Cuatro días después del retiro de contenedores en el puente internacional Simón Bolívar, las autoridades venezolanas decidieron hacer lo mismo en otro de los pasos regulares, esta vez en el puente Francisco de Paula Santander, que limita con Ureña, en Venezuela.
El desmonte de los contenedores fue aplaudido por los estudiantes y familias binacionales que cruzan para asistir a tratamientos médicos en Cúcuta, quienes son las únicas personas autorizadas para usar el corredor humanitario e ingresar al vecino país.
Sin embargo, la desilusión se apoderó de comerciantes y vendedores en la frontera, quienes una vez más, esperaban la apertura comercial.
“Ya habían dicho que hoy abrían la frontera para el paso normal de carga, pero a primera hora vimos que era mentira. Sólo están retirando los bloqueos que tenían desde hace dos años, pero el paso de mercancía sigue en veremos”, indicó un comerciante del barrio El Escobal, a escasos metros de la frontera.
Este barrio de Cúcuta históricamente ha sufrido los vaivenes de la situación fronteriza, décadas atrás se benefició del flujo comercial pero hoy abundan las casas en arriendo y las ventas informales.
El restablecimiento del corredor escolar, el pasado 13 de septiembre, avivó el comercio informal y el transporte en las inmediaciones del Puente internacional Francisco de Paula Santander, paso fronterizo más cercano a las instituciones educativas de Cúcuta.
“Es imposible no sentir alegría al ver el puente limpio y sin nada encima. Es un pequeño acto pero que importa mucho para los que debemos acompañar a nuestros niños todos los días”, expresó Lorena García, quien vive en el municipio de Ureña.
Los transportadores y agremiaciones de Norte de Santander esperan que se avancen en las revisiones técnicas que permitan establecer la capacidad para el transporte de carga pesada.
Las trochas siguen siendo la única alternativa para aquellos que anhelan cruzar el límite fronterizo y comercializar sus productos. Los grupos armados transfronterizos mantienen el control de estos pasos.
CÚCUTA