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Variante San Gil: obra interminable que necesita más recursos, licencias y un avance de más del 50%

Desde el 2018 se inició la obra que conectaría con Bogotá y se han presentado varios contratiempos para terminarla.

El contratista solicitó un plazo hasta diciembre del 2023 para entregar la obra. Veedores aseguran que el tiempo no alcanza. Foto: Cámara de comercio de Bucaramanga.

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Melissa Múnera Zambrano

PERIODISTA13.06.2024 13:15 Actualizado: 13.06.2024 13:19

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Santander ocupa el sexto puesto de competitividad y 18 en infraestructura, una de las piedras en el camino para que mejore su nivel son las obras que se anuncian con protagonismo, pero que quedan quietas, estancadas o avanzan muy lento.

La expectativa para la autovía Bucaramanga- Pamplona ya murió debido a que está en liquidación y ya se descarta su construcción para conectar a los santanderes.

En la veeduría que hace la Cámara de Comercio de Bucaramanga se pudo resaltar que hay una preocupación latente con el avance y construcción de la variante San Gil, en la troncal central, corredor que conecta a Bogotá.

Para este proyecto que está quieto actualmente se necesitan más de 120 mil millones de pesos para terminarla en su totalidad.

Puede leer: Los líos que retrasan una variante clave en la vía Bogotá-Bucaramanga

La alerta que se hace desde las veedurías es que culminando septiembre se acaban los recursos finales que se habían asignado y ese presupuesto solo garantizaría un avance del 45 por ciento.

"No conecta nada, necesitamos más recursos para sacar la variante que finalmente el propósito era mover y sacar del municipio de la carga pesada, evitar accidentes y muertes", dijo Orlando Pedroza, director de infraestructura de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.

La obra tendrá 9.7 kilómetros de longitud, calzada de 7,3 metros de ancho, e infraestructura especial con 4 intersecciones. Foto:Invías

Los retrasos interminables de la mega obra

El contrato fue celebrado entre la empresa Concay S.A. El Invías y la inversión fue de 173 mil millones de pesos, más la interventoría, que fue de $9.900 millones.

La obra se inició en diciembre del 2018, pero en pandemia, pese a que se podían adelantar estos trabajos, tuvo un avance mínimo.

El retraso fue tan fuerte que en junio del año del 2022 el Instituto Nacional de Vías sancionó al contratista con una de las multas más altas del país: 3.000 mil millones de pesos, ya que luego de cuatro años solo el avance, en ese momento, era del 9 por ciento.

El director de la época, Juan Esteban Gil, le dio un ultimátum a Concay, incluso, sentenció al contratista y le manifestó que podría caducar el contrato si no había resultados contundentes.

Pero pese a la multa, la obra no avanzó mucho. Se debió entregar en un 100 por ciento el 27 de enero del año pasado, en ese momento solo tenía un avance del 36 por ciento.

Por tal razón, el contratista solicitó una prórroga para entregarla en diciembre del 2023, la cual fue aceptada.

Ya han pasado seis meses desde la última prórroga y la variante aún no avanza en su ejecución.

Reduciría accidentes entre Bogotá - Bucaramanga Foto:Cámara de comercio de Bucaramanga.

Otros corredores que están en la mira es la vía Curos- Málaga, que se necesita el adelanto de las vigencias futuras, pues los recursos que se adjudican por año no son proporcionales a lo que el contratista puede ejecutar y para eso, piden el apoyo y presión del gobierno nacional.

En cuanto a la Ruta del Cacao avanza en buen término, ya se entregó en su totalidad en meses pasados, pero hay un inconveniente y fue el derrumbe que se presentó en el 2023, en la unidad funcional 8, actualmente se están haciendo unos estudios para verificar cuál sería la solución correcta.

Melissa Múnera Zambrano

Corresponsal de EL TIEMPO - Bucaramanga

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