Las subastas por Internet se han convertido en un nuevo espacio para el comercio electrónico. En el Valle del Cauca esta herramienta tiene gran acogida, al punto que en lo corrido de este año, estas alcanzan negocios por $4.000 millones.
Luis Arias, gerente de cuentas en Cali de la empresa Superbid, uno de los jugadores más fuertes de este sector que hay en Suramérica, explicó que el auge de las ventas de activos en desuso en el Valle del Cauca se debe a que en la región hay una gran cantidad de empresas, que tienen interés por recuperar activos de capital a través de las subastas y, además, porque ha aumentado mucho los compradores.
Diferentes industrias del Valle como ingenios, constructoras, cementeras y aseguradoras son las principales empresas que han incursionado en este modelo virtual para vender sobre todo maquinaria agrícola e industrial, vehículos utilitarios que quedaron en desuso por cambio y/o renovación de la flota, los tractores, y la chatarra. Además, estos son los bienes con mayor demanda entre los s.
“Tenemos nueve de los 12 ingenios azucareros; todas las farmacéuticas; los bancos, que venden inmuebles; las constructoras, que venden chatarra y maquinaria amarilla, y las compañías de transporte venden vehículos, entre otras. De las 100 compañías que más venden en Cali, 90 venden con nosotros”, afirmó Arias.
Según cifras de Superbid Colombia, en lo corrido del 2022, se han subastado en línea 58 lotes en el Valle del Cauca, con lo cual hay un incremento del 10% frente a las ventas registradas en todo el 2021, lo que ubica actualmente a este departamento como el tercero de Colombia con mayor inversión en las subastas online. Se prevé que estas cifras alcancen un crecimiento del 80% al finalizar el año.
Los compradores en las subastas son principalmente la pequeña industria, el pequeño comerciante, las personas naturales que pueden conseguir activos que de otra manera no podrían adquirirlos. Por su parte, los vendedores pueden recuperar capital de activos depreciados en libros, autofinanciarse a cero intereses. Y es que compañías como Superbid no les cobran a vendedores y compradores por facilitar el negocio, cobran una comisión por éxito en ventas, de un 10 por ciento en promedios, adicional a la venta, que la paga el comprador que gane la subasta.
En las subastas por Internet no se pueden vender todo lo que prohíbe la ley, como aceites altamente contaminantes y material quirúrgico, y tampoco perecederos. Lo más particular que vende Superbid en el Valle del Cauca son gallinas ponedoras que acabaron su ciclo productivo y cerdos.
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