La Policía Metropolitana de Bogotá confirmó que el fin de semana pasado sucedió un hurto en el sector de Guaymaral, en la localidad de Suba, exactamente en el kilómetro 16, en la finca Machuma, que limita con Karimagua.
Las autoridades aseguraron que el robo, cometido el viernes 30 de septiembre, a eso de las 8 de la noche, afectó a dos viviendas del exclusivo sector y a los s de un vehículo. Las víctimas dijeron que tras la incursión de la banda se habían llevado computadores, un televisor, un arma de fuego, dinero en efectivo y joyas.
Se estableció que la forma de operar de los criminales fue absolutamente milimétrica y que intimidaron a los residentes con armas de fuego.
Pero el relato de una de las víctimas es más descriptivo. Una mujer, que prefirió ocultar su identidad, dijo que cuando ella llegó a su residencia los ladrones ya habían salido de su hogar y estaban en la casa de al lado con el mismo propósito de saquear el predio.
“Amordazaron a los residentes, y mi reacción en ese momento fue gritar. Tenía mucho susto. Creo que reaccioné sin pensar por la adrenalina. Cuando ellos se dieron cuenta vinieron hacía mí, me apuntaron con un arma, me encañonaron y me metieron a la casa”.
Amordazaron a los residentes, y mi reacción en ese momento fue gritar. Tenía mucho susto. Creo que reaccioné sin pensar por la adrenalina
Luego, dice la mujer, le preguntaban una y otra vez en dónde estaba la caja fuerte, pero en su casa no había nada por lo que estaban preguntando.
Su apariencia llamó mucho la atención de las víctimas. Eran al menos seis hombres vestidos de negro, con pasamontañas, botas estilo militar y, eso sí, todos con armas de fuego. Los delincuentes, de acento capitalino, arribaron al lugar de los hechos en dos camionetas que en este momento están siendo rastreadas por la Policía.
También se notaba que estaban muy bien organizados y que había una cabeza al mando de la operación. Hay algunos testigos que dicen que se comunicaban con radios, pero no todos coinciden en esta información.
En el momento del robo y mientras varias familias estaban retenidas llegó un alto funcionario del Estado con un escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), a quienes también retuvieron y les quitaron un arma de fuego. Luego del atraco, varias víctimas dicen que trataron de comunicarse con el CAI más cercano, que está a 150 metros del lugar, pero la ayuda no llegó como ellos esperaban. Posteriormente, otros de los afectados interpusieron las respectivas denuncias porque hubo algunos que perdieron más pertenencias que otros.
La investigación
Por ahora se sabe que el coronel Herbert Benavides Valderrama, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, se dirigió personalmente al lugar para determinar los elementos de tiempo y modo en que ocurrieron los hechos, realizar entrevistas y recoger todo el material probatorio disponible. “Los ladrones se aprovecharon de que el lugar era abierto no tenía vigilancia privada, portería y, además, de la mala iluminación”.
Agregó otros detalles como que en una de las casas de las víctimas fueron dos adultos mayores y que en un carro de los que estaban en el lugar había un niño. “Ya tomamos huellas, revisamos las rutas de , ubicamos 15 puntos de cámaras y rastreamos las comunicaciones”, dijo Benavides.
Robos planeados
Luego hacen acercamientos, llamadas, ubican electrodomésticos, joyas o incluso usan drones para ver ventana a ventana qué elementos de valor hay a la vista
El experto en seguridad de la Universidad Central Andrés Nieto explicó que el delito de hurto de viviendas es cada vez más estratégicamente planeado no solo en Bogotá, sino en Colombia. “Se estima que hay bandas especializadas y que cumplen hasta cinco fases previas ante de dar el golpe final”.
Agregó que primero suelen hacer un diario de campo para saber cuál es el contexto que rodea las viviendas objetivos. “Estamos hablando de cámaras de vigilancia, puntos ciegos, entradas, salidas, si están electrificadas las celdas, si hay vigilancia privada, cuáles son los vecinos y los tiempos en los que hay menor o mayor tránsito”.
Según el experto, luego identifican cuáles son los perfiles a los que hay que distraer para poder ingresar como los vigilantes. También ubican personal del servicio, niños o incluso adultos mayores a quienes puedan engañar. “Luego hacen acercamientos, llamadas, ubican electrodomésticos, joyas o incluso usan drones para ver ventana a ventana qué elementos de valor hay a la vista”.
Finalmente, la banda da el último golpe, que incluye a personas expertas en violar cerraduras, quitar elementos empotrados y, muy importante, el transporte. “Hay bandas que se disfrazan de empresas de mudanzas para pasar desapercibidas. Los vehículos de alta gama siguen siendo los predilectos para llevarse joyas y dinero”.
Las cifras
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad, en la capital, entre enero y agosto de 2022 se han registrado 3.923 hurtos en residencias, es decir, 1.292 menos que en el mismo periodo del 2021, en el cual se denunciaron 5.215 robos. Suba es la localidad con más hurtos registrados en casas y apartamentos, con un total de 511 robos en los primeros ocho meses de este año. Seguida por Engativá, con 467; Kennedy (436) y Usaquén, que registra 347.
De acuerdo con Benavides, en meses recientes se han desarticulado seis bandas dedicadas al hurto en residencias y, en general, en la ciudad este delito ha disminuido en un 22 % y en Suba en un 25 %. También explicó que en cuanto a capturas por este delito, se han llevado a cabo 139 en flagrancia y 18 por orden judicial.
Según Nieto, en los últimos tres meses se han dado grandes golpes. “Todo lo que se robaban no duraban en sus manos más de 72 horas porque buscan salir rápido del objeto para que no los encontraran con la prueba del delito. Incluso antes de robarlos, muchas veces ya tienen los clientes”.
Evite ser una víctima más
- Instale cerraduras de buena calidad en puertas y ventanas.
- Si va a salir, deje su casa bajo el cuidado o recomendada a una persona de confianza.
Comuníquese de forma fluida con familiares y empleados.
- Instale sistemas de alarmas, circuito cerrado de televisión y haga revisión periódica.
- Realice estudios de seguridad básicos, a empleados, proveedores, guardas de seguridad e instalaciones contiguas.
- No caiga en la rutina; cuando salga o llegue a su casa, observe su entorno.
- No brinde información a personas sospechosas, ellas pueden distraerle para que otros cometan el hurto.
- Observe el comportamiento sospechoso de personas, así como la presencia de motocicletas y vehículos raros.
- Identifique a quien se presente como funcionario público o de entidades prestadoras de servicio.
- Forme parte de los programas comunitarios que lidera la Policía Nacional, como redes de apoyo, red de cooperantes, frentes de seguridad y escuelas de seguridad -ciudadana.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
@CarolMalaver