Andrés Oyuela es el fotógrafo de las estrellas en Colombia. Tanto actores como músicos, modelos y artistas emergentes han estado frente al lente de su cámara. Y, aunque su relación con la fotografía no fue amor a primera vista, fue este oficio el que lo llevó a trabajar para el periódico ‘The Wall Street Journal’ en Nueva York (Estados Unidos).
Oyuela (Bogotá, 1989) estudió Medios Audiovisuales con la idea de luego profundizar en cine. Pero,
tras sus buenos resultados en una clase de iluminación, un profesor le aconsejó cambiar su énfasis a fotografía. Así, el bogotano encontró la manera de conjugar su talento natural con la cámara con su pasión de toda la vida: la
moda.
Esta pasión la descubrió durante sus últimos años de colegio, cuando Oyuela trabajó en una biblioteca pública de Bogotá y era el encargado de organizar la sección de revistas culturales. “Casualmente, a este lugar llegaban todas las
revistas de moda colombianas. Los domingos realmente no trabajaba mucho, sino que me dedicaba a ver revistas.
Mi educación nació cien por ciento del mundo de las publicaciones, mi ojo se educó por las revistas”, recuerda el artista.
El talento estaba y, como dice el fotógrafo, recibió la bendición de tener padrinos que le ayudaron a forjar una carrera y “a que las cosas pasaran mucho más rápido”. Zizza Barroso fue su primera maestra, con quien trabajó dos años como asistente. En uno de los trabajos junto con Barroso, Oyuela conoció al estilista Franklin Ramos, otro de sus padrinos.
“Franklin me vio y me hizo dos preguntas: ‘¿Eres fotógrafo? ¿Tienes luces?’. Yo le dije que sí y me dijo: ‘Te espero en mi peluquería el lunes, lleva todo’. Llegué a su peluquería y me estaba esperando Marcela Mar, que estaba haciendo ‘Pura sangre’ y era la actriz del momento. Yo tenía 19 años. Tomé las fotos, muy nervioso, pero ella estaba confiada. No sé qué le habrá dicho Franklin, pero le generé confianza. Le hice unas
fotos y tuvimos una conexión muy bonita. En ese momento Twitter estaba causando mucho revuelo y
Marcela tuiteó una foto que le tomé con un comentario que decía ‘Párenle bolas a este fotógrafo’. A partir de ahí muchas celebridades comenzaron a llegar. Soy producto del ‘boom’ de las redes sociales”, cuenta el artista.
La fotografía como oficio puede ser lo que menos me interese de esto, sino que lo que más me cautiva es la gente
Su fórmula es sencilla pero poderosa: investigación y empatía. Cuando le confirman una sesión fotográfica, Oyuela investiga todo sobre la historia de vida de la persona y busca las fotos que le han hecho al personaje. Por eso asegura que “la fotografía como oficio puede ser lo que menos me interese de esto, sino que lo que más me cautiva es la gente”.
Y a pesar de que, como él dice, “es un medio con egos muy grandes y
personalidades muy marcadas”, al preguntarle por cómo lidiar con ‘estrellitas’, Oyuela dice que “
cuando demuestras interés por la persona que tienes en frente, el hielo se rompe muy fácil. Finalmente, te caiga o no te caiga bien esa persona, vas a estar con ella solamente un día”.
Carolina Herrera, Silvia Tcherassi, Esteban Cortázar, Carlos Vives, Natalia Reyes, Daniela López, Natalia Montero y J Balvin son algunos de los personajes que han estado frente a su lente. Y la lista continúa. Las revistas más importantes del país han tenido sus fotos en portada y grandes marcas de moda lo han fichado para sus campañas.
La ciudad que no duerme
En un momento de su vida, Oyuela sintió que “estaba demasiado cómodo. Tenía 25 años y todavía tenía mucho por hacer”. Este pensamiento, junto con una charla que tuvo con la editora del sitio web de ‘Vogue’, en
Estados Unidos, en la que ella le dijo que aún no tenía un estilo definido, hicieron que el joven fotógrafo decidiera dar un giro importante a su vida personal y profesional,
renunciando a su estabilidad en Colombia para probar la vida al mejor estilo neoyorquino.
“Fue muy chistoso porque yo venía de estar haciendo de todo en Colombia, de trabajar con el mejor talento. Pero llegué a este lugar para que me dijeran básicamente ‘empieza de cero’ ”, recuerda.
