Reseña

La historia detrás de ‘Wicked’, el éxito de las taquillas

Es el tercer mejor estreno del año, logro que obtiene siendo un musical.

Wicked, dirigida por Jon M. Chu, está protagonizada por Cynthia y Ariana Grande. Foto: Cortesía Universal Pictures.

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Nora Cifuentes - EFE REPORTAJES

13.12.2024 09:18 Actualizado: 14.12.2024 21:27

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Hace casi 125 años el mundo de Oz nos fue desvelado. Ahora, la película Wicked, ambientada en esa fantástica tierra, está batiendo récords con 450 millones de dólares recaudados desde su estreno el 21 de noviembre (es el tercer estreno del año más exitoso). Y, entre el fenómeno Glicked al coexistir con Gladiador 2 y las comparaciones con la imbatible Moana 2, este musical sigue volando y todavía se encuentra entre los destacados de cartelera.

La cinta, protagonizada por Cynthia Erivo y Ariana Grande, ya es una de las películas del año y está entre los musicales más taquilleros de la historia. El furor que causa se traduce en trends de redes sociales, coleccionismo de artículos oficiales y expectativas sobre su recaudación final o nominaciones a los principales galardones.

Pero ¿de dónde viene esta historia? ¿Cuál es la relación entre El Mago de Oz y Wicked? No todo el mundo lo sabe y, por eso, Efe ahonda en la conexión entre la obra original y este éxito de taquilla, en una travesía a través de más de un siglo sobrevolando el arcoíris más allá de la gravedad.

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Desde el otro lado

En 1900, L. Frank Baum publicó El maravilloso mago de Oz, una novela infantil. Poco podía imaginarse en aquel entonces el éxito que tendría su historia, hasta el punto de que durante toda su vida como autor los niños siguieron rogándole por más y más cuentos ambientados en el increíble mundo de baldosas amarillas y castillo esmeralda.

Casi 40 años después, la película de 1939 El mago de Oz, dirigida por Victor Fleming y protagonizada por Judy Garland, llevó la historia de Baum a la gran pantalla. Y, a pesar de que inicialmente esperado no tuvo el éxito, su uso del technicolor y su premiada Over the Rainbow la convirtieron en una obra de culto.

La película de Fleming tomó como trama base la de la novela, pero introdujo sus propios cambios. Uno de ellos, y por aprovechar al máximo la posibilidad de los colores fuertes, fue la piel verde de la malvada bruja del oeste, que no tenía esa apariencia física en el libro original.

Y más de medio siglo después, en 1995, ese verde pasó a ser el color de una futura leyenda. Porque el escritor George Maguire, que como tantos otros quedó marcado por ese mundo más allá del arcoíris, publicó ese año la novela Wicked: memorias de una bruja mala.

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Una obra mucho más adulta y oscura que la de L. Frank Baum, en la que Maguire le dio una vuelta de tuerca a la historia al contar la trama desde la perspectiva de la supuesta villana: la bruja verde, convirtiendo su historia en una precuela y un retelling, o historia en paralelo, y otorgándole el nombre que la historia original le negaba: Elphaba (en honor a las iniciales de Baum).

Contra la gravedad

Este best seller, que vendió millones de copias en todo el mundo, tuvo incluso una secuela Son of a Witch (2005) y varias entregas más, conformando una saga con una tetralogía y una trilogía. Ahora, a raíz del revuelo causado por la película de Jon M. Chu, Maguire ha anunciado que publicará una precuela, Elphie: la niñez de una bruja en marzo de 2025.

Todo el mundo de Oz, con sus pintorescos escenarios de fantasía, su mezcla de elementos medievales y steampunk (estética retrofuturista), los animales parlantes y la presencia de la magia, llamó la atención de Broadway. Y así fue como en 2003 se estrenó Wicked, un musical que adaptó de manera bastante libre la novela de Maguire.

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La obra de teatro tiene un tono más cómico y apto para todos los públicos, aunque sin olvidarse de ese trasfondo más adulto que encierran las páginas del libro. Allí la protagonista también es Elphaba que, interpretada originalmente por Idina Menzel, desafía a la gravedad con su magia al ritmo de canciones con notas agudas imposibles.

Tan imposibles como las de Glinda, la bruja buena del norte en la obra original de Baum, que en Wicked se convierte en la otra protagonista de la historia. Este personaje, interpretado en Broadway por Kristin Chenowerth, permite a los espectadores descubrir el pasado a través de su amistad con Elphaba.

El musical es uno de los que más permanencia en cartelera ha tenido a lo largo de la historia (el quinto), y el segundo que más dinero ha recaudado, superado solo por El rey león. Ha sido adaptado a numerosos idiomas y representado en decenas de países, entre ellos México, donde la mismísima exestrella de Disney, Danna Paola, interpretó a Elphaba.

'Wicked’ ya recibió sus primeras nominaciones en los Globos de Oro y en los Critics Choice Awards. En ambos eventos competirá a mejor película, mejor actriz principal y mejor actriz de reparto. De esta forma, la cinta se va perfilando como una de las favoritas del año.

Larga vida a Oz

Danna Paola ha repetido el papel de Elphaba de la nueva película de Wicked doblando las canciones de Cynthia Erivo al español para Latinoamérica. Por su parte, Ceci de la Cueva, que dio vida a Glinda en la versión mexicana del musical, hizo las partes de Ariana Grande en una dupla memorable.

Wicked está lleno de curiosidades y anécdotas. No en vano es un musical que lleva dos décadas en cartelera, y cuyos acordes parecen resonar ahora al son de futuros premios y galardones (si es que las predicciones, al igual que las proféticas visiones de Elphaba, aciertan).

Eso sí, a diferencia de la obra teatral, la película dirigida por Chu (Street Dance y In the Heights) no cuenta toda la historia. Se centra solo en el primer acto del musical, ampliándolo con detalles de los libros y referencias a la película clásica, para profundizar todavía más en la parte más compleja de la trama y en el desarrollo de los personajes y sus relaciones.

Así que para saber cómo termina la historia, tendrán que asomarse a la versión teatral o esperar a noviembre de 2025, cuando llegará a los cines la segunda parte cinematográfica. Mientras tanto, entre merchandising, teorías sobre los premios y contenidos virales en redes sociales, parece que hay magia en Oz para rato. Ya saben: hay que retar a la gravedad para ir más allá del arcoíris.

NORA CIFUENTES

EFE REPORTAJES

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