Recluso de ‘La Tramacúa’, en Valledupar, se cosió la boca para exigir traslado

Exjefe de sicarios del cartel de la cebolla de Ibagué por tercera vez que se cose los labios.

Ternera es uno de los más peligrosos penales del Caribe. Foto: John Montaño/ EL TIEMPO

26.09.2022 12:46 Actualizado: 26.09.2022 12:47

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Un recluso de la cárcel de Alta y Mediana Seguridad, conocida popularmente como ‘La Tramacúa’ de Valledupar, se cosió los labios para exigir traslado a un centro penitenciario de Ibagué, ciudad de donde es oriundo.

“Es la tercera vez que se cose los labios de esta manera. Una solicitud que ha venido reiterando ya que, según él, se le están vulnerando sus derechos. Esperamos que los funcionarios le resuelvan la petición que ha venido formulando”, detalló Silvio Cuello, personero de Valledupar.

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El detenido llegó a este centro penitenciario
el 20 de noviembre de 2018

Vamos a realizar una visita para verificar las condiciones de salud del recluso. El Inpec seguirá suministrando las tres raciones diarias de comida, así se niegue a consumirlas

Se trata del interno Jhon keneber Cárdenas Murillo, exjefe de sicarios del cartel de la cebolla de Ibagué, quien, en señal de protesta, inició una huelga de hambre, aduciendo precarias condiciones alimenticias y la falta de ventilación ante las temperaturas de la capital del Cesar.

“Vamos a realizar una visita para verificar las condiciones de salud del recluso. El Inpec seguirá suministrando las tres raciones diarias de comida, así se niegue a consumirlas”, recalcó el funcionario.

El detenido llegó a este centro penitenciario el 20 de noviembre de 2018, condenado y sindicado de varios delitos: extorsión, constreñimiento, falsedad en documento público, fabricación o porte de armas, lesiones personales, entre otros.

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Cárdenas ha estado preso en diferentes partes del país, donde al parecer, hay enemigos que amenazan su seguridad personal.

Según un comunicado enviado por la abogada del detenido, este se siente desesperado y desamparado por el Aparato Judicial y Constitucional, puesto que las condiciones jurídicas han sido poco diligentes por parte de la Dirección General del Inpec y por parte del Centro Penitenciario de Máxima Seguridad de Valledupar.

“El traslado se ha solicitado en varias ocasiones salvaguardando las mismas condiciones de seguridad dadas por la Fiscalía general de la Nación, pero desde el principio se aclaro que la solicitud era más por seguridad que por acercamiento familiar”, reza el comunicado.

Ludys Ovalle Jácome

Especial para El Tiempo

Valledupar

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