acertar en cada ronda, incluso en preguntas sobre temas que no conocía. El 10 de septiembre de 2001, Chris Tarrant, el anfitrión del programa, le entregó el cheque millonario en un emotivo cierre lleno de aplausos y papel picado.
El público presente y los espectadores televisivos no sospechaban nada, pero dos días después, Ingram recibió una llamada del productor Paul Smith. “Tengo que decirte que tenemos sospechas de que hubo irregularidades durante la grabación del programa en el que participaste”, le informó. La alegría del exmayor se transformó en incertidumbre.
El análisis posterior reveló que Ingram no actuó solo. Diana Ingram, su esposa, y Tecwen Whittock, un futuro participante que estaba en la audiencia, colaboraron con él para manipular las respuestas. Whittock emitía una tos cada vez que Charles mencionaba la opción correcta, guiándolo discretamente hacia la respuesta acertada. En total, los productores identificaron unas 192 toses en las grabaciones, varias de ellas provenientes de los cómplices de Ingram.
Otro detalle que llamó la atención fue una llamada telefónica entre Diana y Whittock tras el primer día de participación de Charles. Aunque ella declaró que era una conversación “amistosa”, los fiscales consideraron que formaba parte del plan para engañar al programa.
El exmayor del ejército no actuó solo; su esposa, Diana Ingram, y un futuro participante, Tecwen Whittock, estuvieron involucrados en la estafa. Foto:Captura de Pantalla YouTube: Who Wants To Be A Millionaire?
Juicio y condena
En marzo de 2003, el caso llegó al Tribunal de la Corona de Southwark, donde Charles, Diana y Whittock enfrentaron cargos por fraude. Durante el juicio, Charles insistió en que conocía las respuestas por su educación y que su comportamiento se debía al estrés. Por su parte, Whittock atribuyó sus toses a alergias, pero las pruebas en su contra fueron contundentes.
El 7 de abril de 2003, el jurado declaró culpables a los tres implicados. Charles y Diana recibieron sentencias de 18 meses de prisión suspendida y debieron pagar multas y costos legales que sumaron 115.000 libras. Whittock, en tanto, fue condenado a 12 meses de prisión suspendida, una multa de 10.000 libras y 7.500 libras adicionales en costas.
Ingram no solo perdió el premio millonario, sino que terminó debiendo miles de libras al programa y enfrentando la quiebra años después. Foto:Captura de Pantalla YouTube: Who Wants To Be A Millionaire?
De la gloria al anonimato
El caso no solo arruinó la reputación de los involucrados, sino que también impactó en sus vidas personales. En 2010, Ingram sufrió un accidente con una cortadora de césped que le costó tres dedos del pie. Actualmente, vive con su esposa Diana en una tranquila zona rural de Inglaterra. Ella se dedica al diseño y venta de joyas, mientras que él enfrenta dificultades económicas, declarando la bancarrota en 2023.
Este intento de engaño quedó grabado en la memoria colectiva como “el mayor tosedor” y sigue siendo recordado como una de las tramas más absurdas y fascinantes en la historia de los concursos televisivos.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.