Solo el 30 % de las vías departamentales están pavimentadas

Cundinamarca tiene más de 24.000 km de vías, de los cuales 1.100 son nacionales, más de 15.000 municipales y alrededor de 8.000 departamentales. De estas últimas solo el 30 por ciento están pavimentadas, otro 30 por ciento se encuentran en adecuación (reparcheo y mejoramiento) y el 40 por ciento restante en reafirmado (trabajo de recuperación).

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Aunque el porcentaje de las vías departamentales pavimentadas no son ni la mitad, la Gobernación de Cundinamarca asegura que el 100 por ciento están transitables. Esos 8.000 km conectan a 116 municipios.

El estado de estas depende del gobierno departamental y son istradas por este a través del Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU) o en concesión.

Entre estas están las troncales Norte, de Alameidas, del Sumapaz, de la Sabana, del Oriente, de Teusacá, del Guavio, del Llano, Cafetera, de Río Negro, de Paime, de San Cayetano, del Carbón, del Tequendama, del Magdalena y Panamericana.

De acuerdo con Nicolás García, gobernador de Cundinamarca, para mejorar el estado de las vías, desde su mandato están implementando el Plan 500 en el que ya se tienen estudios y diseños por más de 23.000 millones de pesos que les permitirán desarrollar trabajos de infraestructura vial en varias provincias del departamento.

Este plan tiene un costo de 439.000 millones pesos e incluye trabajos de rehabilitación y mantenimiento en 23 corredores viales que suman 500 km de vías de segundo orden que no están en muy buen estado. Unas de esas son: Zipaquirá-Pacho-La Palma; Pacho-Supatá; Guasca-Gacheta-Ubalá-Gachetá; Claraval-Chusacales; Ubaté-Lenguazaque-Guachetá; Boquerón-Cabrera; Sibaté-Fusagasugá-Pasca; Villeta-Útica; Sasaima-La Vega; Briceño-Zipaquirá; variante Cota; Siberia-Tenjo; y La Mesa-San Joaquín-San Javier.

Importante resaltar que con estas obras, las vías de 10 de las 15 provincias de Cundinamarca serán intervenidas.

“Desde el departamento se ha hecho una grande inversión en materia de maquinaria amarilla. Hoy cada provincia tiene un combo de maquinaria permanente para atender las vías. Esto se logró con una inversión de 16.000 millones de pesos”, agregó García.

EL TIEMPO conoció también que se adelantan obras en vías como Chía-Girardot, que es operada por la concesión Devisab. Por el momento, este corredor funciona con normalidad.

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Respecto a las vías nacionales que están dentro de Cundinamarca y permiten la conexión con otros departamentos y Bogotá, estas están en manos de la Nación, a través del Invías y de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), mediante concesiones.

Entre estas se encuentra la vía Bogotá-Girardot, que tiene cerca de 145 km a cargo de la concesión Vía 40 Express. En este corredor se están realizando obras hidráulicas, construyendo puentes vehiculares y muros de contención y se hace rehabilitación de la calzada y se estabilizan taludes.

Otro de los proyectos es la pavimentación de la Ruta de Los Comuneros, la cual, de acuerdo con el Invías, incluye la construcción de 80 km de la doble calzada Zipaquirá-Ubaté-Chiquinquirá, la construcción de 7 km de la segunda calzada de la variante Zipaquirá y el mantenimiento de los 94 km que conforman el corredor.

También, debido a la emergencia de movimiento en masa presentada en el km 58 de la vía que de Bogotá conduce a Villavicencio, se construye un viaducto de 750 metros de longitud.

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Las municipales, también llamadas terciarias, están a cargo de cada uno de los 116 municipios de la región.

Una de las vías más transitadas en la zona de Sabana Centro y que está sin pavimentar y en mal estado es la de Cajicá-Tabio. Pero hace unos días los alcaldes de estas poblaciones anunciaron que se van a realizar obras de intervención en el tramo más crítico. “En el momento se están llevando a cabo trabajos de limpieza e instalación de señalización y adecuación para luego de esto empezar el mejoramiento de este tramo”, explicó el alcalde de Cajicá, Fabio Ramírez.

Además, en la vía Hato Grande, desde la variante Cajicá-Zipaquirá hasta Finca La Balsa, estaban haciendo trabajos de mantenimiento y rehabilitación de la carpeta asfáltica para así mejorar la movilidad de los s.

De acuerdo con Jhon Bastidas, experto en movilidad de la Universidad Manuela Beltrán, las intervenciones en las vías de Cundinamarca son urgentes ya que son muy pocas las que están pavimentadas, lo que dificulta la movilidad de los cundinamarqueses. Y asegura que si estas se mejoran, la competitividad del departamento en temas de exportación e importación aumentará y que los tiempos de viaje disminuirán y serán más eficientes.

“Una adecuada infraestructura vial permite no solo un mejor desarrollo, sino también la disminución de accidentalidad en el departamento”, enfatizó Bastidas. 

La vía Zipaquirá - Tocancipá es una de las tantas del departamento que lleva años sin pavimentar. No obstante, en julio del año pasado empezaron las obras para el mejoramiento de 2,53 km de esta, en el corredor que conduce de Barandillas (Zipaquirá) a La Fuente (Tocancipá), pero este trabajo fue suspendido.

Por esta razón, residentes del sector que se han visto afectados por el estado de esta vía, porque agricultores en ocasiones no pueden transportar sus alimentos y porque se les dificulta la movilidad hacía instituciones educativas y centros de salud, enviaron a este diario una denuncia sobre el tema.

Consultado, el alcalde del municipio de Zipaquirá, Wilson García, respondió que las obras tuvieron que suspenderse debido a la temporada de lluvias, ya que la vía se inundó, y así les queda imposible pavimentarla. Por ahora hacen trabajos de limpieza, y reiniciarían obras el 13 de julio.

LOREN VALBUENA

REDACCIÓN BOGOTÁ

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