Líos istrativos le costaron a Antioquia los Juegos Nacionales

Un estructura desnuda de metal, una lona rota y pedazos de madera reventados es todo lo que queda del cuadrilátero donde los mejores boxeadores antioqueños debían prepararse para los Juegos Nacionales. Sin sacos de boxeo, guantes, cabezotes, ni cojines de pared, los seis boxeadores del departamento se apropiaron de una placa polideportiva de cemento del municipio de Apartadó, en Urabá, y allí entrenaron para defender su título.

Con un tono de indignación en su voz, Abelardo Parra, quien desde 1997 ha sido entrenador de la Liga Antioqueña de Boxeo, denuncia que por culpa de una cadena de malos manejos istrativos esa disciplina ocupó la sexta posición en el medallero de los últimos juegos. Esto a pesar de tener boxeadores de la talla de Yuberjen Martínez, Jorge Vivas, Céiber Ávila y Jhon Lennon Gutiérrez, todos deportistas olímpicos.

“El boxeo es una de las disciplinas en donde pagamos por todos los problemas istrativos que se presentaron en el deporte antioqueño. En siete Juegos Nacionales que yo he estado al frente, jamás habíamos sufrido un abandono tal por parte de los entes que nos rigen. A nosotros no nos ganaron los rivales”, denuncia Parra.

El pasado sábado 30 de noviembre culminaron los XXI Juegos Nacionales, en los que el departamento de Antioquia no pudo mantener su título luego de tres periodos consecutivos de supremacía. Con una diferencia de 17 medallas de oro, el departamento de Valle se proclamó como el ganador de la competencia, después de 23 años de no ver la victoria.

El gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, aseguró en una conferencia de prensa que la pérdida del título se debió a la decisión de Coldeportes de incluir dos nuevas disciplinas: hapkido y actividades subacuáticas. En ambas, el departamento del Valle ganó un total de 38 medallas de oro y Antioquia 5, lo que para el mandatario habría inclinado la balanza en favor del rival.

“Todos los deportistas y entrenadores exaltaron el apoyo que les dio Indeportes. Yo particularmente recibía mensajes de los deportistas por el apoyo”, agregó Pérez Gutiérrez.

Lina María Posada Muñoz, quien se desempeñó como subgerente de Deporte Asociado y Altos Logros de Indeportes, detalla que desde 2016 los metodólogos del Instituto estaban preocupados por la ausencia de una estrategia para preparar los Juegos Nacionales.

“Desde que yo llegué los metodólogos me decían que estaban preocupados porque no había un presupuesto establecido para la preparación de los atletas y la compra de implementación deportiva. Cuando salí de la entidad, en febrero de 2019, aún no había una estrategia aprobada para preparar los juegos”, explica la exfuncionaria.

Posada Muñoz llegó a la Dirección de Planeación de Indeportes el 19 de febrero de 2016 y el 1 de octubre de 2018 fue nombrada subgerente de Altos Logros, un par de semanas después de que estallara el escándalo por un presunto desfalco multimillonario. Aquel lío le costó la cabeza al entonces gerente de la entidad Hernán Elejalde y al antiguo subgerente de Altos Logros Luis Felipe Jiménez Oviedo. Este último capturado por la Fiscalía y acusado por ese ente de participar en la malversación de 5.124 millones de pesos.

Como lo contó este diario en su momento, Posada fue la encargada de encabezar la investigación que enredó a la Asociación de Ligas Deportivas de Antioquia (Fedelian) y cuando la audiencia pública estaba en su punto más álgido recibió presiones para renunciar a su cargo.

A causa de ese problema, hoy convertido en el eje central de un proceso que adelanta la Fiscalía General de la Nación, al menos 153 entrenadores dejaron de recibir sus salarios. El escándalo, además, fue el detonante de un periodo de inestabilidad istrativa en Indeportes, que tuvo cuatro gerentes diferentes en menos de un año.

En el caso del boxeo, según precisa el entrenador Parra, 5 boxeadores antioqueños se fueron para las Fuerzas Militares, otros 11 lo hicieron para la Liga de Boyacá (que ganó los juegos en esa disciplina) y otro se fue para Bogotá.

Esas fugas, sumadas a la inasistencia a tres torneros clasificatorios por falta de recursos, hicieron que en esa disciplina Antioquia ni siquiera tuviera participación femenina en los juegos y careciera de cuatro boxeadores masculinos para completar una selección de 10.

Parra sostiene que faltando menos de cuatro meses para el inicio de los juegos llegaron a la liga cerca de 150 millones de pesos. Recursos que hubieran sido suficientes para preparase, pero que llegaron cuando la derrota estaba consumada.

Luis Eduardo Curevo Tafur, jefe de misión de Antioquia en los Juegos Nacionales, itió que la fuga de talentos al final arrojó un consolidado de 26 deportistas que ganaron medallas con otros departamentos.

Sin embargo, los problemas no se redujeron a la implementación y a las fugas. Según critican varios entrenadores, otra decisión que afectó la preparación fue la suspensión del servicio de alimentación de la Villa Deportiva Antonio Roldán Betancur.

Una de las más afectadas por esa decisión fue la Liga Antioqueña de Atletismo, que con 21 medallas de oro fue la que más sumó al medallero departamental.

Raúl Díaz, quien desde 1989 trabaja como entrenador en esa Liga, explica que cuando Indeportes suspendió el servicio de alimentación y comenzó a girar de forma directa esos recursos a los deportistas, muchos atletas sufrieron graves descompensaciones nutricionales.

“Como los deportistas no consumían lo que se requería para un alto rendimiento, uno como entrenador no podía aumentarles la exigencia, ya que los exponía a un catabolismo; es decir, un desgaste orgánico que podía generarles mayor daño. En la Liga cumplimos con lo prometido, pero fue un desgaste larguísimo”, detalla Díaz, quien coincide en que la estrategia para los juegos llegó demasiado tarde.

La falta de experiencia deportiva de algunos funcionarios de Indeportes es también uno de los reclamos que sostuvieron varios entrenadores y deportistas. Una denuncia que también formuló la Asociación de Empleados Públicos de Antioquia (ADEA), en una carta dirigida al gobernador de Antioquia, radicada el 5 de octubre de 2018.

En esa comunicación, Guillermo León Herrera, presidente de ADEA, denunciaba cambios “irregulares en los manuales de funciones” en los cargos de Indeportes y presiones políticas contra los funcionarios que denunciaban las mismas irregularidades que hoy investiga la Fiscalía.

Llegada la hora cero, mientras en Antioquia sucedían este conjunto de problemas, el departamento del Valle invertía el doble de la cantidad de recursos para su preparación y daba los puntazos finales a un impecable proceso de más de tres años.

“Lo toca a ahora es reconstruir. Tenemos deportistas jóvenes muy talentosos que si se apoyan pueden lograr que Antioquia recupere el título. Antioquia tienen un legado deportivo que obliga a que quien llegue deba mejorarlo o al menos mantenerlo”, concluye el entrenador Raúl Díaz.

JACOBO BETANCUR PELÁEZ

Para EL TIEMPO

MEDELLÍN