Revelan las causas que ocasionaron el desprendimiento de la cabina del Metrocable Línea K que dejó una persona muerta

En la madrugada de este viernes 19 de julio se reanudó la operación comercial del metrocable Línea K, en el nororiente de Medellín, tras más de 20 días de estar suspendido debido al accidente ocurrido en la estación Santo Domingo cuando se desprendió una telecabina que dejó una persona muerta y 20 más heridas.

Tomás Elejalde, gerente del Metro, indicó que estuvo desde las 3:30 de la mañana con personal experto cerciorándose de que todo estuviera listo para retomar el servicio.

Destacó el directivo que la decisión de volver a poner en funcionamiento esta línea se dio tras realizar múltiples pruebas exhaustivas, verificaciones y certificaciones que avalan la seguridad del sistema.

Asimismo, destacó el gerente que la Línea K recibió la certificación internacional de la empresa sa Bureau Veritas, avalada por el Ministerio de Transporte de ese país, que se le entrega a los sistemas cuando son nuevos.

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"Aquí decidimos hacer una certificación de cero y obtuvimos buenos resultados, las observaciones fueron atendidas satisfactoriamente", expresó Elejalde.

No solo eso, el gerente también expresó que ya hay claridad sobre la causa del accidente y reiteró que se trató de algo puntual en una telecabina y no una falla en el sistema.

"Tenemos claridad de los hechos, estamos ante una falla súbita de un elemento de sujeción de la pinza involucrada en el accidente, es decir, una falla puntual de esa telecabina y eso nos llevó a hacer una verificación exhaustiva más allá de los estándares internacionales de todas las 90 telecabinas de Línea K, que vamos a extender a todos los metrocables", afirmó Elejalde.

Sin embargo, aclaró que la causa-raíz de la falla de este elemento está siendo analizada de manera independiente por el laboratorio de materiales de la Universidad de Antioquia.

Elejalde aclaró que si bien la certificación permite que 11 personas se puedan movilizar por cada cabina, el Metro solo permite que sean 10 personas y así ocurrió en el momento del accidente, por lo que se descartó que dicho siniestros se diera por un posible sobrecupo.

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Explicó el gerente del Metro que empresas privadas expertas en ensayos no destructivos apoyaron las labores de revisión del sistema, en las que se aplicaron técnicas de inspección como radiografías, ultrasonido y partículas magnéticas "para obtener información detallada del estado actual de cada componente, procedimiento que excede los estándares mundiales y es complementario a lo establecido en los manuales de mantenimiento".

Una vez culminado este proceso, prosiguieron con las llamadas pruebas con lastre (carga), donde a cada cabina se le adicionaron 750 kg para verificar el funcionamiento del cable, los motores y los equipos de frenado y aceleración, entre otros.

El servicio de la línea de metrocable continuará en su horario habitual, de 4:30 de la mañana a 11 de la noche y los domingos y festivos de 8:30 de la mañana a 10 de la noche.

El metro recordó que este es el primer metrocable que tuvo la ciudad, inaugurado en 2004 y uno de los que más pasajeros ha movilizado en el mundo.

Este cable realiza cerca de 45.000 viajes diarios y durante casi 20 años ha movilizado a 260 millones de personas, es decir, cinco veces más la población del país.

De otro lado, de los 20 heridos, dos permanecen hospitalizados, pero se encuentran fuera de peligro. Aún así, el Metro indicó que seguirá acompañando a los afectados y asesorándolos en el proceso de indemnización. 

"El Metro de Medellín continúa acompañando a la familia de nuestro Jhon Jairo Londoño Arango, así como a las 20 personas lesionadas. Con todas las familias y afectados se han realizado reuniones informativas individuales donde se les ha contado cómo será el proceso de reconocimiento que les corresponde con ocasión del accidente por parte de la aseguradora, esto con el compromiso de atender oportunamente a las personas", informó la empresa.

De igual forma, se les informó sobre la entrega de un recurso económico para mitigar las necesidades de gastos prioritarios y presentes que deben atender.