Hace unos meses, directivas de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), regional Valle del Cauca, advirtieron que los precios internacionales del acero podrían frenar la reactivación del sector luego de las restricciones de la pandemia del covid-19 y los bloqueos del paro. Hoy, esa posibilidad es una realidad.
Alexandra Cañas, gerente de Camacol Valle, replicó ayer el llamado que hizo la presidente nacional del gremio, Sandra Forero, al Gobierno Nacional para que reduzca los aranceles de las importaciones de acero para refuerzo estructural, los cuales están en el 10 %.
Pero los precios del acero no es el único problema que tienen los constructores. Además, el acero está escaso. “Estamos evidenciando inconvenientes en el abastecimiento de hierros y aceros que limitan el inicio, ejecución y normal desarrollo de los proyectos”, afirmó Cañas, quien resaltó el riesgo en que están la reactivación económica y la generación de empleo.
Los efectos de la suspensión de los proyectos serían funestos para la conservación de los empleos que se han recuperado. “En el Valle hay 27.300 unidades de vivienda prevendidas. Ese volumen de actividad actual y prevista representan la sostenibilidad de 76.700 empleos directos, $5,7 billones de inversión para la reactivación económica regional y una demanda de insumos, materiales, y servicios equivalentes a $3,3 billones, proveniente del 54% del aparato productivo de la región", señaló la gerente de Camacol.
Cañas explicó que el acero es un insumo “insustituible” y “esencial”, y en una zona de riesgo sísmico alto como el Valle del Cauca, el consumo de este es mayor.
Los constructores señalan que los productores nacionales de acero no pueden abastecer la demanda interna del insumo y por eso este debe ser importado. “El 39 % de la demanda de acero largo (acero para concreto) ha sido atendida a través de importaciones. Nunca, la industria nacional ha podido abastecer el 100 % del consumo de aceros largos que demanda el país”, subrayó Cañas.
Y es que mientras que en julio de 2020 el precio por kilo de la malla estándar era de $2.700, en mayo de 2021 alcanzó un precio de $5.000 el kilo.
Camacol aplicó una encuesta entre sus afiliados para conocer cómo están enfrentando la difícil situación. El 51 % dijo que piensa aplazar el inicio o la ejecución de los proyectos de vivienda.
El segmento más afectado por esta coyuntura es la Vivienda de Interés Social (VIS), que representa el 88 % del mercado.
Lea más noticias de Colombia