En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Opinión

Poesía a pedir de boca / 'El condimentario', de Margarita Bernal

La chef y crítica gastronómica asegura que "la comida como la poesía tienen aromas, sabores y atmósferas".

Margarita Bernal / El condimentario

Margarita Bernal / El condimentario Foto: Cortesía

Alt thumbnail

Actualizado:

Alt thumbnail

PERIODISTA CULTURALActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Decía Borges que la poesía es la expresión de la belleza por medio de las palabras. La cocina lo es por medio de los ingredientes. La comida como la poesía tienen aromas, sabores y atmósferas.
Desde tiempos inmemoriales, la poesía y la gastronomía han estado entrelazadas. Ambas apelan a los sentidos y emociones de maneras profundas. Alimentan el cuerpo, el alma y la mente. Numerosos poetas han hallado en la comida una fuente inagotable de inspiración, transformando ingredientes en versos y sabores en metáforas. Así, el alimento no solo nutre, sino que se convierte en arte, evocando imágenes, recuerdos y placeres universales. Neruda es uno de ellos con sus famosas odas al tomate, la cebolla, las papas fritas, el pan, el vino, etc. “El tomate, astro de la tierra, estrella repetida y fecunda”. Eleva lo simple a lo sublime.
También la encontramos en el lenguaje cotidiano gastronómico. Batir las claras a punto de nieve o agregar azúcar en forma de lluvia. Es cuando la naturaleza invade nuestras cocinas, despertando imágenes surrealistas y poéticas, donde los ingredientes se convierten en paisajes y estaciones, transformando lo cotidiano en algo grandioso.
Pero hay algo más profundo: al hablar de comida también la humanizamos. “Desangrar” la cebolla, quitarle ese sabor punzante que molesta, que arde, se convierte en una metáfora de su sufrimiento. Mientras el cuchillo la atraviesa, llora, y su esencia se desvanece. Es un acto casi trágico en el que el verdugo no puede evitar derramar lágrimas. La poesía permite ver la belleza y el consuelo ante el dolor, incluso en los momentos más simples de la cocina.
Esta verdura tiene beneficios en la digestión y además, fortalece el sistema óseo y muscular.

Las incomprendidas berenjenas. Foto:iStock

La berenjena, tan incomprendida, es un ejemplo perfecto de cómo la gastronomía puede ser poesía. ¿Quién no recuerda la respuesta de Fermina Daza a Florentino Ariza prometiéndose solo si no tenía que comer berenjenas? De igual manera, tejemos postres con hilos de caramelo y suspiramos en nubes de azúcar. Y qué decir de las “piernas” del vino que seducen a la vista o los “ojos” de la papa que no ven. En cada ingrediente hay un verso escondido que evoca y provoca, haciendo de la cocina un poema delicioso.
Federico García Lorca decía que la poesía es la unión inesperada de palabras que forman algo misterioso. De la misma manera, los mejores chefs no necesitan una lista interminable de ingredientes ni una decoración exagerada para sorprender. Como el poeta, el chef conecta con el alma del comensal a través de lo simple, encontrando la belleza en lo esencial. Ambas disciplinas, la poesía y la cocina, se basan en la capacidad de tocar lo profundo con pocas palabras o ingredientes.
La receta es sencilla: en la poesía y en la cocina se necesita talento, desapego y una pizca de soledad. Ser un buen poeta o chef exige aislarse del ruido y dejar de copiar para hallar la verdadera esencia. Solo así, al unir palabras o ingredientes, se logran crear versos comestibles. La gastronomía, al igual que la poesía, es el arte de ponerles palabras a las emociones y sabores de la vida. Buen provecho.
Margarita Bernal
Para EL TIEMPO
@MargaritaBernal

Sigue toda la información de Cultura en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales