En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Mimo regulador de tránsito y otra cara de informalidad en Barranquilla
Sin salirse de su personaje, hombre le pone seriedad al asunto para rebuscarse.
El mimo y su mascota viven en el municipio de Soledad. Foto: Vanexa Romero - EL TIEMPO
Para el barranquillero en general, quedarse cruzado de brazos no es una opción y emplearse para llevar la 'papita' a su hogar es primordial. Tal es el caso de Franklin Pertuz, mejor conocido como el 'Mimito Pertuz'.
Tiene 37 años. De esos, ha dedicado dos décadas al arte callejero. Y los últimos 14 años se rebusca acompañado de Bethoven, un muñeco que simula a un perro que asusta a cualquier transeúnte que pilla desprevenido en la calle.
Según el último reporte del Dane (marzo - mayo 2022), la informalidad en Barranquilla está en 52 por ciento. Foto:Vanexa Romero - EL TIEMPO
El mimo y su mascota viven en el municipio de Soledad, desde donde salen a diario buscando rumbo a Barranquilla a sacarle sonrisas con sus ocurrencias al trabajador que se desplaza en bus o al grupo de ciudadanos que charlan en una acera.
"Me monto en los buses todos los días a motivar a la gente, haciéndolos reír con mi gracia. Hago que se me cayó el perro y la gente se asusta, pero cuando se dan cuenta que es embuste todos sueltan la carcajada", manifiesta el hombre con desparpajo que lo caracteriza.
En ese plan de rebusque, como el del Mimito Pertuz, está parte de la población barranquillera. Según el último reporte del Dane (marzo - mayo 2022), la informalidad en esta zona del país está en 52 por ciento.
Este indicador muestra una reducción de 4,5 puntos porcentuales, si se compara con el mismo periodo de 2021, cuando estaba en 56,5 por ciento.
El trancón que le dio visibilidad al Mimito Pertuz
En uno de esos días de informalidad, un trancón puso al Mimito y su mascota 'en los zapatos de un regulador de tránsito'.
Ocurrió a mediados de julio y llamó la atención de los s de la vía y de los internautas, pues uno de los conductores grabó el curioso momento y lo difundió en las redes sociales.
Según cuenta el artista callejero, el hecho sucedió entradas las 3 de la tarde, en plena hora pico, en La Cordialidad con carrera 9, del barrio El Santuario.
"En medio del nudo, al ver que había terminado de laborar, me bajé del bus y caminé hacia el trancón. El chofer me dice que necesitaba el tiempo para llegar antes de media hora a Galapa. Entonces le dije: 'no te preocupes, chofer, yo voy allá un momentico a arreglar el tráfico' ", recordó el hombre.
De acuerdo con el mimo, la dificultad en este punto de la vía se debía a las obras de ampliación que se están ejecutando en La Cordialidad y a la cantidad de vehículos que a esa hora se desplazaban hacia el norte y hacia el sur, sin la presencia del personal de tránsito.
"Me iba metiendo, pitando con un silbato que tengo con el que hago las mímicas, hasta que hice la manera de detener a los que iban subiendo y a los que iban bajando los dejé pasar, gesticulando", relató el barranquillero.
En uno de esos días de informalidad, un trancón puso al Mimito y su mascota 'en los zapatos de un regulador de tránsito'. Foto:Vanexa Romero - EL TIEMPO
Una actividad que le quedó gustando al mimo 'regulador'
Algunos conductores me salían con groserías, me tiraban el carro
Al lograr agilizar el tráfico en ese momento, el conductor del bus de Galapa lo iba a recompensar haciéndole el chance, pero al artista callejero le quedó gustando la idea y se quedó por tres horas más sin importar el inclemente sol que lo puso a transpirar a borbotones hasta correrle un poco el maquillaje.
"Ese día no me había salido ni un cumpleaños, por eso me quedé ahí hasta tarde. Algunos conductores me salían con groserías, me tiraban el carro, se metían con mi mamá (risas), y otros que me daban monedas y billetes", cuenta.
Y ahí estaba presente su amigo inseparable, Bethoven, que cobra vida relleno con tela, esponja, un par de pepas que hacen de ojos, una bolita roja que hace de nariz y una cabuya tensionada con la que Mimito le da movimiento desde hace 14 años.
"La gente me mamaba gallo: 'hey ¿ahora qué? ¿De tránsito?' Me preguntaban, pero eso a mí me gusta. Me gusta colaborar y me gusta el tráfico, como manejo también todo lo que es movilidad, entonces sé más o menos las señales, entre otras cosas", agregó.
Al Mimito Pertuz le toca esconder su tristeza
Tiene 37 años. De esos, ha dedicado dos décadas al arte callejero. Foto:Vanexa Romero - EL TIEMPO
A veces me toca desahogarme con un amigo cercano
Franklin Pertuz se describe como alguien divertido, mamador de gallo igual, empezó en el Paseo Bolívar, del Centro de la capital del Atlántico, como animador en los almacenes. Si bien siempre muestra una cara amable, apuntó a que hay días de días.
"¿Lo más difícil? ¡Ay, Dios mío! Cuando uno tiene problemas en la casa, la familia… A veces me pongo triste cuando recibo llamadas con malas noticias. Me pone de mal humor, me escondo, me siento en un rincón para que nadie me diga nada. A veces me toca desahogarme con un amigo cercano, a ver si me hunde más o sí me ayuda a desahogarme", reconoció.
"¡Corra, doña, corra!", alerta de repente el mimo a una transeúnte que se distrajo en medio de la vía y por poco la arrolla un carro. Porque desde esa vez no dejó de ser 'regulador' y ahora retoma la actividad en cualquier nudo con el que se encuentre mientras vaya en un bus intermunicipal.
La informalidad desde otro ángulo en Barranquilla
Otro caso de la informalidad en Barranquilla es el de "un talentoso sin fortuna", como le dicen a un artista callejero que se rebusca dibujando retratos en la esquina del centro comercial Portal del Prado, sobre la calle 53 con carrera 46, de la localidad Norte - Centro Histórico de la ciudad.
Las creaciones del adulto mayor, con diseños sobre papel, con finos detalles, de los rostros de superhéroes y ciudadanos del común que han pedido sus servicios han impactado a quienes por allí transitan.
Sin embargo, en el último tiempo, los clientes han disminuido y, por ende, el producido para sostener a su familia, por lo que su rostro triste se ha hecho viral en las redes sociales, espacio en los que algunos internautas han pedido apoyo.
Con momentos buenos y momentos malos, así pasan los días de rebusque este par de artistas callejeros que han tocado las emociones de la ciudadanía barranquillera.