La pérdida de tornillos y tuercas del aseguramiento del sistema de anclaje de tirantes al tablero principal del nuevo puente Pumarejo prendió nuevamente las alarmas.
Se trata de un robo continuo que ha sufrido la estructura que comunica a los departamentos del Atlántico y Magdalena. Inicialmente fueron las lámparas de alumbrado y el cableado eléctrico, ahora el robo es con las tuercas.
La alarma la lanzo la Contraloría Delegada para el Sector de Infraestructura, que calificó la situación como una anomalía riesgosa, que desde hace seis meses se ha llamado la atención y hasta esta fecha aún no han sido solucionados satisfactoriamente por el Invias.
Siendo Invias el propietario y responsable directo del cuidado, operación y mantenimiento de este muy importante puente
“Siendo Invias el propietario y responsable directo del cuidado, operación y mantenimiento de este muy importante puente, nuevamente le solicitamos realizar las gestiones necesarias y suficientes que permitan subsanar adecuada y prontamente estas anomalías e informar de ello a esta Contraloría Delegada”, le pidió el Contralor Delegado para el Sector de Infraestructura, Luis Fernando Mejía Gómez, al director general de esta entidad, Juan Esteban Gil, en comunicación que le remitió el pasado 28 de junio.
Según la Contraloría el robo de estas partes del puente genera que los componentes externos e internos de los anclajes afectados (tubo antivandálico y demás elementos interiores) continúan expuestos a serios riesgos de corrosión, degradación física o conflagración, “lo cual, según el Interventor Consorcio Vial Pumarejo, puede comprometer la debida estabilidad estructural del sistema de tirantes del nuevo puente”, subrara el ente de control en un comunicado.
Sistema de monitoreo no funciona
Adicionalmente, la Contraloría mostró también preocupación por el Sistema de Instrumentación y Monitoreo del Puente Pumarejo, dado que lleva en operación 2 años y medio sin que haya funcionado.
Lo cual, agrega el ente de control, ha impedido que se conozcan los resultados de los parámetros de desempeño que especificó su diseñador estructural y, “lo que es peor, sin que tampoco haya certeza de la fecha en que el Invias lo pondrá en adecuado funcionamiento”.
BARRANQUILLA