¿Qué pasó con 'El auto fantástico' 40 años después?

Se llamaba KITT, era un Pontiac Firebird Trans Am negro y parlanchín creado para luchar contra el crimen acompañado por Michael Knight, un agente de una organización secreta quien se convirtió en el amigo y compañero de aventuras de un modelo que envidiaría el propio Elon Musk.

El auto fantástico era una serie policíaca que se convirtió en un éxito en la década de los ochenta e impulsó la carrera de David Hasselhoff, un actor y cantante con poca suerte en ese momento.

Tras aceptar ser parte de la serie en la que un auto tenía inteligencia artificial, podía conversar (y hasta hacer chistes) o enfrentar cualquier peligro sin que se le hundieran sus latas o se rayara; la suerte cambió para Hasselhoff.

Michael Long era un policía encubierto que simuló su muerte para convertirse en un agente de la Fundación para la Ley y el Orden, quien lo reclutó para luchar contra el crimen. De ahí nació el famoso Knight, quien cuando no conducía a KITT (el arma más poderosa de la organización) se enfrascaba en peleas con su frondoso afro y una chaqueta de cuero que, como El auto fantástico, era a prueba de todo.

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La serie se estrenó en 1982 y se convirtió en un éxito, entre otras cosas, por su pegajosa introducción musical con una melodía de teclado irresistible y una presencia apabullante del Pontiac Negro con una franja de color rojo en la parte frontal del automóvil. El auto fantástico duró solo cuatro temporadas (que en Colombia parecían siglos, ya que emitían un episodio los domingos con la potente voz del actor español Hernán Robles, quien le dio vida al automóvil en el doblaje para Latinoamérica con un conservador pero a la vez divertido acento que humanizaba a la máquina de dirección futurista, cohetes en su carrocería e intensas luces en su tacómetro.

El último episodio de El auto fantástico se emitió el 4 de abril de 1986, en el que KITT y Michael investigar la muerte de un jefe de seguridad de un extraño hallazgo arqueológico.

La trama mezcla algunas persecuciones y chistes del auto a su conductor, así como la aparición de una villana que usa la magia vudú para dominar y convertir en una especie de zombi a Knight. KITT, haciendo unos de una revolucionaria tecnología de escaneo, descubre que la voluntad de su amigo fue diezmada por un arete; así que logra bloquear sus ondas y el protagonista vence a sus enemigos.

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Tras el alocado episodio, el modelo que manejaba David Hasselhoff no terminó encerrado en un taller o como proveedor de repuestos, sino que el actor se quedó con el carro de recuerdo (en realidad se llevó dos, de los 19 autos que se usaban en la grabación de la serie).

Estuvo mucho tiempo en el garaje de Hasseholf quien retomó su carrera como cantante y llegó a convertirse en una superestrella en Alemania (De hecho cantó en la ceremonia de la caída del muro de Berlín la canción Looking for Freedom, en 1989) y tras ese nuevo baño de popularidad se convirtió en el vigilante de la playa más famoso de la televisión en Guardianes de la bahía. KITT se apagó completamente.

Pero el año pasado David Hasselhoff sacó a subasta a su tesoro de cuatro ruedas. Esperaba recibir cerca de un millón de dólares por el auto, pero terminó vendiéndolo en 300 mil dólares, a un coleccionista anónimo y muy nostálgico.

Y se dio por bien servido, ya que en el 2007 otro modelo se vendió por 150.000 dólares y en 2010 un fanático logro la ganga de su vida al comprar otro en solo 29 mil dólares.

El auto fantástico fue la serie que marcó una época en la que Los magníficos, los más buscados por las autoridades en Estados Unidos se movían sin problema en una vistosa camioneta negra con líneas rojas; Y existía un auto futurista que corría a gran velocidad que se formaba a partir de un holograma en Automan.

A pesar del buen rating y los descrestantes efectos visuales de esas producciones, la verdad es que no lograron con sus máquinas ganarse la simpatía de los televidentes.

El Pontiac Firebird Trans Am negro si lo hizo.Hoy es una pieza de culto al que le han hecho canciones. Como la divertida KITT y los coches del pasado, del dúo español La ladilla rusa. Una mezcla de tecno con flamenco en el que se hacen referencias a los ‘poderes del carro y a José María, un hombre con una doble vida que decide emular a su héroe de cuatro ruedas.

Asimismo, en 2008 se lanzó una nueva versión de El auto fantástico en televisión. Tenía más presupuesto y su tecnología hacía palidecer a Vin Diesel y sus Rápidos y furiosos, pero la propuesta fue un fracaso. KITT hay muchos, pero en la memoria televisiva solo hay uno.

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