El 23 de marzo es una celebración especial en el calendario. Cada año, el país homenajea la labor de unos profesionales comprometidos con la salud del órgano que permite contemplar el mundo con alto detalle: los optómetras.
El día del optómetra se celebra en esta fecha porque el 23 de marzo 1954, a través del Decreto 0825, Colombia reconoció a la optometría, por primera vez, como una profesión.
¿Sabe a qué se dedica un/a optómetra realmente?, ¿está al tanto del alarmante incremento de la discapacidad visual en todo el mundo y cómo cuidar sus ojos? Y también, ¿conoce los desafíos a los que se enfrenta esta profesión en Colombia?
Una mirada general
Hoy, los y las optómetras tienen un rol crucial en la atención oportuna de defectos visuales prevenibles (que, sin el debido tratamiento, pueden derivar en discapacidad visual o incluso ceguera), así como de patologías más complejas producidas por la progresión sin control de la miopía, ceguera con remisión oportuna en casos de enfermedades crónicas como la hipertensión o diabetes, alteraciones asociadas al envejecimiento y, sin duda, en la promoción de la salud visual desde múltiples ámbitos.
Pero, ¿qué es la salud visual exactamente? El Plan de Acción Global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Prevención de la Ceguera Evitable y la Discapacidad 2014-2019 la definió como “asegurar que todas las personas tengan a la promoción y prevención, curación y rehabilitación visual en servicios de salud”.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 314 millones de personas tienen una discapacidad visual. La discapacidad, en ocasiones, puede derivar en ceguera, siendo sus causas más probables: la catarata (39 %), errores de refracción no corregidos (18 %), el glaucoma (10 %), degeneración macular asociada a la edad (7 %), opacidad en la córnea (4 %), retinopatía diabética (4 %), tracoma (3 %), afecciones oculares infantiles (3 %) y la oncocercosis (0,7 %).
Desde luego, también hay un alto número de niños con discapacidad visual. La OMS estima que la cifra es de 19 millones de menores, siendo los errores de refracción la patología más común (12 millones). Un número que, sin dudas, podría reducirse con un diagnóstico y tratamiento oportuno.
Y es que, precisamente, hoy los entes de salud de todo el mundo promueven una mayor conciencia sobre las alteraciones oculares que pueden causar deficiencia visual y ceguera, siendo estas el objetivo principal de las estrategias de prevención e intervención.
Una mirada local
En Colombia, 12 programas y facultades en Bogotá, Bucaramanga, Medellín, Pereira, Barranquilla, Cartagena y Neiva, forman optómetras, y su campo de acción va desde la prescripción de dispositivos para la salud visual y ocular como lentes oftálmicos (gafas), lentes de o, entrenamiento visual y ortóptica, baja visión y rehabilitación, y prescripción de medicamentos en alteraciones del segmento anterior, hasta participación en áreas istrativas relacionadas con el sector salud.
Según el Análisis de Situación de Salud Visual en Colombia (Ministerio de Salud), de 2014 a 2019 se observa un crecimiento del número de personas atendidas y las atenciones por enfermedades de los ojos.
Dentro de las primeras causas de consulta están patologías como la miopía y el astigmatismo; igualmente, la ambliopía mostró un aumento considerable.
Por otro lado, en el mismo periodo de tiempo, el análisis evidencia que las atenciones de patologías relacionadas directamente con la ceguera y la discapacidad prevenible, como el glaucoma o la retinopatía asociada a enfermedad sistémica, se están incrementando año a año, reportando una prevalencia de 12,83 individuos por cada 100.000 habitantes en el 2009 y de 15,10 en 2014 (últimos datos disponibles).
El defecto refractivo sin corregir es considerado la mayor causa de discapacidad visual a nivel global, lo que supone una carga financiera en la economía, pues es un factor que contribuye significativamente a la pobreza y se puede evitar.
“Es un hecho que los defectos de refracción no corregidos pueden reducir el rendimiento escolar, la empleabilidad y la productividad, e incluso tener un impacto negativo en la calidad de vida. Sin embargo, la corrección de esos defectos con unas gafas apropiadas es una de las intervenciones más costo-eficaces de la atención en salud visual”, afirma el Colegio Federación Colombiana de Optómetras.
Una mirada al rol de los optómetras
¿Por qué se le debe dar a la optometría (y a los optómetras) la importancia que merece en los servicios de salud?
Para FEDOPTO, la optometría -a nivel global- va de la mano con la cobertura universal de salud y se ha inclinado por brindar servicios de salud visual de fácil , equitativos y económicos para todos; migrando de esquemas privados para enfocarse en el sector público.
Como dato curioso, en muchos países desarrollados la optometría es incluida dentro de la atención primaria a la que tiene derecho todo ciudadano, mientras que en naciones en desarrollo hace parte de una atención de segundo nivel, como parte de un servicio multidisciplinario en coordinación con otros profesionales de la salud como los oftalmólogos.
Una fecha para reflexionar
El Día del optómetra, por tanto, es una fecha que llama a reflexionar sobre el rol de estos profesionales y cómo su ejercicio debe ajustarse a los retos más actuales de la salud visual.
Desde el Colegio Federación Colombiana de Optómetras se propende por la unidad y fortalecimiento del gremio. Esta asociación científico-gremial de proyección social y humanista sin ánimo de lucro asesora, orienta, representa y protege los derechos e intereses de los profesionales de la optometría.
FEDOPTO tiene más de 70 años de fundación y cuenta con presencia en todo el país a través de 16 seccionales y seis capítulos.