El drama de la familia de un colombiano que murió en extrañas circunstancias en Panamá: buscan repatriar su cuerpo

Las autoridades de Panamá investigan la muerte de un colombiano, ocurrida hace tres días en un hospital de ese país, donde estuvo internado por un accidente. Pero, por las versiones de testigos, no se ha establecido la causa exacta del hecho.

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El ciudadano fue identificado como Juan Carlos Barrios Barreto, un barranquillero de 34 años que el pasado 2 de septiembre cayó del tercer piso de un edificio, sufriendo múltiples fracturas tras el fuerte impacto.

El hombre fue auxiliado y trasladado de inmediato a un centro asistencial cercano, donde luchó por su vida hasta esta semana, cuando los médicos confirmaron su deceso ante la gravedad de las lesiones.

En Barranquilla, sus padres y sus hermanos se encuentran conmocionados por la tragedia. Mientras buscan los recursos para repatriar el cuerpo, a la vez tratan de saber más detalles de lo acontecido aquella noche del accidente, pues todo ha sido confuso para ellos.

El menor de la familia, Jesús Barrios, cuenta a EL TIEMPO que su hermano se fue de la capital del Atlántico el 29 de diciembre de 2022 con destino al país vecino, con el firme propósito de emplearse y así encontrar mejores condiciones de vida.

“Se fue a trabajar. Empezó trabajando en una empresa de alimentos, ya luego cambió a una empresa de seguridad, estuvo trabajando también en una obra, pero ahí sí le fue mal. El dueño no le pagó, duró cuatro meses trabajando y ni siquiera le pagaron. Se aprovecharon de la situación de él”, recuerda Jesús, de 20 años.

Pese a esa negativa experiencia que vivió, Juan Carlos guardaba la ilusión que las cosas iban a mejorar en Ciudad de Panamá, por lo que siguió luchando por su objetivo, alejado de su familia, en el barrio Universal, de Barranquilla.

Sin embargo, la tragedia se atravesó en su camino. Entre la noche del domingo 1° de septiembre y la madrugada del lunes 2, se encontraba en el apartamento donde residía cuando cayó al vacío.

“No tenemos detalles exactos del accidente, tenemos el relato de las personas que viven ahí, eso es como un conjunto. Dicen que Juan Carlos se cayó de un tercer piso, el dueño del lugar dice que él se resbaló, hay personas que dicen otras versiones, dicen que fue un conflicto. Realmente no tenemos en sí una hipótesis exacta de lo que pasó. La persona que se dio de cuenta no la conocemos, tenemos entendido que vivía en el lugar también, informaron a la Policía, esta llegó, y se lo llevaron en una ambulancia al hospital, donde entró sin identificarlo, porque no tenía documentos en ese momento”, dice Jesús.

Una amiga de Juan Carlos, en Panamá, fue la encargada de avisarle vía telefónica a la familia lo que le había pasado a su ser querido. Desde ese momento empezó la angustia para ellos, por lo que decidieron que la segunda de los hermanos viajara a acompañarlo durante esos días de hospitalización.

“Había tenido múltiples fracturas, la más grave había sido en el cráneo. Mi hermana se fue hace tres semanas para allá, hicimos la recolecta entre amigos, familia y vecinos y logramos que se fuera para allá y acompañarlo en el proceso. Nos daban buenas noticias, que estaba mejorando. Hace una semana nos habían dicho que había tenido muerte cerebral. Una semana después nos reportaron su mejoría”, expresa Jesús.

Esos reportes alentadores incrementaban la fe y la esperanza que su familiar iba a sobrevivir. En Barranquilla, había optimismo e incrementaron las oraciones por su recuperación, pero desafortunadamente Juan Carlos no resistió más.

“Fui el primero de la familia que recibió la noticia, porque mi hermana estaba en la iglesia y no había podido contestar. Yo estaba saliendo del turno de trabajo cuando me llamaron a darme la noticia. Me impactó, estaba feliz, porque esa misma tarde me llamaron que estaba bien, que estaba mejor. Eso me había alegrado, estaba feliz, porque estaba desanimado en el turno”, recuerda el joven.

Ahora, la familia vive un drama en medio del dolor que significa haber perdido a su ser querido, pues no cuentan con los recursos para repatriar el cuerpo. A Jesús le han dicho que este proceso tiene un valor de 8 millones de pesos.

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“No hemos ido a la Embajada ni nada de eso, porque ellos manejan un proceso más lento y nosotros queremos verlo lo más pronto posible. Estamos haciendo una recolecta, los amigos se han puesto la mano en el corazón y de gente que no conozco, porque hemos solicitado la ayuda en redes sociales”, señala.

Jesús dice que la última vez que habló con su hermano fue unos días antes del accidente, hablaron sobre el trabajo, el día a día en Panamá e incluso le confesó a Juan Carlos que él también quería migrar a ese país por nuevos horizontes.

“Recuerdo los momentos con él, las celebraciones, porque eso es lo que queda. Como hermano mayor, él lo aconsejaba a uno: ‘Cuídate’, ‘¿cómo te va en el trabajo?’. Él estaba muy pendiente de nosotros”, afirma.

Jesús, hermanos y padres de Juan Carlos confían en terminar de reunir el dinero necesario lo más pronto para repatriar el cuerpo desde Panamá y así despedirlo por última vez, en su tierra natal.

Deivis López Ortega

Corresponsal de EL TIEMPO

Barranquilla