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Las mujeres que cultivan mangle para salvar a la Ciénaga de la Virgen en Cartagena
Ellas tratan de devolverle a este cuerpo de agua algo de lo que el hombre está matando: manglares.
Gloria Sánchez, la mujer que siembra manglares en Cartagena. Foto: John Montaño/ EL TIEMPO
En un puñado de casas del barrio Villagloria, en el corregimiento de la Boquilla, norte de Cartagena, un grupo de mujeres le están devolviendo a la Ciénaga de la Virgen un poco de lo que el hombre le ha arrebatado: el manglar.
En los patios de sus casas, la asociación de mujeres negras rurales del consejo comunitario de Villagloria, conformado por 16 mujeres, cultiva mangle, que es: el origen de la vida.
El ciclo de la vida fue obstruido por la tala de manglares
La Fiscalía General de la Nación capturó a un hombre señalado de ser uno de los depredadores de amplias zonas de manglar en la Ciénaga de la Virgen y otros ecosistemas con fines urbanizar ilegalmente y engrosar cinturones de miseria en la ciudad Foto:EPA Cartagena
Después de la siembra se le hace seguimiento, porque no hay vida sin el manglar
“El cultivo de mangle sano es uno de nuestros objetivos más importantes. Es decir que llegue a la ciénaga sin químicos, de un tamaño bueno para que crezca. Después de la siembra se le hace seguimiento, porque no hay vida sin el manglar”, dice Gloria Sánchez, representante legal de este consejo comunitario.
Ellas convirtieron lo donde patios de sus casas en viveros donde cultivan mangle rojo, Zaragoza (que sirve para hacer pesca viva), el mangle amarillo y mangle prieto. En bolsas pequeñas siembran la planta, y cuando ha crecido la llevan hasta la ciénaga para repoblar las zonas que han sido taladas. Miles de hectáreas de mangle arrasadas para la construcción de cinturones de miseria
Cuando las mareas suben, el mar se mete a la ciénaga por el delta natural para purificarla, para oxigenarla. Pero a la vez llega para llenarla de vida. La embiste y la colma de microorganismos: la preña.
Nacen los manglares y de ellos se desprende una cadena vital de donde se alimentan peces y anidan las aves que cada año vuelan desde las gélidas tierras del norte en busca del trópico. En este cuerpo de agua hallan hogar. Esa combinación perfecta de agua dulce y salada con el trópico fue siembre el caldo de cultivo para la vida, y el manglar, el mejor regazo.
El manglar también fue arrasado para edificar grandes obras de infraestructura en el norte de Cartagena
Viaducto sobre la Ciénaga de la Virgen en Cartagena, una de las últimas obras de infraestructura más importantes del país. Foto:John Montaño- EL TIEMPO
Pero vino la tala indiscriminada del manglar durante las décadas del 70 y 80, del siglo pasado, para hacer rellenos con piedra y basuras y sobre ellos edificar cinturones de miseria. De hecho, el llamado cinturón histórico de pobreza extrema de Cartagena conformado por los barrios Olaya, La María, La Candelaria, el Pozón y una veintena más fueron construidos sobre rellenos donde antes hubo manglar.
Pero el manglar también fue arrasado para edificar las grandes obras de infraestructura en el norte de Cartagena: el anillo vial, en la década de los 80 del siglo pasado; y el viaducto sobre la Ciénaga de la Virgen, inaugurado en el año 2016. Un fallo de la Dirección Marítima, Dimar, que luego reversó la misma entidad, había denunciado la forma como la torre y el Centro de convenciones del Hotel Las Américas habían sido edificados sobre zona de bajamar.
En la ciénaga pescaban de todo: mojarra blanca, Sábalo, bocachico, pero también camarones, cangrejo y pulpo
EL TIEMPO navegó la ciénaga con estas mujeres que cultivan manglares. Foto:John Montaño/ EL TIEMPO
El sábalo lo cultivábamos en enero y en mayo y junio lo pescábamos frente a la Boquilla: pescados de 4 y 5 kilos. Era el plato para todos durante las fiestas del pescador
Los viejos pescadores de la Boquilla recuerdan que en la Ciénaga pescaban de todo: Mojarra blanca, Sábalo, bocachico; pero también camarones, cangrejo y pulpo. Pero los tiempos cambiaron y la ciénaga se está sedimentando y los vertimientos de aguas residuales la matan, tanto de ricos como pobres están matando la pesca este cuerpo de agua.
“El sábalo lo cultivábamos en enero y en mayo y junio lo pescábamos frente a la Boquilla: pescados de 4 y 5 kilos. Era el plato para todos durante las fiestas del pescador”, dice Iván Caraballo un viejo pescador del pueblo.
