La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre y que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 62 millones de personas en las Américas (422 millones de personas en todo el mundo) la padecen, la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos. Además, 1.5 millones de muertes se atribuyen directamente a la diabetes cada año.
Tanto el número de casos como la prevalencia de diabetes han aumentado constantemente durante las últimas décadas y esta enfermedad no distingue de género ni edad, pero la disciplina y buena adherencia al tratamiento son claves en el proceso de superar o tratar esta patología.
De hecho, la OMS explica que para las personas que viven con diabetes, el a un tratamiento asequible, incluida la insulina, es fundamental para su supervivencia. Sobre este punto existe un objetivo acordado a nivel mundial para detener el aumento de la diabetes y la obesidad para 2025.
“El punto de partida para vivir bien con diabetes es un diagnóstico temprano: cuanto más tiempo viva una persona con diabetes no diagnosticada y no tratada, es probable que sus resultados de salud sean peores”, dice la OMS.
Uno de los objetivos más importantes tanto en su prevención como en su control es tener hábitos de vida saludables, de acuerdo con el Ministerio de Salud, dejar de lado el sedentarismo y hacer ejercicio como mínimo entre 150 y 300 minutos por semana y comer de una mejor manera, teniendo un menú balanceado, incluyendo por lo menos cinco porciones al día de frutas y verduras, esto se reflejará en una mejor calidad de vida.
En los niños, jóvenes y adultos suelen presentarse síntomas como la necesidad de orinar con frecuencia, sed, hambre constante, pérdida de peso, cambios en la visión y fatiga, pero según la OMS, la enfermedad puede diagnosticarse varios años después del inicio ya que los síntomas no son muy marcados.
Por lo anterior, es importante hacerse chequeos de glucosa en sangre periódicamente para lograr diagnosticar oportunamente la enfermedad.
Entre las recomendaciones de los expertos de la salud se encuentran controlar el nivel de azúcar en la sangre, la tensión arterial y el colesterol. Además, toma mayor relevancia consultar al médico de forma frecuente para medir los niveles de azúcar en la sangre, al ser una enfermedad silenciosa y con pocos síntomas cuando se está desarrollando.
Las personas adultas que viven con diabetes con gran frecuencia tienen otras enfermedades asociadas como la hipertensión y la dislipidemia, el hecho de tener varias de estas condiciones aumenta la probabilidad de tener complicaciones cardiovasculares futuras y presentar algún tipo de daño en los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.
Conozca más sobre esta enfermedad y la importancia de la adherencia al tratamiento, reviviendo el foro ‘Diabetes: cómo actuar y prevenirla’ que se llevó con el apoyo de Sanofi y en el que se habló sobre los alcances de esta patología
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