Los elefantes blancos u obras inconclusas que llenan de indignación a la comunidad, afloran en varios sectores de la ciudad de Neiva, Huila, donde sus habitantes quieren ver concluidos esos proyectos de largos años en los que se han enterrado millonarios recursos nacionales y locales.
En la lista de obras abandonadas figuran el patinódromo, el Centro de Atención Materno Infantil, Caimi, que anhelan para su buena salud los sectores vulnerables y el proyecto fase II de sectorización del acueducto para frenar las pérdidas y robos de agua a través de sistemas de macro y micromedición.
Por fuera no se podía quedar el estadio de fútbol Guillermo Plazas Alcid, fallido proyecto en el que se invirtieron 28.000 millones de pesos en 2014 para la remodelación de la tribuna occidental pero las obras se derrumbaron dejando como saldo 4 obreros de construcción muertos y otros 10 heridos.
El alcalde de Neiva, Gorky Muñoz Calderón, afirmó que a las dificultades generadas por el Covid-19 se sumaron las obras inconclusas que presentan infinidad de problemas jurídicos, técnicos y estructurales.
“Mi objetivo es sacar a flote esas obras abandonadas durante 10 o más años, y por eso fueron priorizadas en nuestro Plan de Desarrollo”, aseguró el mandatario.
Señaló que los recursos para su financiación se han gestionado con el gobierno nacional a través del Ministerio de Salud, Findeter, Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico y el Ministerio del Deporte para el caso del estadio, tal vez el tema que más preocupa.
Otro proyecto inconcluso es el Centro de Atención Materno Infantil, Caimi, una obra solicitada a gritos por sectores vulnerables que lleva varios años en construcción con una inversión cercana a los 17.000 millones de pesos. Enderezar ese proyecto no ha sido fácil pues esta istración lo encontró con problemas estructurales, de diseño y hasta de normatividad vigente lo que lo ha convertido en un dolor de cabeza.
Para sacar a flote el Caimi, la ciudad ha contado con apoyo del Ministerio de Salud con más de 2.000 millones de pesos y 1.300 de la Alcaldía para así poder concluir la primera fase que es la más urgente.
Para la segunda fase se requieren 10.000 millones de pesos que serán invertidos en otra torre pues lo que se busca es brindar atención en salud a las embarazadas con sala de partos, quirófanos, así como medicina interna, pediatría, ginecología, hospitalización y otros servicios para las familias.
Uno de los anhelos grandes en Huila es ver remodelado el estadio Gillermo Plazas Alcid, cuya historia se remonta al 2016 cuando se desplomaron los trabajos de remodelación en la tribuna occidental.
Para elaborar la propuesta con esquema jurídico y técnico fue necesario contratar ingenieros expertos en estructuras pues el objetivo es hacer un reforzamiento total en todo el escenario y, tal como avanza la planificación, después de junio estaría lista la licitación pública para la contratación de las obras en las que, según estimativos, se requieren unos 48.000 millones de pesos.
En medio de todo el alcalde de Neiva considera que el tema del estadio “no se puede convertir en caballito de batalla por quienes tienen aspiraciones políticas”.
En las obras abandonadas del patinódromo fue necesario asumir la organización del contrato así como adicionar recursos, pero finalmente saldrá adelante con 3.400 millones de pesos ya asegurados por el Ministerio del Deporte.
Para resaltar en este trabajo de ponerle punto final a los ‘elefantes blancos’ es el acompañamiento que hacen la Procuraduría y Contraloría General de la República por lo que en días pasados el contralor, Carlos Felipe Córdoba, afirmó que las obras en el estadio se realizarán con inversión de la Alcaldía, Gobernación del Huila, aportes nacionales y recursos que se recuperarán mediante el programa Compromiso Colombia.
NEIVA