De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas), la contaminación auditiva es una de las problemáticas actuales del centro urbano de Manizales. Por esta razón, la entidad inició un estudio que permitirá desarrollar el Plan de Gestión del Ruido de la ciudad, de manera que se logren reducir los decibeles en varios sectores.
El estudio se desarrolla a través de un contrato de consultoría con la empresa Centro de Acústica Aplicada de Colombia (AAC), que dará pautas sobre estado actual y posibles soluciones.
Este se basará en el mapa de ruido que la CAR hizo en 2014 y en el que se identificó que las zonas de mayor contaminación auditiva eran, para la época, el centro, avenida del Centro y el Cable.
“Tenemos antecedentes en los que se encontró que en algunos sectores hay niveles muy altos por lo cual se requiere hacer un plan de gestión del ruido y mitigación de este contaminante. Este estudio permitirá actualizar registros y tomar medidas”, informó Mauricio Velasco García, profesional especializado de Corpocaldas.
De acuerdo con el funcionario, la normatividad actual permite ciertos niveles de ruido según el uso de suelo, pero, en el caso de Manizales, no pueden medirse igual, pues no están delimitados igual que en la norma.
Por ejemplo, la resolución 627 de 2006 -que regula el tema- separa zonas de hospitales de zonas industriales y comerciales. Y, en el caso de la Avenida del Centro, no tiene solo un tipo de uso, sino que allí convergen zonas residenciales, manufactureras y de comercio.
Velasco indicó además, que no es posible comparar una ciudad con otra, pues la población y las condiciones topográficas hacen que tenga variables. “No se pueden hacer comparaciones. Lo que se ha encontrado es que los mayores aportantes del ruido en la ciudad son el tránsito vehicular y las actividades comerciales o industriales”.
Al respecto, el secretario de Tránsito de Manizales, Carlos Alberto Gaviria, manifestó que los controles son permanentes porque se tiene detectados los puntos álgidos. “Junto con la Secretaría de Medio Ambiente se han adelantado constantemente operativos de ruido y gases simultáneamente. La norma dice que cuando los vehículos se pasan de los decibeles permitidos deber retirarse del sitio, inmovilizarlos y sancionarlos y así se está haciendo”.
Gaviria expresó también, que pese a los niveles que se registran, que para el sector del centro de la ciudad son 75 decibeles lo máximo permitido, la cultura ciudadana de los manizañelos ha contribuido a que el problema no sea mayor. “La gente todavía es muy educada, usa poco resonador (en las motos), no se pita y no hay cornetas. Lo cierto es que somos muchos y hay mucho parque automotor, por lo que se hace necesario empezar a reducir la cantidad que circula”, anotó.
Los resultados del estudio se esperan para finales de este mes, de manera que en abril no solo haya datos actualizados sino un plan de acción definido.
LAURA USMA CARDONA
PARA EL TIEMPO
MANIZALES