Con miedo se encuentran más de 700 estudiantes del internado indígena de Puerto Estrella, en la Alta Guajira, tras el comportamiento extraño de cinco estudiantes, quienes al aparecer estarían poseídos por espíritus.
El pasado martes, el repentino grito de una de las estudiantes a eso de las 9 de la mañana alertó a los profesores y demás estudiantes.
“La muchacha, al gritar, contagió a los otros que estaban en otros salones y comenzaron a interconectarse entre sí y ya a las 10 de la mañana habían cinco estudiantes así”, afirma el profesor José Ramón Gutiérrez.
El comportamiento al principio era de gritería, después comenzaron a revolcarse y a pegarse contra la pared, mientras que los compañeros trataban de agarrarlos entre varios para controlarlos y evitar que se siguieran golpeando.
“Alguien hablaba a través del cuerpo de ellos, pero ellos tenían los ojos cerrados. Lo más curioso es que del cuerpo de un niño, de 14 años, hablaba una anciana en lengua wayuunaiki y otra joven, de 17 años, hablaba en un español bastante técnico”, denuncia el docente.
Relata que tomó la iniciativa de entrevistarla para preguntarle que de dónde venía y por qué poseía a los estudiantes, quedando estupefacto con la respuesta, porque concordaba con la realidad y los acontecimientos.
“La señora decía cómo se hace el toque del Kasha (tambor) y el baile de la yonna, pero ustedes no la saben hacer, ustedes piensan que es juego y hacen la presentación y ya y lo debían hacerlo como lo hacen los abuelos”, relata el profesor.
Señalan que no es la primera vez
Explica que hasta ese corregimiento, bordeado por el mar Caribe, llegaron hace muchos años unos espiritistas y mucha gente de la comunidad se interesó en el tema y quedaron trabajando en eso.
Para la comunidad educativa, esta situación no es extraña, puesto que tres años después de fundada la institución, en 1995 hasta 2005, comenzaron a suceder eventos anormales, pero en esa época habían como 100 estudiantes, hoy en día hay más de 700. En 2016, se registraron otros casos menores.
Varios de los padres de familia, al percatarse de la situación, sacaron a sus hijos para llevarlos a espiritistas y a donde los cristianos protestantes, en donde los calmaban y luego los regresaban al internado.
Por lo pronto, los profesores esperan realizar algunos sacrificios y rituales que les han sido revelados en sueños, de acuerdo a los usos y costumbres wayú.
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Eliana Mejía Ospino
Especial para EL TIEMPO
Riohacha