Nikol Dayana Montaño Herrera tenía sueños de convertirse en una psicóloga o en una reconocida abogada. Cursaba décimo grado en el colegio Carlos Holguín Jaramillo y al tiempo, una capacitación técnica. Pero un disparo cuando se encontraba en una vivienda del barrio El Retiro, uno de los barrios más violentos de Cali, la derribó y todos sus anhelos por una mejor vida por delante.
Los médicos de un centro asistencial en el oriente de la ciudad poco pudieron hacer por ella, pese a que la adolescente, de 16 años, luchó por su vida durante dos días. Pero no había nada qué hacer. Nikol recibió el disparo en la cabeza, por encima del ojo derecho, por lo que el estado clínico fue declarado como muerte cerebral.
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El disparo ocurrió en la noche del pasado 27 de julio. Aunque la madre de la niña, Liliana Herrera, no ha recibido un claro informe de las autoridades sobre lo sucedido, dijo que solo tiene la versión de que hubo una balacera y uno de los impactos le cayó a ella. Por eso se habla de una bala perdida, aunque en la Policía Metropolitana de Cali manifestaron que sigue la indagación y en el registro de homicidios, el caso quedó como una muerte violenta.
De ahí que al hablar de balas perdidas, de acuerdo con lo informado por la Policía, no habría reportes hasta ahora en Cali, pese a que ese mismo 27 de julio, un estudiante universitario también habría sido víctima fatal por otra bala perdida, pero ese caso sucedió en el barrio El Ingenio, en el sur de la capital vallecaucana.
Liliana Herrera, la madre de la niña, sostuvo que su única hija le había dicho que ese sábado iba a visitar a una tía. No obstante, en el camino se encontró con un compañero de colegio y llegó a la casa del humilde barrio El Retiro, ubicado en la comuna 15, la más violenta de Cali entre las 22 en total de la ciudad y la cual, es parte del distrito de Aguablanca.
"Lo que sé es que mi hija llegó y estaban reunidos en una casa. Allí hubo como un intercambio de bala, pero no de las personas que estaban ahí. Fue en la noche", contó la madre este 31 de julio, horas antes del sepelio en el Cementerio San José de Siloé.
También era una emprendedora
La mamá también contó que su hija Nikol era una estudiante dedicada y alegre, a quien que le gustaba reunirse con amigos en su casa, en el barrio Antonio Nariño, de la comuna 16, en el suroriente caleño. Esta comuna es aledaña a la comuna 15.
Nikol también estudiaba inglés y era una emprendedora, como la describió la mamá, pues había recibido una capacitación en arreglo estético de uñas. Se dedicaba a esta actividad en sus ratos libres.
"Pido que se haga justicia. La inseguridad está ahí, no se sabe lo que pueda pasar", comentó la señora, recordando cuando su hija salía de casa.
De acuerdo con el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Carlos Oviedo, "a las 10:30 p. m., aproximadamente, del 27 de julio se presentó la agresión con arma de fuego de unas personas en vía pública. Como resultado de este hecho, desafortunadamente, una menor que transitaba por este lugar salió herida y fue llevada a un centro asistencial".
La Policía reportó, además, que la Seccional de Investigación Criminal adelanta las pequisas para determinar quiénes fueron los responsables de este hecho y capturarlos para que sean procesados ante la ley.
Este caso recordó la muerte por lo que sería bala perdida del estudiante universitario Joel Canaval Castañeda. Cursaba cuarto semestre de Economía y Negocios en la Universidad Icesi, en el sur de Cali. Sucedió el mismo 27 de julio pasado, en El Ingenio.
Según la Policía, se habría tratado de un presunto caso de hurto. El estudiante estaba con otros jóvenes en un vehículo, cuando los ocupantes de otro carro se les acercaron. Luego hubo un cruce de disparos, pues con la víctima estaba una persona que habría sacado un arma, al parecer, para defenderse. Pero uno de los disparos hirió de muerte al joven Canaval Castañeda.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali