Presunto responsable de desaparición de sacerdote en Pereira viajó a París, pero no está capturado

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El sacerdote estuvo en una panadería de la capital de Risaralda entre las 8:55 a. m. y las 9:14 a. m. y después salió supuestamente a recibir un dinero por la venta de su carro, una camioneta Nissan Frontier. Después se encontraría con otro sacerdote para almorzar y en la tarde estaría en su parroquia, María Auxiliadora, pero no regresó.
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​El alcalde Salazar aseveró que el presunto responsable de la desaparición viajó a Europa de manera intempestiva y que en París fue capturado. Sin embargo, el periódico El Diario, informó que el principal sospechoso de la desaparición del padre Valencia fue retenido en el aeropuerto Charles de Gaulle debido a que en su pasaporte apareció una circular azul emitida por la Interpol para su inmediata captura, pero esta no se realizó. 
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​Las autoridades sas, según el medio en mención, no capturaron al hombre porque este solo figura en una investigación y aún no ha sido condenado, es decir, no tiene circular roja. Sin embargo, el principal sospechoso del delito no ha podido realizar el trámite migratorio para ingresar a París y permanece en el aeropuerto parisino.

El sacerdote de 59 años, nacido en el municipio de Risaralda (Caldas), está a cargo de la parroquia María Auxiliadora, en el barrio Turín en la capital de Risaralda. Ha sido rector del Seminario Mayor y rector de la Universidad Católica de Pereira. En los inicios de  su vida sacerdotal estuvo en la vereda Purembará, que hace parte del Resguardo Indígena Unificado del Río San Juan en el municipio de Mistrató (Risaralda).

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Un día después de la desaparición del sacerdote Darío Valencia, la camioneta que iba a vender apareció en un lavadero de carros en el municipio de Viterbo, Caldas. Las autoridades habrían encontrado rastros de sangre en los cojines y otras partes del carro.

El obispo de Pereira, monseñor Rigoberto Corredor Montoya, reiteró este lunes 29 de abril su llamado para que haya noticias del paradero del religioso.

"Hoy es el quinto día. Estamos muy angustiados, esto es como un martirio, un dolor, una incertidumbre total. Queremos saber sobre la suerte del padre. Reconozco la preocupación de las autoridades, pero no podemos dejar que esto se prolongue de esta manera tan terrible para la familia, la parroquia, la Diócesis", dijo Corredor Montoya a una emisora local.
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