Las autoridades buscan al
sacerdote que había recibido medida de aseguramiento por presunto abuso sexual a una monaguilla o acólita, de 13 años, en la parroquia que tuvo asignada en el Distrito de
Aguablanca.
De acuerdo con la Fiscalía, el clérigo, de 73 años, habría intentado quitarse la vida, luego de que el Juzgado 12 Penal de Cali ordenó enviarlo a la cárcel, el pasado 9 de noviembre.
La Fiscalía informó que la solicitud de la medida carcelaria se basó en avalar evidencias y el material probatorio presentado en audiencias concentradas por una fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas).
El ente acusador le imputó cargos al presbítero, en calidad de persona ausente, por su presunta autoría en el delito de actos sexuales abusivos agravados con menor de 14 años concurso homogéneo, cuya víctima habría sido una acólita de su iglesia, ubicada en el barrio Comuneros del Distrito de Aguablanca, en el oriente de la capital del Valle del Cauca.
De acuerdo con la investigación, el religioso prestó sus servicios pastorales en la iglesia donde ocurrieron los hechos desde agosto de 2016 hasta octubre de 2021, mes en el que ya se había iniciado la indagación en su contra por los vejámenes que denunciaron los familiares de la menor. Estos últimos trabajaban en la misma parroquia.
Según lo establecido, los hechos habrían ocurrido entre junio y julio de este año, cuando el cura presuntamente se encerraba con la víctima en la sacristía casi todos los días y le realizaba tocamientos en sus partes íntimas.
En una oportunidad, el hoy procesado supuestamente llamó a la menor a un teléfono celular para decirle que fuera a la parroquia, y cuando esta le contestó que se iba a bañar, el sacerdote le habría pedido que se tomara fotografías desnuda y se las enviara vía WhatsApp, lo que provocó perturbación en la menor.
Al término de la audiencia, el juez expidió la orden de captura en contra del investigado para que cumpla la medida en la cárcel de Villahermosa.
Sin embargo, tras el intento de suicidio fue llevado a una clínica en el sur de Cali.
Al parecer, el sacerdote habría aprovechado que estaba solo. Allí fue visto por última vez.
Así mismo, habría una demanda por inasistencia alimentaria, pues el sacerdote tendría dos hijas con dos mujeres diferentes.
En la Arquidiócesis de Cali indicaron frente a este y otros hechos de pederastia: "Sentimos vergúenza y repudio".
El religioso tiene suspendida su licencia para ser párroco en la ciudad.
La Fiscalía investiga si el sacerdote huyó hacia Medellín, donde tiene familiares.
CALI