Después de participar durante cinco años consecutivos en el Campeonato Mundial de Baile de Tango (celebrado en Buenos Aires desde 2003), Valentín Arias y Diana Franco finalmente lograron el primer puesto.
Llevan diez años bailando juntos y 17 por separado. Tenían una coreografía exigente que preparaban desde el concurso del año pasado y, sin embargo, solamente faltando unos días para mandar la muestra (pues este año el concurso se manejó de forma virtual) la pareja manizaleña se decidió por competir.
“Yo estaba reacio a que la pareja compitiera este año porque no me llamaba la atención que el concurso fuera virtual. Pero luego me llamaron unos maestros de Argentina y me dijeron: ‘Cómo se les ocurre no participar, la cultura del tango no puede dejarse vencer por la pandemia’. Y me convencieron. Entonces dije a los muchachos que se alistaran, porque teníamos casi que solo una semana para volver a estar en forma”, cuenta John Freddy Ríos Castaño, director de la compañía de baile Unión Latina, en Manizales, coreógrafo de los campeones.
Y es que los bailarines tuvieron que interrumpir su exigente rutina con la llegada de la pandemia, así que no tenían el estado físico que se requiere. “Normalmente, ensayamos cada día por periodos de cuatro a cinco horas. Durante la pandemia hemos bajado el ritmo, pero ya lo estamos recuperando”, adelanta Valentín Arias.
Por su parte, Diana Franco agradece el hecho de que, de todas formas, hayan podido participar (y ganar, por supuesto). “No todas las parejas que suelen participar en el mundial se animaron a hacerlo. Algunas ni siquiera pudieron verse para ensayar”, comenta.
Finalmente, por encima de todas las dificultades, la pareja fue votada como la mejor del mundo (compitiendo contra concursantes argentinos, rusos, japoneses y de otras nacionalidades) tanto por los jueces como por el público, que en esta versión del campeonato fue quien escogió a los ganadores. Los manizaleños recibieron casi 8.000 votos.
Por más de que le agreguemos figuras e influencias de otras corrientes de danza, los colombianos lo bailamos muy tranquilo, muy parecido a los argentinos
Pero ¿qué es lo que hace que en Colombia tenga una relación tan estrecha con esta cultura musical del sur del continente? Para Valentín Arias, el amor de algunos colombianos por el tango data de nuestras generaciones pasadas. “Aquí, en Manizales, vivió mucho tiempo Armando Moreno, una de las personas claves en ese proceso de promover el tango en nuestro país. Progresivamente ha crecido la tradición de esta danza en Colombia y ahora hay muchos exponentes”, dice.
En esto coincide Diana Franco, su pareja de baile, quien explica que “la cultura tanguera crece cada vez más, sobre todo en ciertas ciudades. En Manizales es muy fuerte, pero también en Medellín. Creo que tiene que ver el hecho de que allí muriera Gardel”, dice la bailarina.
De hecho, Arias y Franco son la tercera pareja colombiana que se lleva un primer puesto en este campeonato de baile. En 2006, Carlos Paredes y Diana Giraldo ganaron en la categoría de tango de escenario y, en 2010, Diego Julian Benavides y Natasha Agudelo ganaron en la categoría de tango de Salón.
“Creo que nuestro éxito tiene que ver con que entendemos bien cómo conservar la esencia del tango a la hora de bailar, por más de que le agreguemos figuras e influencias de otras corrientes de danza. Los colombianos lo bailamos muy tranquilo, muy parecido a los argentinos”, enfatiza Arias.
Y respecto a su propia relación con el tango, Diana Franco cuenta que vino de la influencia de sus padres. “Ellos no lo bailan, pero lo aman mucho. Desde que soy niña he estado oyendo tango en mi casa, así que aprendí a quererlo rápidamente y luego decidí que iba a dedicarme a bailarlo profesionalmente”, comenta.
La historia de Arias tiene cosas en común con la de Franco, pero tiene un origen diferente, pues cuenta que cuando era niño le parecía que el tango era ‘música para viejitos’, pero el amor de su mamá por las melodías argentinas terminó por contagiarlo y comenzó a practicar el baile en una academia cuando tenía siete años. “Poco a poco el tango se fue metiendo a mi vida al punto de que no puedo vivir sin él”, apunta el bailarín.
Pero, con todo y su gran experiencia, estos ‘tangueros’ nunca habían participado en un concurso de manera remota. Ambos coinciden en que no se siente igual bailar para una cámara. “Los artistas estamos acostumbrados a sentir el calor de la gente, a oír los aplausos, a la presión de estar en un escenario. En ese sentido competir de manera virtual, haciendo un video ensayado, fue un poco raro. Pero lo hicimos con el mismo nivel de siempre”, dice Arias.
Esa ausencia del público se compensó con su presencia en las votaciones para que la pareja manizaleña ganara el mundial. “Eso, para nosotros, es muy valioso porque quiere decir que de verdad nos hemos ganado el cariño de la gente incluso fuera de Colombia. El año pasado también fuimos la pareja más votada por el público, con unos 17.000 votos”, comenta Franco.
Lo que ahora viene para la pareja es seguir entrenando para poder ir a participar a Buenos Aires el año entrante. “Queremos ganar allá en el Luna Park. Es un escenario mítico. Vamos a trabajar duro para lograr eso”, concluye Arias.
MATEO ARIAS ORTIZ
Redacción Domingo
EL TIEMPO
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