Enelis Villamil Madrid vive en el centro de la subregión de La Mojana, entre los municipios de Majagual y Sucre (Sucre), en una zona que es epicentro de la agricultura en el departamento.
Es una mujer de hacha y machete, cultivadora, arrocera, líder de la región, habitante toda la vida de esta provincia, otro de los Macondo de Colombia, ahí cerca de donde Gabriel García Márquez se inspiró en varias de sus novelas.
Dice que vive es un lugar privilegiado, una tierra apta para el cultivo ciento por ciento, pero a la vez olvidaba por los gobiernos, lo que para ella ha impedido la llegada del progreso.
Queremos seguir motivados para trabajar y solamente el gobierno nacional puede ayudarno
“Año tras año nos enfrentamos a muchas dificultades, trabajamos duro para salir adelante, pero siempre nos vemos sometidos a situaciones críticas, en especial para sacar los productos que cultivamos hacia los mercados de la costa y el interior del país”, afirma.
Y dice que no solamente son las vías terrestres dañadas casi que en un 100 por ciento, sino, también en las acuáticas, porque cuando no es el invierno, es la extrema sequía la que les impide navegar por los caños.
“El arroz hoy está estrellado en el valor, no tiene un precio que nos permita a nosotros tener perspectivas de seguir trabajando. Estamos decepcionados, destrozados porque no sabemos cómo vamos a vender y sacar nuestros productos”.
Año tras año nos enfrentamos a muchas dificultades, trabajamos duro para salir adelante, pero siempre nos vemos sometidos a situaciones críticas, en especial para sacar los productos que cultivamos...
“Las vías con cualquier gota de agua que caiga no nos permite sacar nuestra agricultura. Los dueños de las comunidades se quejan porque entonces quedamos sin caminos para salir siquiera en motos”, dice.
Indica además, que se encuentran en una encrucijada, con los cultivos al borde de la pérdida total.
“Quien lo corto se le queda y prefiere no seguir cortando porque así se pierde más. Prefieren estar quietos con el arroz cortado, ahogado con la lluvia que cae. Pedimos a los gobiernos, al Ministerio de Agricultura, que os ayuden para no seguir fracasando”.
Explica, que el costo para sacar el producto a los molinos de Sahagún en Córdoba y Magangué en Bolívar se incrementa con el mal estado de las vías.
“Le pedimos al gobierno que se toque el corazón porque vamos derecho a la quiebra. Queremos que no sea una solución lejana, porque la situación es caótica al no tener cómo sacar el arroz”.
Recordó, que en estos momentos la zona donde se encuentra está cultivando más de 2.000 hectáreas de arroz y un número grande de agricultores.
Le pedimos al gobierno que se toque el corazón porque vamos derecho a la quiebra. Queremos que no sea una solución lejana, porque la situación es caótica al no tener cómo sacar el arroz
“Queremos seguir motivados para trabajar y solamente el gobierno nacional puede ayudarnos”, dice.
Los campesinos de la región culparon a los gobernantes de turno, a los alcaldes del momento en Majagual y Sucre (Sucre), a los gobernadores del momento y hasta los presidentes de Colombia.
En estos momentos se han asignado recursos para invertir en las vías de la región, pero el fuerte invierno ha impedido que se comiencen a ejecutar los trabajos.
Francisco Javier Barrios
Especial para EL TIEMPO
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