En la LAC Flavors, la rueda de negocios más importante de Latinoamérica y el Caribe, especializada en alimentos y bebidas, se programaron 2.600 reuniones entre 250 compradores de 40 países y 300 exportadores de toda la región, entre ellos 113 colombianos, la mayoría vallecaucanos.
Ahí, pendientes de cumplir su cita comercial se encontraban pequeñas y medianas empresas vallecaucanas, como Cosechas del Valle con su ají de colores y sabores variados y con nombres tan sofisticados como ‘Dardo rojo’, que hace alusión al anfibio más venenoso y pronto sacará ‘Serpiente coral’ y ‘Hormiga bala’, la de la picadura más dolorosa.
David Ochoa contaba que su padre tenía un cultivo de ají en Tuluá, de ahí nació el interés por ofrecer mucho más que ají al natural. Hoy, con un cultivo de 2,5 hectáreas en Santander de Quilichao, produce cinco toneladas al mes de producto terminado. La empresa ofrece cuatro líneas; salsa dulce picante, ají con frutas tropicales, las salsas superpicantes y el ají empanadero. El 20 por ciento va a los mercados internacionales.
Ochoa cumplió 10 citas con compradores de Estados Unidos, India, Centroamérica y Colombia.
El año pasado el Valle del Cauca participó con el 18,1 por ciento de las exportaciones de alimentos que realizó el país y con el 10,8 por ciento de las ventas externas de bebidas.
El valor de las exportaciones de alimentos y bebidas del departamento sumaron 550 millones de dólares en el 2018.
Las exportaciones de alimentos y bebidas de Colombia estuvieron dirigidas en especial a Estados Unidos, los Países Bajos y Bélgica; el 34,6 por ciento de lo que más se vendió al exterior fue frutos comestibles; el 20,04 por ciento, grasas y aceites animales o vegetales; el 17 por ciento, azúcares y artículos de confitería; el 10,1 por ciento, preparaciones alimenticias diversas; el 4,1 por ciento, preparaciones a base de cereal; el 3,5 por ciento, cacao y sus preparaciones; el 2,9 por ciento legumbres y hortalizas y el 7,3 por ciento otra serie de productos comestibles.
Entre el grupo de pymes vallecaucanas interesadas en ampliar sus negocios estaba también Fruci, creada hace cuatro años. Su fundador, Santiago Flórez tenía agendadas 16 citas con potenciales compradores de Canadá, Costa Rica, Panamá y Colombia.
En una planta del barrio Bretaña produce entre 25.000 y 30.000 unidades de paquetes con frutas deshidratadas como piña, mango, banano, uchuvas y coco, así como nueces y semillas de girasol y calabaza.
El 30 por ciento de la producción se va hacia Panamá, Estados Unidos, Guatemala y El Salvador.
“Nos interesan los snacks saludables y las bebidas verdes”, decía Charles Kemp de Tuscany Imports, una distribuidora de Bahamas.
“Estados Unidos es un mercado clave para nosotros, entre el 25 y el 30 por ciento de las exportaciones no minero energéticas se van para allá además, de que tenemos un TLC con ese país, señaló Juliana Villegas, vicepresidenta de exportaciones de ProColombia, entidad que junto con la Cámara de Comercio de Cali, apoyaron al BID para la realización de la LAC Flavors que se cumplió en Cali.
El Valle se destaca por su innovación tanto en los productos como en los empaques
Entre las pymes caleñas también estaba ‘Más brownie’, con sus 20 sabores además, de una línea especializada para mascotas.
Ana María Triana, una mercaderista de la Universidad Javeriana, y Daniel Erazo, un ingeniero industrial de la Icesi, empezaron el negocio en el horno de sus casas, se turnaban para que los servicios no llegaran tan altos; después se pasaron a un garaje de 25 metros cuadrados, hoy tienen una planta de 250 metros y ya no sacan 30 unidades, sino 2.500 unidades y cuentan con 350 clientes.
Ellos tenían agendadas siete citas para ampliar su comercialización en Colombia, entre ellos estaba Cencosud de Chile, uno de los principales retail de Chile.
En la LAC Flavors se generaron posibilidades de negocios por 80 millones de dólares.