La dura pelea de propietarios de viviendas contra constructora por daños en nuevo conjunto de Barranquilla

Aseguran que han hecho llegar las peticiones a la empresa encargada del proyecto de viviendas por los canales disponibles, sin embargo, señalan que no han recibido respuestas. Ante esta situación, EL TIEMPO consultó a Marval y la entidad respondió.

Pero, ¿qué está sucediendo realmente con la unidad de apartamentos que presenta esta problemática? Se trata del conjunto residencial Coralina, conformado por 544 apartamentos, aproximadamente.

Diana Chamorro, una de las afectadas y vocera de la comunidad, le contó a este medio que la principal de las múltiples afectaciones ocurre cada año, cuando llega la temporada de lluvias a la ciudad.

“Las afectaciones no son de acabados, porque nosotros tenemos claro que las garantías por acabados son de un año. Hay muchos apartamentos que ya la perdieron, pero en el conjunto como tal, las torres tienen una garantía de 10 años por temas estructurales. Los primeros pisos se inundan, porque por el shut de basura se entra el agua”, relata la habitante de Coralina.

Chamorro agrega que el agua termina en los pasillos del primer piso, arrastrando basura, insectos y demás, generando una preocupación adicional y es que este hecho provoque daños en la salud de los vecinos, por proliferación de malos olores y animales.

“Esto se da porque en la azotea de cada torre tenemos un problema de impermeabilización. Marval ha venido, hace ‘pañitos de agua tibia’ y chao. Entonces, cuando viene el aguacero, otra vez el mismo problema”, afirmó la ciudadana.

Otra afectación, añade la propietaria, es la cancha. Diana Chamorro dice que ha estado “más cerrada que abierta”, ya que se daña con frecuencia, sin que haya una solución que mejore definitivamente sus condiciones.

“Los estucos que ellos aplican en el piso vuelven y se levantan. En el momento, la cancha presenta un hueco, entonces no está apta para que los niños la utilicen”, manifiesta la mujer.

Asimismo, los tubos metálicos que sostienen las mallas de encerramiento de este espacio deportivo registran inestabilidad a tal punto de inclinarse peligrosamente, por lo que temen que puedan caer sobre la humanidad de uno de los s.

“El año pasado, la istración actual buscó en los archivos y encontró un derecho de petición de la istración anterior y este mes se pasó otro derecho de petición, a los cuales han hecho caso omiso. No es coherente que en la ‘Nueva Barranquilla’, como ellos la llaman, tengamos un conjunto tan nuevo con estos problemas”, expresó Chamorro en medio de su malestar.

Los vecinos del conjunto residencial han registrado en video con sus celulares los momentos de desespero que sufren cada vez que llueve y la inundación en los pasillos amenaza con alcanzar el interior de sus apartamentos.

“Problemática mayor: se está rebosando el sifón que está afuera del shut de basura. Hasta eso se está tapando. Y los sifones de los apartamentos también se rebosan cuando se sufre este problema”, dice un propietario mientras despeja el agua estancada con una pala y con el apoyo de su pareja. Todo en horas de la noche.

Ante este panorama, la comunidad le exigió a la empresa Marval que se presente a organizar una mesa de trabajo con la istración, “donde se comprometen en un tiempo estipulado en solucionarnos el problema con garantías”.

Tras ser consultada por este medio, la constructora Marval envió a su equipo de trabajo delegado al conjunto residencial Coralina e inspeccionó las zonas afectadas, arrojando sus conclusiones.

“El deterioro de la cancha se debe a falta de mantenimiento, los parales metálicos y las mallas no son estructurales y requieren un mantenimiento constante al igual que la pintura de la cancha, dada la erosión de la zona. En lo concerniente a la filtración de aguas lluvias, se genera en áreas puntuales y mínimas que corresponden a mantenimiento en las cubiertas, que desde su entrega no han sido intervenidas por la copropiedad”, indicó la empresa.

Sobre el plazo de 10 años de garantía que existe en el conjunto, desde que este se entregó hace dos años, Marval señala que ninguna de las afectaciones que presenta la copropiedad corresponde a fallas estructurales.

“Efectivamente la entrega se generó en el año 2022, y conforme a la ley del consumidor se cuenta con un año de garantía para temas de acabados y 10 años de garantía estructural por fallas estructurales, amenaza de ruina por deficiencia en el terreno o incumplimiento de normas antisísmicas. Sin embargo, ninguna de las afectaciones que presenta la copropiedad corresponde a fallas estructurales”, sostiene.

La inspección de los delegados de la constructora a Coralina también arrojó otras conclusiones que comparte la compañía:

Deivis López Ortega
​Corresponsal de EL TIEMPO - Barranquilla
​En X: @DeJhoLopez
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