Capacitaron a estas mujeres para que cultivaran el mangle y repoblaran la ciénaga
En el barrio Olaya Herrera, frente a la Ciénaga de la Virgen, Dau Toma el mando. Foto:John Montaño- EL TIEMPO
Nosotros toda la vida habíamos estado rodeados de mangle y agua, pero nunca le habíamos dado la importancia de cuidarlo, procesarlo
Desde el año 2018, y como compensaciones a las comunidades del norte de Cartagena, muchas de las cuales viven de la pesca, la concesión costera, con el apoyo del Sena y Cardique capacitaron a estas mujeres para cultivaran el mangle y repoblaran la ciénaga.
“El proyecto comenzó por la pérdida de biodiversidad con las obras del viaducto sobre la Ciénaga. La concesión costera orientó esas compensaciones con estas comunidades con las cuales había hecho una consulta previa. Nosotros habíamos advertido del crimen ambiental que representaba una obra de esa envergadura, pero ajá, el progreso puede más que la naturaleza”, explica Gloria Sánchez, que cuida con esmero todos los días de las plantas que cultiva en el patio de su casa.
“Nosotros toda la vida habíamos estado rodeados de mangle y agua, pero nunca le habíamos dado la importancia de cuidarlo, procesarlo", dice.
Guardianas del medio ambiente
Gloria Sánchez, la mujer que siembra manglares en Cartagena. Foto:John Montaño/ EL TIEMPO
vivimos al lado de una ciénaga, de donde depende nuestra economía y alimentación. Así comenzó este proyecto que va más allá de cultivar el mangle. Salvaguardamos la vida en la ciénaga
El Sena las orientó en el arte de los viveros en el año 2018. Allí se dieron cuenta de la importancia del manglar para la vida. "Sobre todo, nosotros que vivimos al lado de una ciénaga, de donde depende nuestra economía y alimentación. Así comenzó este proyecto que va más allá de cultivar el mangle. Lo que nosotras hacemos es salvaguardar la vida en la ciénaga”, añade.
Como unas verdaderas guardianas del medio ambiente, ellas tienen identificadas las áreas mas deforestadas y allí están impactando con cultivos de esta planta maravillosa. No todo el año hay semillas, así que ellas las recogen maduras de la tierra- “no se deben arrancar”, dice ella- y luego las llevan hasta sus viveros para sembrarlas.
El proyecto fue ratificado este año por Isa y Cardique que les entrego un vivero moderno donde están cultivando mangle dulce y también chirimoya, maracuyá, campano y roble. “Estos son árboles se los vendemos a Serena del Mar por medio de un acuerdo y compensaciones para que ellos tengan árboles de la zona para repoblar”, explica doña Gloria.
Después de cinco años del proyecto ya han sembrado y repoblado 6 hectáreas de manglar en una zona llamada Playón de Mesa, la cual fue arborizada con mangle negro. “Esta era una zona totalmente sedimentada y para poder ingresar tuvimos que abrirnos paso con pica y pala”. Hoy regresaron las aves y la vida.
Hacen educación ambiental con los niños de la escuela y con los pescadores para el cuidado de la ciénaga
Los alrededores de la ciénaga de la Virgen están convertidos en botadero de escombros para relleno. Foto:Cortesía
estamos sembrando, limpiando y recuperando la ciénaga, pero también hacemos educación ambiental con los niños de la escuela, y con los pescadores para el cuidado y protección de nuestros recursos
La tarea bien hecha de estas mujeres también tiene el apoyo de la ONG Acdivoca, que impulsa el autorreconocimiento de las comunidades.
“Todo esto lo hemos conseguido gracias a que tenemos un Consejo Comunitario muy fuerte que se ha dado a la tarea de posesionar sus actividades con resultados y hechos: estamos sembrando, limpiando y recuperando la ciénaga, pero también hacemos educación ambiental con los niños de la escuela, y con los pescadores para el cuidado y protección de nuestros recursos”, añade la líder de Villagloria.
Proyecto de turismo comunitario por la Ciénaga de la Virgen
Flamencos en la Ciénaga de la Virgen en Cartagena Foto:Cardique
Al turista le mostramos la realidad de la ciénaga, pero también los llevamos a los patios de nuestras casas para que vean los viveros y sepan que hay esperanza y está en manos de nosotros
Este año iniciaron con un proyecto de turismo comunitario por la Ciénaga de la Virgen, en el cual le llevan en canoa al visitante por unos corredores de naturaleza hermosos con avistamiento de aves y pesca artesanal. Pero también le muestran el daño que está causado el hombre a este cuerpo de agua.
“Al turista le mostramos la realidad de lo que está pasando con la ciénaga, pero también los llevamos a los patios de nuestras casas para que vean los viveros y sepan que hay esperanza y está en manos de nosotros”, señala Gloria Sánchez, presidenta del Consejo Comunitario de Comunidades Afro de Marlinda.