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A Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y a Netflix se les acabó el mundo

Ellos hacen parte de la arriesgada película ‘No miren arriba’, una comedia ácida del apocalipsis.

Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence afrontan de una manera muy particular el fin del mundo.

Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence afrontan de una manera muy particular el fin del mundo. Foto: Netflix

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Meryl Streep camina por una oficina presidencial con un vestido muy colorido y una sonrisa un tanto malévola. Está interpretando un personaje, la presidenta de un Estados Unidos que se desmorona por dentro, pero ella parece estar en otro mundo, codificando en otra frecuencia.
La estrella más querida y respetada de Hollywood tiene el poder para salvar el mundo gracias a su personaje de Jane Orlean, una mandataria despistada, banal y dedicada más a su imagen que a la devastadora noticia que le llega a su despacho. La reina de Hollywood se divirtió de lo lindo convertida en una impactante caricatura del poder en No miren arriba (Don’t Look Up), la arriesgada sátira de Netflix acerca del apocalipsis que se estrena el 24 de diciembre y tiene también a bordo a Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Tyler Perry y Cate Blanchett como protagonistas.
Desde que llegó el guion a sus manos y tras una conversación con el director Adam McKay, Streep se emocionó ante esta disparatada, pero a la vez muy verosímil (y posiblemente cercana) trama alrededor del fin de la humanidad. Todo encajaba para una narrativa a veces exageradamente caricaturesca, incómoda y relevante en estos tiempos de covid, alarmas ambientales y nuevos miedos ideológicos. No miren arriba tenía ese tono burlón para ver a la reina de Hollywood desplegar su talento por los peligrosos caminos de la ironía.
Jane Orlean está acostumbrada a escuchar informes de bombardeos, a revisar las estadísticas de popularidad y a usar sus redes e imagen para anestesiar un poco más a sus fieles devotos y a sus enemigos políticos, pero no estaba lista para asumir el apocalipsis.
La película es una aventura acerca de algo que a muchos trasnocha, pero que a la vez no parece ser una prioridad: el fin del mundo. En esta trama, desarrollada cuando la pandemia del covid-19 ya había ganado mucho terreno y las evidencias de los estragos por el cambio climático dejaban de ser un supuesto lejano, se cuenta la experiencia de dos astrónomos que descubren que un cometa gigantesco podría chocar con la Tierra y destruirla, y su odisea tratando de advertirle al mundo lo que le espera, pero nadie escucha, ni siquiera la mandataria de la nación más poderosa del mundo quiere hacerlo.
Un tema muy serio que causa risa nerviosa y una incredulidad –imposible de asimilar para el espectador– de una Jane Orlean que parece tener como referencia los desatinos y la personalidad ególatra que algunos criticaron de Donald Trump durante su mandato en Estados Unidos.
Aunque Meryl Streep no toma partido y no pretende darle un tono críticamente político a su papel, está claro que el poder está en las manos equivocadas.
El entretenimiento, la música, las películas se meten en la piel de la gente sin presiones de la política, realmente lo interesante de No miren arriba es lo que muestra acerca del amor, del desamor y la necesidad de poner eso en el centro de un discusión social. Hay una distorsión de todo esto dentro de la historia, pero en realidad, es un mensaje claro y cercano acerca de que tenemos que hacernos cargo de promover la vida y preservarla en esta Tierra”, comentó en un testimonio por Zoom Meryl Streep para EL TIEMPO.
Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en No miren arriba.

Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en No miren arriba. Foto:Netflix

Tras su comentario, la actriz le dio paso a Leonardo DiCaprio, quien la acompaña en este viaje de destrucción, humor y reflexiones que buscan ser más profundas.
DiCaprio, una estrella que desde hace años ha dedicado mucho esfuerzo, tiempo y dinero para tratar de salvar al planeta o por lo menos llamar la atención acerca de su deterioro, se convierte en esta película de Netflix en un sencillo y cercano profesor de astronomía que tiene que advertirles a todos sobre su destino.
Él interpreta a Randall Mindy, científico muy competente, pero desprovisto de esa imagen de eminencia incomprensible y distante que se explota a veces en muchas películas en Hollywood.
Este es un tipo entregado a la ciencia, de bajo perfil y un conocimiento muy profundo de su tema, quien recibe la peor noticia de su vida al analizar el descubrimiento de una de sus estudiantes –Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence)– durante una clase de posgrado de astronomía.
Leonardo DiCaprio no quiere que el mundo se acabe, pero encontró en esta cinta una manera original de contarlo. Nada del romanticismo heroico de las instituciones gubernamentales de Impacto profundo o el culto al superhéroe americano que se vio en Armageddon, ni mucho menos esa idealización tierna de la hecatombe, que fue esa mezcla de comedia y drama de Encontrar a un amigo en el fin del mundo.
Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence afrontan de una manera muy particular el fin del mundo.

Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence afrontan de una manera muy particular el fin del mundo. Foto:Netflix

Ahora el mentor y su alumna en No miren arriba emprenden el viaje para tratar de parar algo que es inevitable, pero como el primero es un padre de familia típico que no trabaja en la Nasa y la segunda es una estudiante un tanto apática, revolucionaria y con serios problemas para lograr una buena dinámica social, su ejercicio salvador se va complicando poco a poco.
Dibiasky y Mindy chocan con un mundo que tiene otras prioridades, que vibra por la velocidad del tuit de una estrella de pop que rompe las redes cuando le da una nueva oportunidad a su novio o a un video viral que graba adeptos por su tierna puesta en escena. Pero nadie parece reaccionar ante la idea del exterminio. Nadie les cree y hasta asumen posiciones temerarias y hablan de agendas secretas.
Los científicos sienten de primera mano la banalidad, el miedo y la corrupción de su mundo y por momentos se asombran ante la falta de empatía que reciben en su misión, aunque hay un brillo de esperanza. Un panorama sombrío del que, sin embargo, uno como espectador se ríe mucho, se divierte.
Es interesante cómo el director Adam McKay logró crear en esta comedia llena de sátira y caricatura a dos personajes que parecen estar fuera del sistema, pero que están conectados con la ciencia, los datos y la verdad", fueron sus palabras.
“Kate Dibiaski es como una especie de Greta Thunberg que está abierta a dar su punto de vista y hacerse valer, sin tratar de encajar dentro del sistema, mientras que mi personaje está tratando de hacer algo bueno, pero descubre que puede quedar un poco atrapado en todo el entramado político y entre los flashes de la fama o el reconocimiento”, reconoce Leonardo DiCaprio en su intervención para EL TIEMPO.
Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en No miren arriba.

Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en No miren arriba. Foto:Netflix

Randall Mindy intenta que tomen en serio todo lo que dice, pero se convierte en un personaje más de un show. Algunas lo consideran el astrónomo más sexi del fin del mundo y un cierto exceso de reconocimiento mediático afecta la esencia de su campaña.
Hay crítica dura a los medios de comunicación y a las redes digitales y algo de burla a los gurús, de los multimillonarios con ínfulas salvadoras y de quienes mueven los hilos que hacen posible el otro show de Jane Orlean y su séquito de asesores presidenciales.
Él tiene un viaje personal durante este proceso que lo hará entender muchas cosas acerca de lo que es importante en la vida y con lo que todos deberíamos reconectar ante la idea de la destrucción. Volver a pensar en el medioambiente, en el planeta, es esencial, pero también hay que darles un espacio a la humanidad y la solidaridad para pensar en un futuro”, recalcó el actor.
DiCaprio no pierde las esperanzas fuera de la ficción de que se pueda salvar el mundo y hace un esfuerzo sobrehumano frente a las cámaras para que la ficción de Netflix no quede solo en el impactante veneno del humor crudo, sino que el público ría, piense y mire arriba y a su alrededor para valorar lo que tiene y lo que puede perder.
Andrés Hoyos Vargas
@AndresHoy1

¿Que dijo la crítica?

No miren arriba está nominada a los Globos de Oro del 2022 en la categoría a mejor comedia, actor, actriz y guion en el mismo género, aunque algunas de las reacciones de los críticos han sido contrastantes.
Para Mic LaSalle del diario San Francisco Chronicle: “Podría ser la película más divertida de 2021, pero también la más deprimente, y esa extraña combinación la convierte en una experiencia única”. El crítico reconoce que el director consigue hacer reír mientras logra ser convincente acerca del fin que le espera a la humanidad.
Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence afrontan de una manera muy particular el fin del mundo.

Meryl Streep, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence afrontan de una manera muy particular el fin del mundo. Foto:Netflix

Mientras que Peter Debruge, de la revista Variety, reconoce que hay sorpresas: “Es una película diferente de catástrofes en la que la amenaza no es lo que está por venir, sino el estado actual de las cosas”. Contraria es la visión de Carlos Boyero de El País de España, que la define como una “sátira política que deviene en un aburrimiento sin gracia a pesar de DiCaprio, Streep o Lawrence”. Asimismo, Ethan Vestby de Film Stage comenta que es “la comedia del día del juicio final de Adam McKay que acierta más que en lo que falla”.
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