Carta de una fan que hoy lamenta la muerte de Liam Payne: ‘Su música me acompañó en los hitos más importantes y las situaciones más tristes’

incertidumbre, confusión y una inmensa tristeza fue lo que sintieron miles de personas alrededor del mundo después de la noticia sobre la muerte de Liam Payne. El joven británico hizo parte del antes y después de la vida de muchos fanáticos que aprendieron sobre el amor y otras cosas maravillosas con la llegada de One Direction a sus vidas.

Tengo grabada en mi memoria la primera vez que vi a Liam a través de mi pantalla. Al igual que muchos, conocí sobre la 'boyband' británico-irlandesa en 2012, cuando una amiga me mostró el video musical del primer sencillo de la agrupación, 'What makes you beautiful'.

Fue él quien inició la canción que rompería récords y que sería recordada como una de las más importantes en la historia de One Direction, aquella que les abriría puertas y que dejaría en alto el nombre del grupo.

Juvenil, fresco y único, así fue el sencillo con el que los cinco jóvenes de Inglaterra e Irlanda se lanzaron al mundo. Después de un exitoso paso por el programa de competencia de canto 'The X Factor', Liam, Harry, Louis, Niall y Zayn estaban listos para abrir las fronteras y trascender todas las barreras del lenguaje.

Apareció Liam en el cuadro, el primero en tener un primer plano. Con su cabello ondulado, hipnotizantes ojos marrón y su característico lunar en el cuello. Responsable de la primera estrofa, fue quien le dio la bienvenida a millones de personas que, al culminar los tres minutos que dura la canción, se convertirían en fieles seguidoras de One Direction.

(De interés: ‘History’, la conmovedora canción de Liam Payne que sus fans hoy recuerdan en su despedida).

Liam Payne hizo parte de varios momentos fundamentales de mi vida. Él y los demás de la 'boyband' me llenaron de ilusión y me hicieron vivir sentimientos que nunca había sentido. 

Marcaron mi infancia y mi adolescencia, su música me acompañó en los hitos más importantes y las situaciones más tristes. Había una canción de ellos para todo lo que vivía y pasar mis días a la espera de un nuevo video, un nuevo álbum o un nuevo sencillo era sencillamente emocionante.

Mis mejores amigas y yo hablábamos de ellos constantemente, estábamos pendientes de lo que hacían y soñábamos con el día en que los veríamos en vivo. Marah, María Alejandra y yo teníamos cada una un integrante favorito: Liam, Zayn y Harry, respectivamente. Aunque los amábamos a todos por igual. 

Estos sentimientos, únicos de la experiencia fan, llenaron mi vida de momentos felices y de muchos recuerdos. Memorias sobre lo que significa ser una niña con ilusiones y querer algo con todas las fuerzas del corazón. Aprender a amar, por encima de lo material y lo físico, fue fascinante. Conocer un amor que trascendía las barreras culturales, que no le importaba el lenguaje, la distancia y toda la imposibilidad del asunto, fue maravilloso. 

(Lea aquí: Falleció Liam Payne a sus 31 años: así fue la vida del cantante británico y exintegrante de One Direction).

Aunque mi amor por One Direction estuvo acompañado de críticas de adultos y otras personas que lo veían como algo ridículo, infantil, efímero e insignificante, nunca me dio vergüenza en que ser fan del grupo se convertiría en una parte importante de mi personalidad.

Recuerdo reír con los 'video diaries', la transmisión en vivo cuando promocionaron 'Midnight Memories', los chistes internos del 'fandom', como las zanahorias y las cucharas. Por encima de todo esto, recuerdo verlos en vivo por primera vez.

"Colombia, primero", dijeron los cuando anunciaron su primera gira de estadios que iniciaría en mi país de origen. Después de varios años de seguir su carrera, el momento de escuchar sus canciones en directo se iba a acercar.

Fui con mi mejor amiga, mi hermana y mi papá. Sentados en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, el 25 de abril de 2014, mi corazón se detuvo cuando proyectaron el video introductorio del 'tour'. Sentí las lágrimas en mis ojos y poco a poco se derramaron mientras ellos abrían la noche con 'Midnight Memories'.

Me perdí de tres canciones, porque no podía parar de llorar, la emoción me superó y sentía que estaba viviendo un sueño. Después, me recuperé y viví el momento.

La partida de Zayn, el último álbum de One Direction y el anuncio de su separación rompieron mi corazón en mil pedazos. Sus canciones sobre las despedidas, la nostalgia y los recuerdos me mostraron cómo las cosas también tenían un fin y haber vivido en la misma era que ellos había sido más que suficiente para acumular grandes memorias.

Hoy, 16 de octubre, tras el anuncio de la muerte de Liam, no puedo evitar pensar en la niña del pasado que aprendió a soñar despierta y a no sentir vergüenza por sus emociones.

(Siga leyendo: Así reacciona el mundo de la música a la muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, en Buenos Aires, Argentina).

Reconozco que, durante sus últimos años, no estuve pendiente de la carrera de Liam Payne, pues varias de sus declaraciones y más detalles sobre su vida privada que salieron a la luz, me incomodaron.

Incluso así, lloro su fallecimiento porque pienso en el cantante de 2012 hasta 2015 que me llenó de felicidad, el que escribió las canciones más bellas e hizo parte de mi infancia y adolescencia. 

Su muerte me recuerda sobre la fragilidad de la vida y lo inesperada que puede ser. Me duele, pero también aprovecho para recordar su legado musical y el gran impacto que tuvo en todos los 'directioners' alrededor del mundo.

Su partida me hace pensar en mi mejor amiga y lo felices que fuimos con One Direction, pienso en todo lo que vivimos juntas y nuestra inocencia al amar a desconocidos que jamás sabrían sobre nuestra existencia. Las fotos que subíamos a Facebook, editándonos junto a ellos, nuestra pijamada el 24 de abril de 2014 mientras contábamos las horas y nuestro abrazo el 25 de abril de 2014 cuando los vimos por primera vez.

Su fallecimiento me lleva a mis papás,  a mi tía y a mi abuela, quienes cumplieron con todos mis caprichos, me compraron todos los álbumes y se aseguraron de llevarme al concierto en Bogotá, aunque no comprendían las razones detrás de mi amor por los cuatro británicos y el irlandés.

También me recuerda a mi hermana, quien durante varios años me escuchó hablar sobre Liam y los demás integrantes. Fue ella quien ha estado a mi lado durante la tarde, mientras le cuento sobre lo que significa esta noticia.

Liam Payne, para mí, siempre representará eso: inocencia, felicidad, nuevas experiencias y mucha ilusión. Por siempre vivirá en sus canciones.

SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO