Contrario a lo que esperaban los comerciantes y habitantes de Ipiales y Nariño, la apertura del Puente Internacional de Rumichaca en la frontera entre Colombia y Ecuador, se hizo efectiva pero solo para el tráfico de carga pesada, por lo que califican como una “burla” de los gobiernos hacia las comunidades fronterizas.
Después de permanecer un año y nueve meses cerrado para el paso de ciudadanos de uno y otro país por efectos de la pandemia, la dinámica por la zona fronteriza no sufrió mayores modificaciones el pasado miércoles cuando se había anunciado su apertura.
Migración Colombia reveló las directrices que contempla el plan de contingencia por la apertura del paso binacional, con el fin de evitar congestiones en el proceso de control migratorio.
El anuncio que hizo el director general de Migración Colombia, Juan Francisco Espinoza, en el sentido de que solo se puso en marcha un esquema de atención especial para vehículos de carga, no cayó bien entre las autoridades, dirigentes gremiales y ciudadanía de Nariño y particularmente de la ciudad fronteriza de Ipiales, ya que estaban esperando se habilite el puente para el paso de colombianos y ecuatorianos y por supuesto de mercancías.
Entre los gremios del comercio en Ipiales queda la sensación de que la anunciada apertura de Rumichaca por los gobiernos de ambos países es por ahora parcial, porque el transporte de carga internacional nunca fue interrumpido durante la pandemia y hay mucha incredulidad entre los comerciantes de que el paso peatonal se habilite en enero próximo.
Según un estudio de la Cámara de Comercio de Ipiales se contabilizan en esa ciudad alrededor de 6.000 establecimientos comerciales al por menor, de los cuales más de 3.000 se declararon en reorganización empresarial e insolvencia, mientras que otros negocios que se abrieron en el transcurso del último año fueron cerrados cuatro o cinco meses después.
“Esta nueva apertura de la frontera nos da supremamente duro porque volvemos a creer en el presidente Duque y en el presidente Lasso, cuando ellos nos dijeron que el primero de diciembre se daría apertura a la frontera, pero eso solo fue una falacia y no se cumplió”, revela con tono molesto la presidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de la Frontera, Lina Montenegro.
Es más, califica como una “falta de respeto” y una “burla” el incumplimiento del gobierno ecuatoriano, al tiempo cree que no existe certeza sobre una nueva fecha para abrir la frontera.
“No sabemos a ciencia cierta para cuando sería esa apertura”, dice la comerciante, quien no descarta que detrás de la decisión están las presiones que ejercen los gobernantes de la provincia vecina de El Carchi y su capital Tulcán.
“Definitivamente los intereses del gobierno del Carchi no son precisamente la salud, es muy claro que hay más de 33 pasos ilegales en la frontera, por los cuales todos los días pasan miles de colombianos y ecuatorianos para hacer compras o para realizar trabajos”, advierte.
Para poder pasar deben pagar los denominados “peajes” a personas extrañas, y no solo eso también afirma que “en la primera etapa del coronavirus mucha gente pasó por esas trochas ilegales, pero eso nunca se controló”.
'Están beneficiando al contrabando'
Su denuncia va más allá cuando señala que las autoridades de la provincia ecuatoriana de El Carchi “están beneficiando a un contrabando porque la gente de Tulcán lo que hace es venir a comprar a Ipiales productos de la canasta familiar por las trochas, para luego revenderlos en la ciudad de Tulcán y ganarse una diferencia importante”.
Además insiste que “el gobernador de El Carchi lo único que está defendiendo es el contrabando, el paso de drogas y de armas ilegales por esta frontera, el manejo de migrantes que es una trata de personas que está penalizada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
También expresa que no puede ser posible que el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, “se deja hablar al oído de parte del gobernador de El Carchi, quien es el promotor realmente de toda esta situación”.
La dirigente confiesa su desilusión y la de todos los comerciantes porque habían fijado todas sus esperanzas en las ventas que podrían realizar en esta temporada de Navidad y año nuevo, luego de las pérdidas económicas por la pandemia.
“Claro que es una desilusión enorme pero también es una preocupación porque muchos de los comerciantes nos preparamos para que el primero de diciembre vinieran a comprar nuestros hermanos ecuatorianos”, agrega. Varios de ellos tuvieron que acudir a préstamos para adquirir la mercancía, “pero creo que hicimos muy mal, dejamos que se burlen de nosotros y ahora ya no nos quieren recibir la mercancía en devolución, entonces las ventas ahora no están como quisiéramos todos”.
Incluso, el secretario de Gobierno de Ipiales, Darío Revelo, manifiesta que la posibilidad de abrir la frontera colombo ecuatoriana aún está muy lejana, “eso no lo van a habilitar los señores del gobierno ecuatoriano, ellos han dicho que van a revisar eso y a ver si el primero de enero mirando cómo están la pandemia y la vacunación, mirarían si habilitan el paso de peatones”.
Según el funcionario si el Ecuador permite el tránsito de personas por la frontera, luego vendría otra fase más que es la habilitación para los vehículos particulares, “sin embargo, ellos también contemplan imponer el pico y placa” y confiesa luego que no hay avances significativos “prácticamente estamos en lo mismo porque el transporte de carga ya estaba habilitado”.
Ayer se reunieron los ministros de transporte de ambos países, con el objeto de protocolizar un documento, en el que se definen nuevos detalles de lo que sería la apertura definitiva del puente de Rumichaca el próximo año.
Sin embargo, para Montenegro “lo que vinieron es a protocolizar un paso de los conductores ecuatorianos hacia Colombia, que era lo que en el fondo quería el gobierno ecuatoriano”.
El concejal de Ipiales, Manuel Romo, también muestra su decepción por las medidas de los gobiernos, ite que “es una falta de seriedad, así ya se pierde la confianza” y opina que es el pretexto que ahora tienen las autoridades ecuatorianas es la aparición del primer caso de la variante ómicron.
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