Este domingo se conoció que luego de que los soldados del Ejército Nacional aceptaran los cargos por el delito de carnal abusivo con menor de 14 años agravado que cometieron contra una menor Embera en Risaralda en junio de 2020, el juez 1 promiscuo del circuito de Apía (Risaralda) condenó a seis de ellos, en calidad de coautores, a una pena de 16 años de prisión, y a uno más, como cómplice, a ocho años de cárcel.
La condena ha despertado diversas opiniones entre los movimientos de mujeres en el departamento, quienes aseguran que celebran el hecho de que haya condena, pero que eso no basta.
“La pena, de cierta manera, sirve como una especie de advertencia, de mensaje tanto para la comunidad como para la institución, pero no basta, porque este es solo uno de muchos casos que – incluso- se conocieron después de que lo sucedido con la menor saliera a la luz”, señaló Camila Guzmán, miento del Movimiento de Mujeres de Risaralda.
Guzmán, sostuvo, además, que lo que sigue es trabajar al interior del Ejército y la Policía. “El siguiente paso debe ver el tema del que se ha venido hablando últimamente y es ¿Cómo estamos en derechos humanos?, ¿Cómo instruir a los militares, y a los hombres en general, a que no solo no nos hagan daño, sino que no sean cómplices? Hay que trabajar un tema muy de fondo y acompañar a estos soldados para que cuando salgan de pagar su pena no vuelvan a cometer un delito como este”, añadió la activista.
Michelle Calpa, abogada de la Casa de la Mujer y la Familia "Stella Brand", en Pereira, apuntó que el camino del Estado debe ser la educación al interior de las instituciones y la reparación y atención integral a las víctimas.
“Ahora los esfuerzos del Gobierno deberían ser en lo pedagógico y en lo educativo. Celebramos que se haya dado, claro, y mucho más en tan poco tiempo, porque hay casos de este tipo que llevan años y no hay ninguna respuesta del Estado. Pero lo más importante es que ahora hay una posibilidad de reparación psicológica y social para la víctima”, señaló Calpa.
Otra de las polémicas que se desató alrededor del caso fue el tipo de delito por los cuales fueron condenados los soldados regulares. Una vez conocidos los hechos, algunos sectores señalaron que el delito fue un carnal violento y no un carnal abusivo, lo que denotaría detalles específicos sobre cómo sucedieron los hechos. Sin embargo, la pena es la misma, para este caso, con las agravaciones del mismo, una entre de 16 a 30 años de cárcel.
“Las diferencias son varias, pero uno entiende que el juez juzgó con las pruebas que tenía y sancionó lo que consideró, sabiendo que al confesar se ahorraron muchos meses de proceso. Pero yendo más allá, la lectura es que hay que revisar las múltiples denuncias de abuso que hay por parte de de estas instituciones y que sean judicializados los responsables y atendidas las víctimas”, añadió la abogada.
LAURA USMA
PARA EL TIEMPO
RISARALDA