Tras su segunda presentación en Medellín, el artista conocido como
Bad Bunny,
salió a comer a la 'calle más cool' en Provenza. Pero aunque quería pasar desapercibido con una pañoleta que tapaba su rostro, eso no fue así.
Videos que se conocen de fanáticos que pudieron captar al artista saliendo de un restaurante en horas de la madrugada del domingo, dan cuenta de la cantidad de personas que se acumularon a la salida del restaurante mientras gritaban 'Benito'.
Tras algunos minutos, la camioneta que transportaba al artista logró parquearse frente al restaurante donde se encontraba y este salió.
Fuertemente escoltado con una decena de policías y su anillo de seguridad, logró llegar hasta la puerta de la camioneta mientras los fans le gritaban su nombre coreando y este los saludaba entre forcejeos de personas que quería tocarlo.
Cuando llegó a la puerta de la camioneta, se paró en el borde de la puerta y saludó a los fanáticos, sin embargo, no contaba con que una mujer estaba trepada deslizándose por el techo del carro para alcanzarlo. Al notarlo, el artista la besó en la boca con la pañoleta de por medio y se metió al carro mientras se despedía.
Una verdadera sorpresa para los turistas y locales que se encontraban en esta zona. Nadie se esperaba que llegara hasta una de las calles más concurridas de Medellín justo en la última noche de sus conciertos antes de viajar a Bogotá.
Muchos elogiaron a la mujer que logró besarlo. "Bendecida y afortunada" le escribían como comentario en los videos que se han vuelto virales.
Así fue el show
Moscow Mule, del álbum 'Un verano sin ti', fue la encargada de poner punto final a una larga espera que comenzó en enero pasado, cuando salieron las boletas a la venta. Los 40.000 asistentes al Atanasio Girardot gritaron a todo pulmón par recibir a Benito Antonio Martínez Ocasio, Bad Bunny y a las 10:27 p.m. inició uno de los concierto más anhelados del año en Medellín el pasado viernes 18 de noviembre.
"La energía de Medellín se siente cabrona desde que llegué. Esta noche lo que hay es party sin parar", dijo el puertorriqueño tras cantar 'Efecto' y en la antesala a lo que sería una fiesta, de puro perreo, por más de dos horas y media con sus mejores éxitos.
A eso de las 11:30 p.m., tras una hora en escena, Bad Bunny cantó junto con su paisano Mora, invitado estelar de la gira que lo ha acompañado en la mayoría de conciertos en Latinoamérica.
"Gracias por la energía. Me han sorprendido Medellín. Desde que llegué al país, a la ciudad, se siente que hay algo prendido. Estaban prendidos para esta noche, se los juro", dijo Martínez Ocasio, de 28 años, quien no escatimó en expresiones de afecto hacia sus seguidores por la noche que estaban viviendo.
Y antes de cantar 'Yo no soy celoso' jugó con el público: "Me habían dicho que los hombres en Colombia no son celosos. Que son tranquilos y te dicen 've y sal sin problema', me habían dicho eso". El público, en su mayoría las mujeres le respondieron: "sí son celosos".
Uno de los momentos más memorables de la noche llegó con su viaje en la 'isla voladora' por todo el estadio. Se trata de una pequeña tarima con diseño de islote y con una palmera artificial en el medio, con la que el cantante recorrió, en el aire, las tribunas y estuvo algunos metros más cerca de la mayoría de sus seguidores.
Cuatro grúas de gran tamaño se encargaron de sostener a Bad Bunny mientras cantó 'Un coco' y 'La canción' en una especie de vuelta olímpica.
El artista tendrá su última presentación en Colombia en esta gira esta noche en Bogotá.
MEDELLÍN