En Colombia, una vez estás dentro es muy fácil mantenerse, mientras que en Nueva York siento que es muy fácil entrar porque hay muchas oportunidades, pero mantenerse es casi imposible
Hoy en día, cinco años después de su llegada a Nueva York, Oyuela asegura que “curiosamente, más que un desarrollo profesional,
he tenido un desarrollo personal muy importante. Esta es una ciudad en la que te encuentras o te encuentras. Entonces, aprendes a conocerte muy bien, porque eres tú en contra de todo el
mundo”.
“Ya tengo clientes acá y he publicado para medios importantes. Pero todo ha sido muy lento. En Colombia, una vez estás dentro es muy fácil mantenerse,
mientras que en Nueva York siento que es muy fácil entrar porque hay muchas oportunidades, pero mantenerse es casi imposible. Creo que en el vuelo en el que yo llegué llegaron otros 50
fotógrafos de moda con los mismos sueños que yo tenía”, cuenta el bogotano.
Y como le puede pasar a cualquier artista cuando llega a la ciudad que nunca duerme, Oyuela fue seducido por el ‘look’ neoyorquino de “ser ‘cool’, hacer fotos en blanco y negro, poco maquillaje, modelos muy andróginas, chaquetas de cuero y ‘jeans’ rotos”. Así trabajó durante un año, en el que profesionalmente no pasó mucho.
Al ver que este nuevo estilo que había adoptado no estaba dando resultado, Oyuela decidió regresar a su esencia: mujeres
latinas, bocas rojas, maquillaje excesivo, mucho color y muchas sonrisas.
En una sesión de fotos que costeó él mismo, el bogotano se reencontró con la idea de belleza latina con la que creció.Y fueron esas fotos las que conquistaron al editor de fotografía de ‘WSJ’, quien lo citó a una reunión para proponerle trabajar con ese medio estadounidense, hace tres años y medio. Así comenzó a hacer fotos para la sección ‘off duty’, que circula los fines de semana con historias de moda, gastronomía y estilo de vida. Sus fotos ahora son vistas por miles de neoyorquinos.
Además, el colombiano logró trabajar con las revistas ‘GQ’ y ‘Vogue Latinoamérica’, y abrir su campo de trabajo a México y Sudamérica. Ahora sus sueños van más allá.
“Mi objetivo es el mercado de lujo. Tengo un trabajo que no es de
tendencias, no es muy relevante con lo que está pasando en ese momento, sino que es mucho más clásico.
Me gustaría que la gente viera mi trabajo como una imagen que siempre va a estar presente y relevante, encaje o no con lo que esté pasando en nuestros tiempos”, afirma Oyuela.
Me gustaría que la gente viera mi trabajo como una imagen que siempre va a estar presente y relevante, encaje o no con lo que esté pasando en nuestros tiempos
Además, el bogotano aún tiene su corazón en la industria de la moda colombiana. “En este momento somos el ‘hotspot’ de la moda. Ahora dices que eres de Colombia y es una celebración porque la gente acá ama el trabajo de Johanna Ortiz, Silvia Tcherassi, Paula Mendoza, Kika Vargas y un montón de diseñadores que han logrado cosas increíbles. Como colombianos tenemos el talento, grandes diseñadores, modelos y maquilladores, pero no tenemos una industria suficientemente grande para lograr cosas sin necesidad de acudir a ayuda extranjera”.
Es por esto que se prepara para nuevos proyectos que lo tendrán cerca del país durante este 2020. “Quiero enfocarme en proyectos personales. Una meta para este año es hacer un video musical. Me gustaría mucho hacer algo con J Balvin o Nina Rodríguez. Creo que es el paso más consecuente, es básicamente hacer fotografía de moda en video. Y mi meta a largo plazo es hacer cine, y un video musical es un paso intermedio”, asegura el fotógrafo colombiano.
Es así como, después de 12 años, Andrés Oyuela pasó de recibir comentarios del tipo “ ‘¿cómo así que este niño va a hacer la portada de la revista?’ –recuerda–”, por parte de editores, a ser fichado por diseñadores como Andrés Pajón y Johanna Ortiz, y marcas reconocidas como Agua Bendita y Seven Seven.
ADRIÁN DAVID OSORIO RAMÍREZ
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO