Bajo el liderazgo de la CCB, el sector privado escucha las nuevas generaciones para proyectarlas en el ámbito empresarial.
Interesada en las ideas que la juventud puede aportar para la construcción y reactivación económica del país y en cómo estas iniciativas pueden articularse con el trabajo que el sector privado adelanta con el mismo propósito, la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) abrió un espacio de diálogo con jóvenes emprendedores y estudiantes de colegios y universidades de la capital.
La iniciativa se lleva a cabo a través de cuatro talleres que son el preámbulo del Foro Bogotá, Nuevas generaciones 2021, que se llevará a cabo el próximo 5 de noviembre, donde habrá una conversación entre los jóvenes y el sector privado, frente a las transformaciones globales que se requieren para la humanidad.
En los talleres, las filiales de la CCB lideran la reflexión sobre las problemáticas más urgentes que debe abordar Colombia en momentos en que las empresas son protagonistas del jalonamiento de la economía y el desarrollo y los jóvenes están llamados a participar activamente en ese proceso.
“No hay un mejor momento para habilitar este diálogo que ahora, que estamos viendo a unos jóvenes en búsqueda de herramientas y oportunidades para construir su futuro, cada vez más informados y preocupados por sus entornos y por eso, el sector privado está llamado a ayudarlos, pues es la iniciativa privada, la libertad de empresa, la que puede generarles oportunidades”, señala Juan David Castaño, vicepresidente de Fortalecimiento Empresarial de la CCB.
El impacto de la tecnología en las nuevas generaciones y el desarrollo sostenible del país, fueron los ejes temáticos bajo los cuales se abordó la discusión durante los primeros dos días de encuentros que se adelantaron entre el 26 y 27 de octubre en Bogotá y Zipaquirá respectivamente.
En ambas jornadas no solo fueron escuchadas las preocupaciones de los jóvenes sobre el presente y futuro de Colombia, sino también sus iniciativas, proyectos y hasta ideas de negocio, con las que buscan integrarse a la reconstrucción nacional que lidera el sector privado.
Información y noticias falsas, bajo la lupa
Una relación de desconfianza y apatía parece estar creándose entre las nuevas generaciones y la excesiva cantidad de información y noticias falsas que circulan en la web y en las redes sociales. Por lo menos así lo dejaron ver los estudiantes de secundaria invitados a la primera de las mencionadas jornadas de trabajo, en la que se discutió sobre el impacto que la tecnología ha tenido en sus vidas.
Anthony Molina, subgerente de Producto e Innovación de Certicámara y líder de la primera conversación con los jóvenes, destaca precisamente que, en sus intervenciones, los estudiantes invitados demostraron su pertenencia a una generación que aborda con ojo crítico la información que a diario recibe a través desde diferentes plataformas y medios tecnológicos.
“Parece ser una generación que no replica cualquier información que les llega sino que primero cuestionan y analizan antes de hacerlo. Les preocupa de dónde están obteniendo la información, si proviene de fuentes verídicas, confiables o verificables”, enfatiza el especialista.
Además de esa inquietud, los jóvenes manifestaron su preocupación por situaciones derivadas del uso de la tecnología como la circulación de datos personales e información privada de forma no segura en la red, la obsolescencia de la educación frente a un avance cada vez más acelerado de la tecnología y el descuido de la salud mental en la era de la información.
Durante los debates no tardaron en llegar arriesgadas propuestas para atacar esos males. “chips subdérmicos” para que cada proteja sus datos o controle la información que le es realmente útil, ‘Apps’ que adviertan sobre niveles elevados de estrés o plataformas online para gestionar comunidades de aprendizaje, fueron algunas de las soluciones que los estudiantes les plantearon a los delegados de Certicámara, que lideraron la primera conversación a nombre del sector privado.
“Me gustan estos espacios porque nos dan la oportunidad de relacionarnos con empresarios y aprender de ellos. Es necesario que se siga promoviendo esta integración entre empresas y estudiantes”, expresa Catalina Ramírez, estudiante de grado 11 que participó en el primer encuentro.
“Hay que pasar de la protesta a la propuesta y luego a la acción, y en el sector privado los jóvenes tienen el mejor aliado para convertir esas propuestas en soluciones de mercado que permitan construir un mejor futuro para todos”, concluye acertadamente Juan David Castaño, vicepresidente de Fortalecimiento Empresarial de la CCB.
Emprendedores verdes
Al exponer sus proyectos de compostaje y aprovechamiento de plástico, campañas de recolección de basura y gestión de residuos, emprendimientos escolares de agricultura y hasta una iniciativa de robótica al servicio del medio ambiente, los jóvenes sorprendieron al auditorio durante la segunda jornada de trabajo destinada a motivar ideas de negocio de economía verde.
Los invitados en esta ocasión fueron estudiantes de colegios urbanos y rurales de los municipios cundinamarqueses de Tabio y Chía, quienes desde sus proyectos de grado vienen trabajando en iniciativas amigables con el planeta y que en este encuentro con el sector privado dieron un importante paso hacia la transformación de esas ideas en emprendimientos exitosos.
Como líder del conversatorio, Diana Giraldo, coordinadora de Proyectos Sostenibles y Consumo Responsable de la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), destaca que estas iniciativas son un claro ejemplo de que en Colombia y el mundo son las nuevas generaciones las que están más comprometidas con el planeta.
“Los jóvenes están viendo que los ecosistemas estratégicos del país han sido afectados por la contaminación y, a veces, por una reactivación económica poco sostenible. Eso les impresiona y los lleva a analizar qué pueden hacer para reducir esos impactos ambientales. Es ahí cuando empiezan a trabajar en proyectos de este tipo”, explica Giraldo.
Entre las problemáticas sobre las que los estudiantes expresaron mayor inquietud sobresalieron la destrucción de hábitats de especies por deforestación, presencia de sustancias tóxicas en cuerpos de agua, pérdida de cosechas a causa del cambio climático y consumo excesivo de plástico.
Por fortuna estas inquietudes también vinieron acompañadas de propuestas de emprendimiento. Una empresa que confecciona ropa con plástico reciclado, siembra de plantas para crear barreras con microclimas que protegen cultivos y una ‘App’ para hacer seguimiento de residuos y corroborar su correcta disposición, fueron algunas de las soluciones y proyectos productivos que surgieron de las jóvenes y creativas mentes de los invitados.