El pasado fin de semana, Alejandra Castellanos tomó el bus de las 10 de la noche en el Terminal de Medellín rumbo a Bucaramanga.
El trayecto parecía normal, sobre la medianoche el bus hizo su habitual parada en uno de los restaurantes que están ubicado sobre la orilla de la carretera entre Medellín y Bucaramanga.
“Yo estaba dormida, abrí los ojos y me di cuenta que el bus estaba parado en un restaurante donde también habían otros buses pero yo no tenía hambre entonces seguí durmiendo”, relata Alejandra.
Alejandra iba sola en dos puestos, como almohada tenía su bolso de mano y en el piso tenía otro bolso pequeño y una bolsa.
Según relata Alejandra, ella estaba medio dormida y alcanzó a ver que un muchacho con camiseta de un equipo de fútbol paisa y pasamontañas que se subió al bus.
“Sentí que me tocaron la cabeza y me levanté y ese muchacho me dice: mire se le cayó eso- y me pasa la bolsa que tenía en el piso pero yo reaccioné porque esa bolsa la tenía en el puesto y de una toqué donde tenía mi bolso y ya no lo tenía”.
El joven salió corriendo, se bajó del bus y se montó a otro bus que estaba parqueado en frente y este arrancó.
Alejandra alertó al conductor del bus en el que ella iba y el hombre intentó alcanzar al bus donde se había montado el joven.
“Eso fue como de película, le hicieron cambio de luces al otro bus y cuando finalmente pudieron alcanzarlo el otro bus paró. En mi bus habían testigos del hecho y me respaldaron la versión por lo que los conductores me dijeron que fueramos a identificarlo”, dice ella.
Alejandra se subió al otro bus con el conductor y los otros pasajeros que fueron testigos del hecho y lo reconocieron de inmediato.
El conductor le dijo al joven que devolviera el bolso de Alejandra pero él dijo que no había tomado nada.
“Lo bajaron del bus y no se dejó requisar pero él mostraba que no tenía nada. El conductor rodeó el bus con una linterna y encontró mi cédula y dentro del bus donde venía el joven encontraron mi bolso abierto la lado del baño”, cuenta Alejandra.
Cuando Alejandra vio sus cosas y se dio cuenta que él las había tomado lo increpó.
"Traté de agarrarlo cuando fue que nos sacó un machete gigante que tenía debajo de su chaqueta y comenzó a hacer lances con el machete y se escabulló por la carretera y no pudimos seguirlo", relata impresionada.
Aunque llamaron a la línea de emergencias no obtuvieron respuesta.
"Me dieron muchas ganas de llorar, tenía impotencia y los conductores solo trataban de ayudar y disculparse pero ellos no tenían la culpa porque no tenían porque estar pendientes pero sí debieron vigilar que no se subiera gente extraña al bus", dice.
El joven le robó a Alejandra 150.000 pesos en efectivo.
"Hago un llamado a las autoridades de los terminales de transporte porque cómo dejan subir a un tipo con un machete debajo de su chaqueta. Qué peligro", dice.
BUCARAMANGA
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